Si algo es un éxito, el truco está en no parar y seguir insistiendo. Así al menos parecen pensarlo en la Plataforma en Defensa de la Enseñanza Pública, tras la huelga de la semana pasada en el sector educativo y, sobre todo, algo que parece más ajeno a la guerra de datos, la asistencia a las dos manifestaciones de esos días.

De modo que los colectivos en defensa de la educación pública, ya avisan al Gobierno de Cantabria: lo de la semana pasada fue un mensaje de la mayoría de la sociedad que el presidente, Ignacio Diego, debe tener en cuenta a la hora de dar una respuesta.

Por si acaso, este colectivo, una vez tomado el pulso de la sensibilidad sobre la educación, adelanta que van a retomar las ya viejas costumbres: los miércoles verdes, en los que profesores y alumnos acudían a clase con las camisetas de este color que se ha convertido en defensa de la enseñanza pública.

El nuevo calendario de protestas, que son contra la ‘ley Wert’ y también contra los recortes, se decidirá el próximo martes, 5 de noviembre.

Independientemente de ellas, sí que está claro que cada semana habrá ‘miércoles verdes’, y que se seguirá con la recogida de firmas para exigir una consulta ciudadana sobre la situación de enseñanza.

Junto a esta Plataforma, sindicatos y Ampas (asociaciones de padres y madres) valoraban la huelga. Desde esta última asociación se desmarcaban de su presidente, Juan Vilches, que restó importancia a la participación en la convocatoria, y a quien ellos desmienten, cuestionando su independencia respecto a la Consejería de Educación y enumerando, una por una, las casi 50 asociaciones de padres que mostraron su respaldo a la cita reivindicativa.