Bilbao Air, la sociedad de promoción del aeropuerto de Bilbao, ha pedido a Bruselas que revise si los aeropuertos vecinos (y no mira a nadie) cumplen las normas comunitarias sobre las ayudas a las aerolíneas.

Respuesta inmediata de sociedad a asociación: la Asociación de Amigos de Parayas califica esta postura de “intromisión” e incide en las ayudas públicas que se han recibido en Bilbao.

De fondo, los malos resultados del aeropuerto de Loiu y la competencia entre comunidades autónomas tan bien aprovechada por Michael O´Leary.

El aeropuerto de Bilbao quiere que Bruselas se pronuncie sobre las ayudas que comunidades vecinas dan a la llegada de empresas a otros aeródromos

En concreto, lo que Bilbao Air ha hecho es presentar alegaciones ante la Unión Europea en las que pide que se revise si los aeropuertos vecinos han cumplido la directiva europea del 2005 que limita las ayudas a aerolíneas.

Las normas europeas, en fase de revisión, impiden que las empresas aéreas reciban subvenciones públicas de forma directa.

Bilbao ha presentado una alegación a este período, en lugar de una denuncia por vulneración de la competencia porque quieren ir “por las buenas”, según manifestaba el director de Bilbao Air, Jon Gangoiti.

En Parayas, el convenio suscrito en su día entre el Gobierno de Cantabria y Ryanair se formuló de una manera que evitaba que fuera así, al centrarlo en la promoción turística, y articularlo a través de un banner en la Web centrado en la difusión de la comunidad autónoma, y no en los vuelos.

Desde el aeropuerto de Bilbao han esgrimido un informe de la Comisión Nacional de la Competencia que detallaba que Cantabria había subvencionado las instalación de compañías aéreas con 20,6 millones de euros entre los años 2007 y 2011.

Bilbao se queja especialmente de la actuación de Santander, que tiene un contrato con Ryanair por el que la compañía irlandesa de bajo coste opera desde el aeródromo cántabro, en lo que supone, según Gangoiti «un despilfarro de fondos públicos» y una ayuda de Estado que incumple las normas de la UE.

Además, se da la circunstancia de que Ryanair llegó a operar, sin subvención, unos meses el año pasado en el aeropuerto vizcaino, en lo que desde Bilbao Air se entiende ahora como una maniobra de presión hacia las autoridades cántabras para que renovaran sus ayudas ya que una vez conseguida la prórroga, la empresa abandonó este aeródromo.

Precisamente la marcha del aeropuerto de Bilbao de Ryanair, que aportó el año pasado 237.000 pasajeros a Bilbao, y el cierre de los vuelos de Easyjet con Madrid -motivado porque esta compañía abandonó Barajas debido del aumento de tasas en Madrid- que movió el año pasado 140.000 pasajeros, han sido los dos motivos principales de que este año las cifras de pasajeros en el aeródromo vizcaino hayan bajado un 9,5 por ciento hasta noviembre, sumados a la crisis general en el sector aéreo.

AMIGOS DE PARAYAS

Pero la Asociación de Amigos de Parayas ve en el apoyo de Cantabria a Ryanair una práctica “legal y lógica” que sirve para fomentar el desarrollo de la comunidad.

“Sólo desde una mala costumbre de jugar con las cartas marcadas, se entiende la desproporcionada y continua obsesión de Bilbao Air de posicionarse en contra de los intereses justos del aeropuerto de Parayas”, censuraban.

Y recuerdan que Bilbao Air, la sociedad que lanzaba el aviso, fue constituida con “mucho dinero público”, a través de distintas instituciones que han tenido que sumar esfuerzos para ‘rescatar’ a un ente que había llegado a generar un déficit cercano a los 90.000 euros.