Innovadores hasta el final, el equipo de GPMESS, la empresa cántabra que había desarrollado una aplicación para geoposicionar mensajes, se despide.

La gente de GPMESS se despide

Quiero que sepas lo orgulloso que estoy de todo el equipo de GPMESS, ¡son todos unos cracks!

Hasta aquí han llegado, de momento.

GPMESS es una aplicación que permite de algún modo anclar mensajes a puntos físicos. Son los ‘yipis’, que los usuarios ‘cazan’ cuando, al pasar por el sitio en cuestión (un monumento histórico, un local de hostelería…) les salta el mensaje.

En una carta dirigida a usuarios, colaboradores y amigos, Javier López explica, en nombre de todo el equipo, que GPMESS se liquidará dos años después de su creación y tras comprobar que no se estaban alcanzando los niveles suficientes de facturación para que el proyecto siguiera adelante.

En ella, agradecen el apoyo de las instituciones y empresas con las que han colaborado estos años.

DOS AÑOS DE VÉRTIGO

Durante estos dos años, su idea ha conseguido prácticamente desde el principio distinciones como los premios regionales ‘Emprendedor XXI’ de la Universidad de Cantabria y La Caixa y el concurso ’15 minutos de gloria’ de la feria tecnológica SIMO Network.

Y logros importantes, como ser preseleccionada para el APP Campus de Finlandia o seleccionada para el Programa Bizark Plus de Microsoft.

Aunque su mayor hito hasta la fecha fue su inclusión en el proyecto Lanzadera, en Valencia, para acelerar proyectos tecnológicos con financiación y otros recursos.

A lo largo de este tiempo, la aplicación fue avanzando en distintas mejores, desde las versiones en Android y luego en Apple, hasta la inclusión de fotografías y su evolución hacia red social, pasando por proyectos para personas con discapacidad.

Si alguna vez nos cruzamos párame y dime “¡ey! Yo era usuario de GPMESS”, que si mi bolsillo me lo permite nos tomaremos algo.

Todo con un estilo fresco y sencillo, que suponía una comunicación directa con los usuarios a través de blogs y redes, así como el desarrollo de ideas originales para extender la masa crítica de público, como concursos a la ciudad que más molaba de España, entre otras iniciativas.

Y han mantenido ese estilo hasta el final, con un mensaje en el que piden a los usuarios de la aplicación que les saluden por la calle si les reconoce, y así les invitarán a algo en agradecimiento, o que aprovechan para poner a la venta parte del material de la empresa (equipos informáticos y tecnológicos…), para poder así liquidar la empresa.

Esa forma de trabajar les lleva incluso a recomendar a quienes se interesaran por este sistema de comunicación las empresas de la competencia más directa a las que pueden recurrir.

LA CARTA DE DESPEDIDA

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