La participación le gana terreno al miedo en el Prado San Roque

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Parece mentira cómo pasa el tiempo, pero ya han pasado 18 años desde que los primeros síntomas de abandono comenzaron a verse en la zona de Prado San Roque y Río de la Pila.

Al principio no era tan evidente, pero a partir del año 2008, con la implantación del funicular, los vecinos fueron comprendiendo cada vez más que no lo habían instalado para ellos. El objetivo, más bien, era degradar la zona, echarlos y que ese funicular lo disfrutaran otros que vengan detrás. Lo llaman gentrificación.

Vertedero en Prado San Roque-Río de la Pila

Vertedero en Prado San Roque-Río de la Pila

Por ello el estado de degradación ha continuado, solo eliminándose parches que el Ayuntamiento ha ido cubriendo para defenderse de las acusaciones. Actuaciones insuficientes que no resolvían los verdaderos problemas.

Y ahora que se han organizado, ante la ausencia y el silencio de las asociaciones de vecinos oficiales, les miran mal. Parece que se lo tomen como un ataque personal, como si criticar la actuación del Ayuntamiento fuese un ataque privado con fines vengativos.

Y peor que lo ven si se unen varios barrios que sufren el mismo problema, como ha ocurrido con las asociaciones recientemente creadas en Entrehuertas y en Antonio de Cabezón y Francisco Giner.

Al parecer, cuando la concejala de Barrios visitó esta última calle y aseguró haber pasado “un mal rato”, no es la única vez que se ha sentido personalmente atacada. Algo que los vecinos no comprenden, pues entienden que la interrelación con las instituciones debería ser más cercana y fluida.

Los vecinos creen que el Ayuntamiento se toma las críticas como algo personal

Es algo que aún les cuesta entender a los vecinos más ancianos, aquellos que vivieron muchos años bajo un yugo dictatorial que finalmente hizo mella en su modo de ver la política. Estos están perdiendo el miedo ahora, que ven que la segunda y la tercera generación del barrio están tirando del carro.

Se sienten más motivados y cada vez participan más. Se ha dejado atrás el miedo a sufrir lo mismo que Amparo, con la que muchos se identificaban por cercanía de edad y parecido de situaciones (con una expropiación amenazando como una espada de Dámocles).

Ahora ven que cada vez más vecinos de los alrededores se unen, incluso desde otros lugares de Santander, y eso le da aire a sus ganas de luchar por conservar sus viviendas.

CONGLOMERADAS ORGANIZA UNA PROYECCIÓN EN SU APOYO

Tras la unión con las asociaciones vecinos de Entrehuertas y Vecinos de Antonio de Cabezón y Francisco Giner, la Plataforma de Salvemos Prado San Roque y Río de la Pila ahora está comenzando a organizarse.

Cartel de anuncio de la proyección de apoyo a Prado San Roque y Río de la Pila.

Cartel de anuncio de la proyección de apoyo a Prado San Roque y Río de la Pila.

El apoyo de otros vecinos de Santander que quieren visibilizar su problemática aumenta la demanda de más pancartas como las que adornan toda la zona. Incluso confiesan no tener tiempo suficiente para elaborar todas las que les piden.

Y también tienen mucho apoyo de otro tipo de organizaciones, como las Conglomeradas, siempre pendientes de la lucha contra el urbanismo feroz en Santander. Les han acompañado en varias jornadas de protesta, y el próximo jueves, día 26, han organizado una proyección para apoyarles.

Se trata de la película ‘El árbol, el alcalde y la mediateca’, que se emitirá en Eureka, en la calle San Simón, de ocho a nueve de la noche. La recaudación de este pase cinematográfico irá destinada a apoyar la financiación de los murales de los vecinos de Prado San Roque, donde denuncian este conflicto al que se enfrentan.

PRÓXIMAS ACTUACIONES REIVINDICATIVAS

Pero la Plataforma también trabaja por su cuenta, aparte de los apoyos recibidos, que son siempre bienvenidos.

En la reunión celebrada ayer por la noche en las Escuelas Verdes acordaron registrar por escrito una petición  de reunión con el Concejal de Urbanismo, César Díaz. Esta formalidad se llevará a cabo después de que tanto el Concejal como su equipo hayan ignorado sistemáticamente las peticiones de una de las vecinas, y trabajadora del Ayuntamiento, que les ha ido transmitiendo de manera más informal.

También han puesto sobre la mesa varios proyectos para continuar visibilizando su conflicto. Por ejemplo, se está planteando realizar una jornada de recogida de basuras, un trabajo que deberían hacer trabajadores municipales pero que está en abandono.

Las pancartas y la bolsas de basura son una de sus señas de identidad.

Las pancartas y la bolsas de basura son una de sus señas de identidad.

Esta jornada se organizará un sábado, previsiblemente cerca de la Semana Santa para aprovechar la afluencia de turistas que así puedan percibir la verdad de la situación del barrio. Y si hay algo que los vecinos consideren especialmente grave en el descuido de la zona, es que se trata precisamente el casco antiguo de la ciudad; precisamente la zona que más interesa a cualquier turista.

También se han planteado más opciones, como la de un concurso de fotografías, colgar más bolsas de basura desde la ventanas o continuar con el reparto de pancartas. La organización de la Plataforma tiene que reunirse y deliberar sobre estas propuestas, para así mantener vivo el compromiso que está instalándose en el barrio.

CUARENTA Y CINCO AFECTADOS SIN RESPUESTA

Su proyecto está actualmente parado, o al menos no tienen ninguna comunicación con el Ayuntamiento. Aunque hay que decir que los únicos que han tenido alguna conexión con el Consistorio han sido cuatro vecinos con los que se reunieron el año pasado. Pero es que los afectados no son solo cuatro, sino que ascienden a cuarenta y cinco.

De momento las Viviendas de Protección Oficial (VPO) previstas siguen construyéndose, y los vecinos creen pronto se inaugurarán. Quizá en otro acto en el que el alcalde volverá a aprovechar para posar para la foto.

La Plataforma de Salvemos Prado San Roque y Río de la Pila estará allí, por supuesto. Aunque no abuchearán ni montarán escándalo pues no quieren “caer en la trampa”. Lo único que quieren son explicaciones de qué será de ellos. De por qué se construyen sesenta nuevas viviendas, pero solo se plantean doce de ellas para reubicar a los vecinos.

¿Dónde irán el resto? ¿Y por qué si están construidas en el mismo suelo las nuevas viviendas son notablemente más caras y debe quedar en manos de los vecinos, la mayoría de edad avanzada, aportar la diferencia de precios con unos créditos que no les concederían dada su edad y estado de salud?

Son muchas incógnitas a las que los vecinos no tienen respuesta, porque por no tener, no tienen ni comunicación con el Ayuntamiento. Éste se la niega. Y la última vez que hablaron con algún responsable les llegó a negar la existencia de ningún proyecto, y les aseguró que la infografía presentada no era más que un dibujo del que no debían preocuparse. Y así siguen.

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