«¿Dónde estará mi voto?» El drama del voto ‘rogado’

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En enero de 2011 se aprobó la reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG). Fue impulsada por el PSOE y el PP, y aprobada gracias al apoyo de CIU y PNV. El objetivo de esta reforma, según los impulsores, era mejorar y facilitar el voto de los españoles en el extranjero. También se vendió como el modo de ‘controlar’ la entrada de Batasuna a las instituciones.

La realidad, más bien, fue que los pequeños partidos tienen ahora más dificultades para presentarse a las elecciones, pues para que un partido sin representación previa pueda presentar candidatura necesita la firma del 0,1% de los inscritos en el censo electoral (y ningún elector puede prestar su firma a más de una candidatura). En el caso de una agrupación de electores se exige diez veces más, la firma del 1% de los inscritos en el censo de la circunscripción.

Pero no es el problema de los partidos el que importa en este caso, sino en qué ha afectado al voto de los españoles en el extranjero. Y, si la intención era ‘mejorar’ y ‘facilitar’ su participación, lo cierto es que se ha logrado todo lo contrario.

La Marea Granate, que acoge a los emigrados indignados, lleva desde abril de 2013 ‘batallando’ con esta problemática, y ahora mismo su punto de mira es el gran número de españoles que se quedarán sin votar este 24 de mayo.

En la gráfica se puede apreciar que, pese a que según los años ha aumentado el número de emigrantes escritos en los Consulados, desde la reforma de la LOREG en 2011 el voto desde el exterior se ha 'desactivado'.

En la gráfica se puede apreciar que, pese a que ha aumentado el número de emigrantes inscritos en los Consulados, desde la reforma de la LOREG en 2011 el voto desde el exterior se ha ‘desactivado’.

Según los datos que nos han proporcionado, antes de la reforma de la LOREG el voto español emigrado estaba en torno al 35%. Hoy en día, pese a que ha aumentado el número de inscritos en los Consulados (requisito indispensable para votar), la participación ha bajado dramáticamente.

En las elecciones europeas solo pudieron votar el 2% de los emigrados, y en las pasadas elecciones andaluzas, pese a toda la movilización, solo lo consiguieron el 3,8%.

En Cantabria no hay datos concretos, pero desde la Marea Granate calculan que la participación de este colectivo no supere el 3 o el 4%. El dato para conocer esta dramática situación es que menos del 5% de los españoles en el extranjero han ‘rogado’ el voto.

‘VOTO ROGADO, VOTO ROBADO’

Desde la reforma de 2011 se ha aplicado una nueva burocracia para poder acceder al voto: el voto rogado. Esto significa que los españoles que se encuentren residiendo fuera del país deben ‘pedir permiso’ para poder ejercer su derecho al voto. Al voto rogado, los indignados lo han denominado ‘voto robado’.

A toda la pesadilla que supone ya inscribirse en el Consulado correspondiente, que en muchas ocasiones se encuentra a cientos de kilómetros de distancia y el coste del traslado es altísimo, y a la duda de si las papeletas llegarán y si lo harán a tiempo; ahora también se ha añadido esta ‘traba’ burocrática.

El primer paso que hay que hacer es inscribirse en el Consulado, dependiendo del régimen que le toque a cada persona. En el Censo Electoral de los Residentes Ausentes (CERA) se inscriben aquellos que han fijado en un país extranjero su residencia permanente. Y el Censo de Electores Españoles Residentes en España temporalmente en el extranjero (ERTA), corresponde a los españoles que están ‘de paso’ en un país o que no saben si su residencia allí durará más de un año.

La mayoría de los emigrados prefieren inscribirse en el ERTA por la inestabilidad laboral, ya que los españoles ahora mismo son una mano de obra barata que, en la mayoría de los casos, prueban suerte en los países sin la confirmación de poder establecerse en cada lugar.

Además, inscribirse en el CERA conlleva perder la tarjeta sanitaria española. También, desde la última reforma, los españoles con residencia permanente en el extranjero han perdido su derecho a votar en las elecciones municipales, ya que, según indica la nueva ley, han perdido “arraigo” en el lugar.

Pues bien, si los inscritos en el CERA pueden pedir el voto rogado por correo, no es el caso del ERTA. Ellos tienen que volver a trasladarse al Consulado para poder realizar el papeleo necesario para pedir sus papeletas. Y todo ello en un periodo de unos 25 días.

Evolución de la pérdida de votos durante el 'ruego' en las pasadas elecciones europeas.

Evolución de la pérdida de votos durante el ‘ruego’ en las elecciones generales de 2011.

Incluso, según los datos que maneja la Marea Granate, la mitad de los que han conseguido finalizar con éxito este trámite, no han recibido a tiempo las papeletas para poder ejercer su derecho a voto por correo, cuyo plazo finalizaba este jueves.

Imagínense también la frustración de una persona que ha puesto tiempo y dinero en realizar los trámites burocráticos para poder votar, y que se le impida por no llegarle a tiempo las papeletas.

“Ha habido gente que ha pagado mucho por ir a los Consulados”, cuenta Pablo. Y habla, por ejemplo, de los españoles que viven en Irlanda del Norte y cuyo consulado está en Edimburgo. “Son 200 libras de billete de avión, más una noche pasada allí y un día de vacaciones que tienes que cogerte”, explica para que nos hagamos una idea.

MUCHOS EMIGRANTES NO ESTÁN REGISTRADOS PARA NO PERDER DERECHOS EN ESPAÑA

No es de extrañar que mucha gente haya hecho cuentas y le salga más barato volver a casa este fin de semana para poder votar en persona. Es el caso de Andrea Rodríguez, una vecina natural de Penagos que reside en Londres desde hace algo más de tres años y medio.

Andrea, de 30 años y licenciada en matemáticas con un máster en banca, se sacó el año pasado el equivalente a un máster en educación secundario y lleva un año trabajando como profesora de matemáticas. Al igual que muchos españoles, no está inscrita en el Consulado. “No me interesaba porque perdía ciertos derechos en España y tampoco sabía cuánto me quería quedar”, confiesa.

Ahora que ha obtenido un trabajo más serio no ha podido realizar todo el papeleo para registrarse pues debería pedir días libres para ello. Por ello, como las elecciones han coincidido con sus vacaciones, le ha parecido más sencillo venir a España a votar. Eso sí, a tres días de las elecciones, confiesa que aún no tiene decidido el voto.

“La verdad es que el tema de los plazos me resultaba un poco confuso, y al final no he terminado de entender bien hasta cuándo tenía de margen, pero ya de por sí la cantidad de procedimientos a seguir echa para atrás”

Quien sí lo tiene muy decidido es Israel Ruiz, ingeniero de 24 años que actualmente reside en Bélgica. Además lo dice alto y claro, y quiere que se sepa: votará a Izquierda Unida.

A Israel, natural de La Cavada, le conocemos mejor por esas fantásticas columnas que escribe desde la distancia en El Faradio. Actualmente se encuentra realizando un Doctorado en Ciencias de la Ingeniería y Tecnología en la Universidad Católica de Louvain.

“El problema no es irte, sino hacerlo porque no hay más opción que irte o condenarte al paro o la precariedad”, confiesa en relación a su marcha. Tras ver toda la burocracia innecesaria, los plazos mal fijados y la desinformación que hay en los Consulados, ha decidido volver a Cantabria a votar “y aprovecho para pasar un par de días allí”.

DENUNCIAN QUE ES UNA LEY CREADA PARA “DESACTIVAR” EL VOTO EMIGRANTE

Hay otros con menos suerte que no podrán ejercer su derecho a voto. Es el caso de Christian Gómez, un santanderino licenciado en Derecho que reside en Londres desde hace dos años y medio. Christian sí está registrado en el CERA, por lo que no podría votar en las municipales, y reconoce que está “al 100% de lo que cada partido ofrece”. Tampoco podrá votar en las elecciones autonómicas porque se le pasó el plazo para inscribirse para votar por correo “y obviamente no puedo ir a España solo para eso”, se lamenta.

La Marea Granate se manifestará en los Consulados de varios países este 24M para denunciar el 'robo' de su voto.

La Marea Granate se manifestará en los Consulados de varios países este 24M para denunciar el ‘robo’ de su voto.

“La verdad es que el tema de los plazos me resultaba un poco confuso, y al final no he terminado de entender bien hasta cuándo tenía de margen, pero ya de por sí la cantidad de procedimientos a seguir echa para atrás”, cuenta. Así que este año no podrá votar, pese que sí lo considera necesario “y sin duda lo haría si estuviese en España”.

Este tipo de problemas son a los que se enfrenta la Marea Granate, a tratar de informar a los emigrados allá donde los Consulados “desinforman o dan información falsa o mala”. Pablo García, que trabaja desde dentro, conoce varios casos de personas que no han podido votar porque les han informado mal de los plazos para rogar el voto, u otros que han conseguido hacerlo en el último momento. El problema es que “muchas veces tienen que convencerles con la ley en la mano de que el plazo que les han dado no es el correcto”.

En tiempos electorales, los Consulados trabajan a un ritmo muy superior a otras épocas del año y los funcionarios no dan abasto. Por ello desde la Marea Granate proponen que se contrate a más personas en estos periodos y se les dé una formación adecuada como sucede en el Ministerio de Hacienda durante el periodo de la declaración de la renta.

Otros modos de agilizar el proceso serían que dejaran a los españoles inscribirse en los Consulados a distancia para evitar el gasto que supone el desplazamiento, o ampliar los plazos para mandar las papeletas. “Medidas de coste cero”, asegura Pablo. Aunque el principal objetivo de la Marea Granate es derogar la ley del voto rogado, y crear una ley electoral “mirando las necesidades del emigrante”.

En su opinión, el voto desde el extranjero se ha utilizado “desde el principio como arma política”. Y a Pablo no le cabe duda de que, en 2011, los dos partidos mayoritarios “sabían que el voto extranjero se podía volver contra ellos”, razón por la que cree que no les costó ponerse de acuerdo en esta reforma. Cree que, de esta forma, han logrado “desactivar” el voto del emigrante.

Por eso, en muchos casos, a los emigrantes solo les queda tomárselo con humor, como han hecho los miembros de la Marea Granate de Nueva York en este vídeo.

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3 Comentarios

  • Mikel Cadiñanos
    22 de mayo de 2015

    Resido en el extranjero y estoy inscrito en el CERA desde el año pasado. Para estas elecciones no he recibido mi tarjeta pero voy a ahora a la embajda a ver qué pasa. Aquí ya es el último día para votar. Os contaré cómo ha ido.

      • Mikel Cadiñanos
        25 de mayo de 2015

        Como me esperaba mi mujer y yo no hemos podido votar. No me ha quedado muy claro, es bastante confuso todo y no recuerdo cómo hice para las europeas, que fueron las primeras para mi en el extranjero. Parece ser que para cada elección te mandan una carta a casa, la cual tienes que devolver pidiendo el voto y pagando el sello. Como en el último año nos hemos cambiado de casa y no hemos informado a la embajada del cambio de dirección, las han debido de mandar al antiguo domicilio y la «simpática» de nuestra excasera no nos ha avisado, a pesar de que quedamos en ello; y por eso hemos perdido el «derecho».
        En cualquier caso, hasta los empleados de la embajada, no voy a decir cual, flipan con lo difícil que es esto del voto. Parece ser que los plazos para hacer los trámites son superjustos y dependen de alguna orden ministerial o algo así que llega cuando llega, por lo que hay que vivir pendientes de la web de exteriores si tienes que hacer algún cambio o reclamación. Si quieres votar desde el extranjero te lo tienes que proponer realmente y disponer de tiempo. No me quiero imaginar lo que debe ser si encima no vives en una capital con la embajada a mano.
        De momento hemos informado del cambio de dirección y esperamos poder votar para las generales.

        Un saludo.

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