Este sábado ha habido asamblea abierta en la sede de Izquierda Unida (IU) en Santander, en la calle Isaac Peral. El objetivo era informar de cómo van las distintas negociaciones y reuniones con los partidos de la oposición al Ayuntamiento de la capital.

A las diez de la mañana estaban ya esparcidos por la calle los primeros militantes. A esa hora estaba convocada la asamblea, aunque ha empezado con retraso.

MIguel Saro en la Asamblea Abierta de esta mañana.

En la puerta esperaba una de las militantes más antiguas, que este año cumplirá 80 años. Al preguntarle qué siente al haber sacado un concejal en Santander después de veinte años fuera del Ayuntamiento, se muestra feliz pero se lamenta del estado de la formación en Madrid.

Y es que alguien que ha vivido toda la historia reciente de España (nació antes de la guerra) ha sido testigo del auge y caída de algunas formaciones, de partes de ellas y de cómo algunos pactos han resultado a la larga más una manzana envenenada que una oportunidad. Por ello se muestra tan cauta con los resultados. Y no es la única.

MIGUEL SARO VE “MUY DIFÍCIL” FORMAR UN GOBIERNO ALTERNATIVO EN SANTANDER

Una vez llegan los dirigentes, las puertas se abren y los militantes entrar a la sede. Se acabaron las conversaciones. Cuando llega Miguel Saro, concejal electo de la formación, se disculpa por la tardanza y enseguida se dispone a resumir las reuniones que ha mantenido con los distintos grupos políticos.

Cuando habló con De la Serna asegura que no llegaron a tocar ningún tema concreto, pues ya avisó de que no le apoyaría. Casares, nos cuenta, está tentando a toda la oposición, en busca de un consenso que eche al PP del Ayuntamiento. Al respecto, los cinco grupos tienen una reunión en el Consistorio el próximo lunes.

Pero no lo tendrá fácil Casares. Mientras que Izquierda Unida y Ganemos Santander Sí Puede están dispuestos a buscar alternativas, pero PRC y Ciudadanos parecen menos por la labor.

Saro considera «muy difícil» llegar a crear un gobierno municipal alternativo.

Mientras que los primeros dependen mucho de Revilla, que ya ha adelantado que preferiría que De la Serna siguiera como alcalde; los segundos no pueden tomar decisiones sin contar con el Comité nacional, y se limitan a su decálogo de nueve puntos.

La última condición de Fuentes Pila (candidato del PRC) ‘enfría’ aún más la posibilidad de un acuerdo. Y es que el PRC no ve fácil formar un gobierno municipal en el que no estén las cinco fuerzas representadas. Se sabe que al menos dos de los cinco grupos no quieren entrar a formar parte del Ejecutivo, por lo que Saro lo ve más como una “excusa” que una condición.

Saro tampoco cree adecuado que IU entre ahora en el gobierno. Considera que aún están ‘verdes’ en el conocimiento de la política interna de este Ayuntamiento, y que probablemente serían más útiles en una oposición fuerte. Y es por todo ello que ve “muy difícil” lograr un gobierno alternativo para Santander.

Su preocupación ahora es poner su programa electoral por delante, que han votado más 5.000 santanderinos. Y estas personas deberían tener voz en el Ayuntamiento. Para eso precisan tener un grupo municipal, por lo que habría que modificar el Reglamento Interno del Pleno.

Este se aprobó en 2004, “hecho a medida para los tres fuerzas municipales, PP, PRC y PSOE”, y tal y como está ahora, no sería posible que “ninguna de las tres fuerzas que han entrado al Ayuntamiento tendría grupo municipal, lo que es esencial para tener voz en el Pleno y hacer política en él”, asegura Saro.

“EL ACTUAL PGOU ES ANTI SANTANDERINO”

El ambiente dentro de Izquierda Unida es alegre, pero muy cauto. En declaraciones a El Faradio, Saro asegura que hay muchos simpatizantes que se están afiliando ahora, ante la oportunidad de pasar del trabajo “al frío de la calle, que es nuestro sitio”, a poder también influir con más fuerza “al calor de las instituciones”.

Pero, ante todo, los militantes y simpatizantes son cautos, y en la asamblea de hoy han hecho algo llamativo. Algo que deberían hacer aquellos partidos que han sido castigados, con más motivo aún que una formación que ha recuperado suficiente apoyo para contar con un concejal, veinte años después.

Han hecho examen de conciencia. Sí señor, han mirado al pasado, y lo han analizado para no volver a perder apoyo. Recuerdan que en los años 90, IU obtuvo un concejal, que cuatro años después se amplió a tres. Las siguientes elecciones los perdieron todos.

¿Qué ocurrió para que esto sucediera? Pues que los concejales ignoraron la voz de la Asamblea. Una vez más la misma historia. Los partidos pierden apoyo en cuanto dejan de escuchar a sus votantes. Parece que Izquierda Unida en Santander ha aprendido esta lección, y no quiere repetirla.

“Es como en la Antigua Roma”, dice Saro cuando le preguntamos por ello. Se refiere al mito que dice que cuando un general volvía de una batalla victorioso y entraba en un desfile lleno a alabanzas, un esclavo iba detrás suyo diciéndole: “Recuerda que eres mortal”.

“Lo que están diciendo es que soy el único concejal pero tengo que contar con el consentimiento y la aprobación de la Asamblea para todas las decisiones”, finaliza. “Somos una organización democrática y no puedo tomar las decisiones por mi cuenta”.

Han hecho examen de conciencia. Sí señor, han mirado al pasado, y lo han analizado para no volver a cometer los mismos errores que les llevaron a perder los concejales en 1995

Y es por eso que no quieren perder la perspectiva de sus objetivos más firmes. “Tenemos que ser el Pepito Grillo en el Ayuntamiento”, dice Saro a los militantes. Y se refiere a cualquier escenario, sea quien sea el que se haga con la Alcaldía el próximo 13 de junio.

Y como los Pepito Grillo, no olvidan uno de sus objetivos principales marcado en el programa electoral. Uno que comparten con toda la oposición, al menos de cara a las elecciones, pero que últimamente se ha diluido del discurso de la mayoría: la modificación del Plan General de Ordenación Urbano (PGOU).

Un PGOU que considera urgente modificar porque en su opinión es “anti santanderino”. Saro cree que tal y como está planteado beneficia más a “residentes de otras ciudades con rentas altas” para que puedan adquirir una segunda vivienda que a los habitantes de Santander.

“Es una fórmula para seguir creando suelo urbano para que los constructores, que son los amigos del gobierno municipal y los que le financian al final, puedan seguir ganando dinero”, ha denunciado.

Por ello IU considera una prioridad modificar este PGOU y hacer la ciudad más “vivible” para sus habitantes. Recordemos que el Plan General prevé que Santander llegue a 270.000 habitantes en el año 2025. Algo que Saro considera imposible, dado que en los últimos años la población de la capital ha descendido a 175.000 (solo en 2015 ha perdido 2.000 personas en lo que va de año).