El consejero de Economía, Hacienda y Empleo del Gobierno de Cantabria, Juan José Sota, ha advertido este lunes de que la situación financiera de la comunidad autónoma «amenaza con llevarnos a una especie de troika», en relación al organismo que supervisa y ordena los recortes en toda Europa.

Lo ha asegurado en una comparecencia, solicitada a petición propia, ante la Comisión de Economía del Parlamento de Cantabria para explicar la realidad de las cuentas financieras en las que se encuentra la comunidad; y durante la cual los partidos de oposición han expresado su temor a que lo que quiera hacer es preparar el terreno para próximos recortes.

Entre los asuntos recordados por Sota, se encuentra el incumplimiento del objetivo de déficit de 2014, apenas unos días después de aprobar el Plan Económico Financiero 2014/2015 (el objetivo era un 1% y acabó siendo de un 1,62%), que fue ocultado por «motivos electorales» porque «contradecía su discurso de que todo iba bien».

Juan José Sota ante la Comisión de Economía.

La consecuencia de este desajuste ha supuesto la obligación de la Comunidad Autónoma de enviar un Plan de Reequilibrio al Gobierno central que, de no cumplirse, se aplicarán las medidas previstas en el artículo 25 de la Ley Orgánica 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.

Estas medidas se traducen en la retención de créditos para garantizar el cumplimiento de ese objetivo, así como solicitar al Ministerio de Hacienda que haga un depósito con interés en el Banco de España equivalente al 0,2% del PIB.

De no ser así, el riesgo es que el Gobierno central acuerde el envío de una Comisión de Expertos para valorar la situación económica-financiera, con medidas de obligado cumplimiento. A esta Comisión es a la que Sota ha calificado cono «una especie de Troika», que «amenaza» con caer sobre Cantabria.

Sota ha destacado que este Plan Económico-Financiero debió presentarlo el anterior gobierno antes del 24 de mayo, justo un mes después de que el Ministerio de Hacienda elevara al Consejo de Ministros el primer informe sobre el grado de cumplimientos de los objetivos de estabilidad presupuestaria.

«VAMOS A INTENTAR NO METER LA TIJERA EN SANIDAD, DEPENDENCIA O EDUCACIÓN»

Sota ha matizado que en ese plan de ajuste que elaborará su Gobierno de cara a los presupuestos de 2016, en el que debe cumplirse el objetivo de 0,3 del PIB (entorno a los 39 millones de euros), y en el que se tendrán que hacer ajustes por valor de 110 millones de euros.

«Vamos a intentar, y creo que vamos a conseguir, no meter la tijera» en áreas como educación, sanidad o dependencia, recordando sus primeras medidas como devolver la universalización de la sanidad o el apoyo a una educación pública.

«Vamos a darle una vuelta a las prioridades» ha insistido el consejero que pretende que los presupuestos de 2016 cuentan «con un amplio apoyo». Sota insiste en la necesidad de un cambio de modelo productivo para que el crecimiento deje de estar centrado en dos ejes: construcción y hostelería (que «son en parte lo que nos ha llevado a la crisis económica»).

El Consejero ha insistido, sin concretar, en que el Gobierno pretende apostar porque «la formación de nuestros jóvenes sea útil a nuestro tejido industrial», en colaboración con empresarios y sindicatos; y, en materia social «una apuesta importante por la educación, sanidad, servicios sociales, modificando la legislación de dependencia que impide a los ciudadanos acudir a esa necesidad en un tiempo más rápido».

Sota se ha comprometido a incluir medidas contra el fraude y no descarta modificar el IRPF. También también ha confirmado la intención de subir el impuesto de sucesiones para grandes herencias, es decir, de más de 50.000 euros (que supone, ha asegurado, a un 40% de las herencias de Cantabria), «para que pague quien más tiene y no las viejecitas pobres como han dicho».

Sota considera que no afectará a los cántabros de a pie, quienes más del 60% cuenta con herencias inferiores a esa cifra. En ese ámbito ha recordado los ingresos que supuso la herencia de Severiano Ballesteros, al contrario que la de Emilio Botín, que no llegó a las arcas cántabras y «que no sé si se luchó por eso o no pero aquella vez lo ingresamos y esta vez no».

EFECTO NEGATIVO PARA EL DÉFICIT DE VALDECILLA Y NESTOR MARTIN

Sota comparece en el Parlamento de Cantabria

También, ha añadido Sota, se ocultó el efecto negativo que tuvo para el déficit de 2014 la financiación de las obras del hospital Valdecilla o la inversión en la fábrica Néstor Martin (cuya gestión está en los tribunales), informa Eva Mora.

Los partidos de oposición han expresado su temor a que este diagnóstico sea la antesala a nuevos recortes, como ha señalado el portavoz de Podemos, José Ramón Blanco, que ha insistido en la necesidad de una reforma fiscal consensuada por los cinco grupos.

El diputado y portavoz del Grupo Mixto (Ciudadanos), Rubén Gómez, ha incidido en que esta situación ya se intuía, y, pese a ello, se sigue «malgastando» por aumentar el número de directores y subdirectores en el Ejecutivo; y se siguen anunciando medidas que suponen desembolsos económicos, como es la subvención de 6 millones de euros a una empresa privada como es el Racing de Santander, a lo que Sota ha insistido que el Gobierno no tienen intención de poner dinero público «sino que estamos buscando patrocinios».

Desde el Partido Popular, Cristina Mazas, diputada y exconsejera de Economía, ha admitido que la situación de las cuentas cántabras es «dura» por la financiación bruta de Valdecilla y Néstor Martin (aunque insiste en que no supone en desembolso directo pues son avales); si bien ha recordado que parte del crecimiento de sus años de Gobierno de estas cifras se debe a las «facturas en el cajón», dejadas sin pagar por PSOE y PRC en el Ejecutivo (más de 300 millones de euros) y que tuvo que asumir el Gobierno de Diego.

Mazas ha coincidido con Podemos en el objetivo que busca Sota en esta comparecencia, e insiste en que se ha demostrado que la prioridad de este gobierno «son las carreteras» y no las personas, pues sí ha presentado un Plan de Obras Públicas, y no se ha llevado en primer lugar la «serie de acuerdos programáticos que no tienen solidez presupuestaria», en referencia al acuerdo de investidura que el PRC firmó con Podemos en materia de asistencia social y dependencia.

Por su parte, la portavoz socialista Silvia Abascal, ha asegurado que «nunca» se hubieran imaginado que las cuentas cántabras tuvieran ese grado de «caos» y «catástrofe económica», con presupuestos «engañosos» y dinero perdido por «aventuras personalistas» del expresidente Diego, en relación a la inversión en Néstor Martin/Ecomasa.

Desde el PRC, Rosa Valdés ha hablado de la necesidad de transparencia para sentar las bases del crecimiento de futuro de Cantabria, y ha cargado contra los recortes del Partido Popular en su etapa de gobierno y su constante alusión a la «herencia recibida», que se les ha vuelto un «boomerang» por su propia herencia.