Hace unos días AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil) de Cantabria denunció públicamente la existencia de una presunta trama corrupta relacionada con la realización de transportes especiales que podría haber contado con la colaboración de agente de la Guardia Civil de Tráfico y policías locales de Santander.

La Asociación ha denunciado que más de un centenar de transportes especiales de piezas para la construcción del Centro Botín enviadas a lo largo de 2014 pudieron realizarse sin permisos por parte de una empresa vinculada a un agente del cuerpo. Concretamente la trama apunta al antiguo jefe de la Agrupación de Tráfico en la comunidad autónoma, Lorenzo Bárez, y a uno de sus subordinados que ha solicitado la excedencia.

La causa ya ha sido abierta en el Juzgado de Instrucción número 1 de Santander después de pasar por la Fiscalía Anticorrupción. En estos momentos continúa también la investigación interna por un presunto delito de negociaciones prohibidas a funcionarios públicos.

Obras del Centro Botín

Tanto el Delegado de Gobierno, Samuel Ruiz, como la Guardia Civil informaron, tras la denuncia de AUGC, que esta investigación se ha desarrollado «desde el momento en el que se tuvo conocimiento» del supuesto transporte sin permiso de piezas del Centro Botín.

Ahora, en una nota de prensa, AUGC ha querido realizar puntualizaciones sobre algunas de esas afirmaciones. Y es que la Asociación afirma que, para más gravedad, los investigadores enviados por el General de la Agrupación llegaron un mes después de que se llevara a cabo su denuncia, concretamente el 5 de julio, un dato que creen que se olvidó mencionar la versión oficial.

TODO COMENZÓ CON LA LLEGADA DE UN ANÓNIMO

Según informa AUGC, «Todo este asunto se inicia, tanto por nuestra parte como a nivel oficial, por una carta anónima» recibida el pasado mes de febrero. Este escrito lo recibió directamente en su domicilio particular el Secretario General Provincial de AUGC, Alberto Alegría, al igual que la propia Guardia Civil, «parece ser que en la persona del General Jefe de la Agrupación de Tráfico».

La Asociación destaca que, pese a no tener ningún medio oficial para investigar, ellos registraron ante la Fiscalía un escrito donde daban cuenta de todo y manifestaban que, según las averiguaciones que habían podido realizar, «entendíamos que pudiera ser cierto en todo o en parte lo contenido en el mencionado anónimo».

Este registro se efectuó el pasado 21 de mayo, y hasta el 5 de julio no llegaron los investigadores. La Benemérita afirmó, tras hacerse público el caso, que «han sido los propios controles internos de la Guardia Civil los que han llevado el pasado mes de julio ante la autoridad judicial la información acerca de esta posible conducta», algo que AUGC considera falso pues, en su opinión, «no ha funcionado ningún tipo de control interno» y la mayoría de los datos con los que cuenta la investigación los han aportado ellos.

La Asociación de Guardias Civiles ha solicitado personarse como acusación en el proceso, pues considera parte de sus señas de identidad «perseguir y luchar contra cualquier forma de corrupción»

«No podemos dejar de preguntarnos de nuevo cómo es posible que esto sucediera delante de las narices de jefes y oficiales», han manifestado, lo que en su opinión refuerza su afirmación de que «no existe ningún tipo de control cuando de las actividades de algunos se trata, cosa muy diferente si hablamos de los guardias que están en la calle prestando servicio a la población».

Según la denuncia, durante el año pasado se realizaron, presuntamente, más de cien viajes desde la periferia de Santander al lugar donde se construye el Centro Botín, a cargo de una empresa propiedad del agente implicado o de familiares suyos.

La AUGC ha denunciado que se daban «incidencias fingidas» a las patrullas para despejar el camino de estos transportes especiales sin licencia. Además, podrían haber conseguido la «connivencia» de la Policía Local de Santander, puesto que el último tramo de acompañamiento, dentro de la ciudad, corresponde a este cuerpo.