Luisa Real: “No nos gusta el nuevo modelo de Valdecilla”

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Luisa Real, consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria || Foto: El Faradio

Luisa Real tiene un claro perfil gestor y experiencia previa en los Servicios Sociales del Gobierno de Cantabria, desde donde se encargó de la implantación de la Ley de Dependencia, en la anterior etapa de Gobierno del PSOE, antes del tsunami político de 2011.

Aunque hasta la fecha siempre ha llevado un perfil público de baja exposición, ahora tiene que llevar las riendas de toda una Consejería de Sanidad autonómica. Es parte del reto que aceptó cuando recibió la propuesta del PSOE de formar parte del nuevo Gobierno, tras la reedición del pacto con el PRC, con permiso de Podemos, que desalojó de Peñaherbosa al PP después de las elecciones de mayo.

Como otros colegas autonómicos, en esta primera fase le está tocando confrontar con el Gobierno central (PP) en un asunto que ha marcado la política de Salud de los populares en esta última legislatura: la exclusión sanitaria derivada del Real Decreto 16/2012. Cantabria ya ha pedido que el Estado lo derogue para volver al consenso anterior.

Aunque el día a día de la gestión sanitaria en Cantabria estará marcado por la convivencia con el nuevo modelo de Valdecilla, que dejó atado el PP para los próximos 20 años (cinco legislaturas, que se dice pronto) con el megacontrato que firmó con Ferrovial para finalizar las obras del hospital, del que estamos conociendo los detalles en las últimas horas.

Son temas que abordamos con Luisa Real, consejera de Sanidad del Gobierno de Cantabria, en una entrevista concedida a El Faradio.

VALDECILLA: “NO ES NUESTRO MODELO DE GESTIÓN”

“Este no es nuestro modelo de gestión”, lamenta Luisa Real sobre el megacontrato – 759 millones de euros y una duración de 20 años- que firmó el anterior Gobierno del PP con Ferrovial para la finalización de las obras del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, la principal infraestructura sanitaria de Cantabria, en obras desde el accidente del 3 de noviembre de 1999 en el que perdieron la vida cuatro trabajadores.

Al respecto, explica que la consejería de Sanidad ha pedido una valoración jurídica y económica del contrato pero, aunque “cualquier contrato se puede revertir si indemnizas al contratista”, como apunta Real “evidentemente Cantabria no se puede permitir ese gasto añadido”, por la elevada cifra de dinero y la larga duración del mismo – cinco legislaturas-.

Y es que el coste de soltar amarras con Smart Hospital Cantabria, la sociedad creada ad hoc por Ferrovial y SIEC, contratistas de la obra y la explotación para los cuatro próximos lustros, se elevaría a la fecha a, como mínimo, 140 millones de euros.

Un contrato que, como hemos conocido esta semana, centraliza lo que antes eran 40 servicios externalizados en 12 áreas de gestión extrasanitaria, como la informática, las historias clínicas, la restauración o la reposición del material.

Servicios que no son considerados como ‘de bata blanca’ pero que «mantienen una relación» con la atención, la gestión, el personal público y el personal directivo del Servicio Cántabro de Salud.

De manera que, prácticamente descartada por el momento la anulación del megacontrato, deja a la Consejería de Sanidad y al Gobierno de Cantabria la única opción de «hacer un seguimiento» para que haya un “cumplimiento estricto” de las condiciones pactadas en la firma.

“¿QUÉ HARÍA LA EMPRESA SI NO LE SALEN LOS NÚMEROS?”

Es la gran pregunta, porque hay antecedentes en España y sobre todo en el Reino Unido, con el mismo modelo de gestión, de concesiones que han tenido que ser rescatadas por las administraciones públicos. La situación es la siguiente: estamos ante un nuevo modelo de gestión del Hospital que depende para su funcionamiento de una empresa privada que, a su vez, «tiene su legítimo interés en lograr un beneficio», argumenta la consejera.

Y es que no caben muchas opciones desde la perspectiva empresarial: que la empresa logre beneficio con una mayor eficiencia en la gestión; que la empresa logre beneficio con una reducción de la calidad en la prestación de los servicios; o que la empresa no logre beneficio y se plantee un nuevo escenario.

Siempre dejando claro que es una hipótesis, la consejera se hace las mismas preguntas que cualquiera de nosotros: “¿Qué haría la empresa si no le salen los números? ¿Iba a asumir la carga?¿Pediría un incremento? ¿Pediría a la administración que se haga cargo?». En este sentido, Real considera que hay “un riesgo evidente”,

“Por eso no nos gusta y estamos en contra de este modelo de gestión, que hipoteca a la comunidad autónoma 20 años y a los cinco próximos gobiernos, no dejándoles posibilidad de cambio”, sentencia.

EL TRASLADO AL NUEVO VALDECILLA, PENDIENTE DE LICENCIA MUNICIPAL

Como era de prever, Valdecilla fue un arma electoral del PP en las últimas elecciones. Vistos los resultados no le sirvió de mucho, pero Mariano Rajoy dio el pistoletazo a la precampaña con una visita al hospital e Ignacio Diego recibió una denuncia en la Junta Electoral por un acto en plena campaña electoral.

Las obras de la Fase III se daban por concluidas en mayo y se esperaba que al final del verano podría empezar los traslados de los servicios desde la Residencia General hasta el nuevo edificio, la Fase III; sin embargo no ha sido así.

“El limitante ahora para iniciar el traslado es que no hay licencia de ocupación”, explica Luisa Real, aunque la solicitud está registrada por la empresa concesionaria en el Ayuntamiento de Santander desde el 1 de julio.

Por otra parte, el nuevo director gerente del hospital, Julio Pascual, tiene que reunirse con todos los jefes de servicio para coordinar cómo se va a hacer el traslado, que “no se va a hacer en un día ni en un mes”.

SOBRECOSTES POR LAS URGENCIAS PEDIÁTRICAS

La anterior dirección del hospital planificó que los trabajos para remodelar las urgencias pediátricas se iniciaran el 1 de septiembre, porque previsiblemente era una época de menos ocupación de las Urgencias, con una duración de un mes.

Y durante las obras ha habido un problema en la cubierta que es necesario incorporar a la obra. Un “añadido” (o sobrecoste)  que ha hecho necesario celebrar un contrato con la concesionaria, aparte del megacontrato de Valdecilla.

EXCLUSIÓN SANITARIA

Además de no gustarle el nuevo modelo heredado para la gestión de Valdecilla, Luisa Real está en contra también de la exclusión sanitaria, en línea con las nuevas políticas del Gobierno regional. Por eso Cantabria ha pedido al Estado que derogue el Real Decreto 16/2012, de manera que las comunidades autónomas puedan volver a la universalidad en la atención sanitaria.

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Luisa Real en su despacho de la Consejería de Sanidad || Foto: El Faradio

Un decreto que para la consejera “cambió de forma unilateral los principios y valores de nuestro Sistema Nacional de Sanidad” y “transformó un sistema público basado en impuestos en un sistema de aseguramiento”.

Y endurece la crítica al PP, porque con aquella normativa “rompió un consenso en Sanidad”, que además “se había plasmado unos meses antes en la Ley General de Salud Pública”.

Según su criterio “ha sido el mayor cambio y el mayor retroceso en la Sanidad en los últimos 25 años”.

Además, cuestiona las dos principales líneas argumentales de los populares: que la medida haya supuesto un ahorro – Real remite a un reciente trabajo de la Comisión Europea que concluye que lo que ahorra es “la asistencia normalizada a los inmigrantes”- y el turismo sanitario para justificar la exclusión de los inmigrantes irregulares, que le parece “penoso”.

En relación a un turista europeo que demanda atención sanitaria  en España “lo que hay que hacer es cumplir la normativa”. Es decir, atender y después reclamar a su Estado de procedencia el importe, la compensación.

NUEVO EQUIPO

No tiene el modelo de gestión que defiende; no tiene la capacidad económica para revertir el contrato; necesitará un seguimiento estricto del megacontrato de Valdecilla para garantizar su cumplimiento; ni licencia de ocupación para poner en marcha el nuevo hospital; se ha encontrado sobrecostes que afrontar; tampoco tiene la capacidad legal para terminar con la exclusión sanitaria… pero no todo iban a ser malas noticias, porque Luisa Real ya tiene, desde esta semana, cerrado el equipo que le acompañará en esta nueva etapa en la Consejería de Sanidad.

Así, a los nombramientos de Julián Pérez Gil, gerente del SCS (procedente de Osakidetza), y Julio Pascual, director gerente de Valdecilla, el Consejo de Gobierno ha aprobado los de los gerentes de los hospitales de Sierrallana, Benigno Caviedes (SCS), y Laredo, Andrés Larrazabal (Osakidetza).

Entre todos, tienen cuatro años por delante para mantener la buena estima de los cántabros por el servicio mejor valorado de todos: la Sanidad.

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