Sigue la demanda de información sobre los problemas del Centro Botín, un equipamiento privado sobre suelo público vendido desde el Ayuntamiento de Santander como trascendental para el futuro de la ciudad sin que se produzcan explicaciones en torno a los sobrecostes y retrasos que viene acumulando.

Obras en el Centro Botín

Si hace escasas semanas era el editor Jesús Herrán el que anunciaba que llevaría el asunto a la próxima reunión del Consejo Municipal de Cultural, ahora el tema da el siguiente salto y llegará al Pleno municipal.

Porque los partidos de oposición PSOE y Ganemos han planteado, por separado, preguntas sobre la situación del Centro Botín, marcado por unos retrasos y sobrecostes en torno a los que, como todo lo relacionado con este equipamiento cultural, existe mucha opacidad.

Es un asunto sobre el que llama la atención, por un lado, el líder del PSOE de Santander, Pedro Casares, quien hace hincapié en el contraste entre las reiteradas alusiones del alcalde Ínigo de la Serna a su proyecto y su “silencio” actual, además de querer conocer quién se hará cargo de los sobrecostes en la obra, que suman ya 20 millones de euros.

“No se puede vender humo siempre. Hay veces que hay que hacer un ejercicio de responsabilidad y responder a cuestiones concretas con datos concretos. La indefinición y el escaqueo son una marca de fábrica del PP pero en este caso les exigimos que se aclaren estos términos cuanto antes”, asegura, por su parte, Antonio Mantecón.

Todo con la paradoja de que era recientemente Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, el que hablaba públicamente de los desacuerdos entre las constructoras y los problemas que viene sufriendo el edificio.

La otra paradoja: los problemas entre las empresas se conocieron después de que trascendieran en EL DIARIO MONTAÑÉS al día siguiente de un encuentro del alcalde y representantes de la Fundación Botín con creadores de la ciudad, a los que se les informó de los proyectos de futuro, entre ellos el Centro, pero sin informarles de toda esta situación.

EL PSOE: RETRASOS, SILENCIOS Y SOBRECOSTES

Casares enumera los sucesivos retrasos en las fechas ofrecidas públicamente “a bombo y platillo” por el propio De la Serna, que ahora guarda un “incomprensible” silencio.

Retrasos que se han debido a cambios en el proyecto y a desacuerdos entre sus impulsores, las constructoras ASCAN y OHL (responsables de las obras) y la Fundación Botín, que las financia, y que giran en torno a quien asume los sobrecostes por esos cambios, 20 millones de euros que no se sabe quién va a asumir.

“Los santanderinos tienen derecho a conocer el estado de las obras que se están realizando en el suelo público de su ciudad” señala Casares, tras hacer hincapié en la importancia del proyecto y en su ubicación, en el frente marítimo y en los Jardines de Pereda, en el centro de la capital y en suelo público.

Para Casares, los anuncios del alcalde eran “parte del fraude electoral”, y los ha comparado con la visita al Hospital Valdecilla, “que aún no está a pleno rendimiento”.

GANEMOS: FALTA DE TRANSPARENCIA

Desde Ganemos se habla de un proyecto “en situación de paro casi total de las obras” en medio de un “silencio total” y “oscurantismo” del equipo de Gobierno.

Todo sin que se produzcan explicaciones pese a las “alharacas publicitarias” en torno a un proyecto, que por un lado es de carácter privado, pero por otro es el “proyecto estrella” del alcalde y del que siempre se ha dicho que “iba a llenar de nuevos horizontes la ciudad”.

Mantecón enumeraba otros aspectos sobre los que no se ha informado en lo relacionado con el Centro Botín: la exención a la Fundación del pago de las tasas y el cumplimiento de la normativa de ruido, así como el incremento en 42.833 euros del coste del contrato municipal de mantenimiento de túneles que ha causado el soterramiento del tráfico, publicados ambos por EL FARADIO.