¿A quién votarán los votantes de Revilla en mayo? Es la gran pregunta que se hacen en los partidos nacionales que se presentan a las Elecciones Generales en Cantabria.

Y será, en la búsqueda de respuestas a esta incógnita principal, como se irán dejando ver sus estrategias para captar al mayor número posible de los votantes de Revilla en las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo.

Hablamos del 30% de los votos en la última cita, una cifra que se acerca a los 100.000 cántabros. 96.070 papeletas que fueron a la urna de Revilla y que serán decisivas el próximo 20 de diciembre.

Rivera y Revilla

Lógicamente, todos los partidos que se presentan a las Generales quieren pescar en ese caladero, al margen de las dinámicas nacionales que dibujan las encuestas.

De hecho, por este factor, el comportamiento del voto en Cantabria puede ser el más impredecible del conjunto del Estado.

Revilla, que esta vez no se presenta,  lo sabe, se deja querer y hasta parece divertirse.

Acaba de inaugurar su canal de Youtube, que habrá que seguir para ver qué mensajes lanza. En su primer vídeo, se ha mostrado “hasta los cojones” de que Cataluña sea el único tema de la agenda – podríamos extraer que no le gusta que funcione la estrategia del PP, que es en cierta medida del bipartidismo-.

El líder del PRC se presentó a las últimas Generales y no llegó al 13% de los votos – acababa de perder el Gobierno, más por la debacle del PSOE que por sus propios errores-; pero en las anteriores, las de 2008, no se presentaba y pidió el voto para Zapatero. Fueron los últimos grandes resultados de los socialistas, con 161.000 apoyos (44%), a sólo cinco puntos del PP; en las últimas elecciones autonómicas el PSOE se quedó en un 14%.

En su última rueda de prensa, Revilla enmarcó su papel en las próximas elecciones. Viene de una confrontación larga (tres legislaturas) e intensa con el PP, pero de su última reunión con Rajoy en La Moncloa ha destacado que gana en las distancias cortas y ha dado validez a sus compromisos verbales con Cantabria; su socio de Gobierno (PSOE) sigue echando humo.

Es una forma de compensar, hacia un papel más neutral en la campaña electoral para el 20 de diciembre. Acercadas las posturas con Rajoy, sin embargo, mantiene que un gobierno central en sintonía (del PSOE) sería bueno para Cantabria. Y al tiempo recuerda su buena relación con Albert Rivera (Ciudadanos) y que habla bastante por teléfono con Pablo Iglesias (Podemos).

Pero… ¿cómo van a buscar PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos en Cantabria los votos de Revilla?

Pablo Iglesias y Revilla han coincidido varias veces en los platós

El PP confía en que vuelvan los que se le han ido al PRC en mayo.

Es una esperanza, nada científica, en que haya calado una cierta desafección hacia Revilla con la vuelta a los esquemas del pasado bipartito con el PSOE y el mal recuerdo de aquella época de burbuja.

Y también confía en un cierto malestar de las bases regionalistas más tradicionales con la cesión de poder a los socialistas en el Gobierno cántabro.

Pero de momento parece pesar más el enconado enfrentamiento entre Ignacio Diego y Revilla, que complica repescar demasiados votos entre aquellos que acaban de depositar su confianza en el PRC. Tal vez en el mundo rural, que no tiene demasiado peso electoral.

Los socialistas tienen la acción conjunta de Gobierno para identificar la marca PSOE con Revilla. Pero no les ha hecho ningún bien su berrinche por aquella valoración de Revilla sobre Rajoy (“gana en las distancias cortas”).

Además, juega en su contra el excesivo protagonismo que ha cedido Revilla al PSOE en la gestión diaria del Ejecutivo regional, que refuerza la idea del militante del PRC decepcionado por la cesión de poder a los socialistas.

El PRC ha hecho bandera del regionalismo, del mundo rural, pero su voto en las últimas autonómicas fue esencialmente urbano. No es de extrañar, porque las campañas de Revilla son en la tele y en redes sociales. Y ese perfil urbanita del votante de Revilla hace albergar esperanzas de lograr un diputado a las nuevas marcas políticas: Ciudadanos y Podemos.

Ciudadanos confía en un trasvase natural, de Revilla a Rivera, de candidato ganador a candidato de moda, para un voto de cambio reformista con perfil conservador: el cambio sin coleta, sin nacionalizaciones ni venezuelas o cosas peores que se dicen.

Podemos es posiblemente el partido que más fichas le ha echado a Revilla. La publicación de las actas de su consejo ciudadanos previas a la investidura del presidente cántabro dejaron al descubierto la estrategia: la foto con Revilla el primer día hábil tras las elecciones, el pacto de investidura firmado sólo con el PRC, la mano estrechada en el Parlamento por su compromiso contra los desahucios.

Previo a esto, Podemos Cantabria se puso un lábaro en el logo, más por la componente cantabrista de algunos de sus miembros que por estrategia.  Pero todo suma, o resta si no se juega con habilidad, en este juego de guiño-guiño y algún codazo para que el revillismo se entere de lo que tiene que votar el 20 de diciembre.