No en mi nombre: #NoEnNuestroNombre

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Dos citas: “No hay bandera suficientemente larga para cubrir la vergüenza de matar a un inocente” del Historiador Norteamericano Howard Zinn y las recientes declaraciones de politólogo francés, de origen argelino, Sami Nair: «El terrorismo va a hacer más duro el discurso político de los refugiados». Dos citas bajo el altar de sus dioses, sobre las lápidas de inocentes.

Y 242 eucaristías de hostias consagradas  formando la palabra PEDERASTIA, 242 coranes abiertos en el suelo formando la palabra LAPIDACIÓN. Una “performance”  pone de manifiesto las contradicciones del sistema que lo ha creado, la hipocresía de quienes dicen representarlo y defenderlo.

No en nuestro nombre

No en nuestro nombre

En ese momento el arte pasa de ser una mera pieza decorativa encerrada tras las paredes de un museo, o en la sala de estar de nuestras casas,  y se convierte en alegato de una revolución cotidiana, en un arma cargada de futuro que dispara contra el dogmatismo de los –ismos.

En ese momento nos sentimos frágiles, inseguros, expuestos al vacío de las preguntas para las que solo tiene respuesta una corona de flores. Necesitamos certezas a la que aferrarnos y las buscamos en las páginas de los libros sagrados, en mesías con o sin alzacuellos. Unos matan por su dios y otros matamos al nuestro,  pero mantenemos la liturgia en religiones de sustitución.

No hay “superhombres” solo seres ridículos con la ropa interior encima de las mallas y una bandera al cuello. Ellos la llaman capa.

Una “performance”  pone de manifiesto las contradicciones del sistema que lo ha creado, la hipocresía de quienes dicen representarlo y defenderlo.

Contradicciones que nos llevan a una habitación en París, cuna  de la revolución emancipadora  superadora de la visión teocrática del Antiguo Régimen. Todos eran infieles en la mirada del otro y todos serían purificados si morían o mataban “en el nombre del Padre”.

Una habitación en la que explota una terrorista suicida. Su muerte hace quebrar todas las certezas en las que hemos construido nuestros valores: LIBERTAD, IGUALDAD, FRATERNIDAD y las sustituimos por una nueva: SEGURIDAD. Y es que, no lo olvidemos, no somos nada sin nuestras certezas.

Que nadie se asuste, no es arte, ni nada que se le parezca; es Fanatismo. Pero si renunciamos a su análisis, renunciamos a encontrar una solución. Explicar no significa justificar, ni otorgar motivos a la sinrazón. Significa analizar de forma crítica el papel que hemos tenido, el papel que tenemos en el devenir de los acontecimientos.

Porque no podemos ser meros espectadores de lo que sucede.

No podemos participar de esa mayoría silenciosa que mira estupefacta como se bombardean poblaciones en nombre de los valores que dicen defenderlas; que se queda inmóvil, horrorizada a la lapidación de una mujer, a como se tira a un homosexual desde un edificio, a  los intereses de las monarquías teocráticas, a los negocios de los vendedores de armas, a los apoyos al islam rigorista, a la sumisión de la mujer, a la dependencia energética que esclaviza a medio mundo mientras somete al otro medio, a la geoestrategia de los despachos, a las democracias de interés variable.

Y por eso #NoEnNuestroNombre se refiere a un NOSOTROS, más allá de barreras culturales, económicas, políticas o religiosas impuestas y reduccionismos estereotipados al servició del miedo, el dogmatismo y la xenofobia.

El Guernica de los refugiados

El Guernica de los refugiados

242 eucaristías de hostias consagradas  formando la palabra PEDERASTIA, 242 coranes abiertos en el suelo formando la palabra LAPIDACIÓN. Quizás estas palabras parezcan una provocación, quizás lo sean. Pero provocar puede ser la única forma de reaccionar.

Reducir la fe o moral judeo-cristiana a la violación de niños solo lo hace quien lo justifica, quien mira a otro lado, quien no alza su voz contra tal atrocidad y lo que supone. Hacer lo propio con el Islam ¿Qué significa?

Las guerras preventivas solo obedecen a las razones de la Guerra y por eso, si este fuera el caso, el “pacifismo preventivo” solo obedece a las razones de la PAZ.

#NoEnNuestroNombre para reivindicar que “No hay caminos para la Paz sino que la Paz es el camino” (Mahatma Gandhi) y que “No hay caminos para la Democracia sino que la Democracia es el camino” y la misma, sencilla pero revolucionaria forma sirve para hablar de justicia social, de derechos humanos, de tolerancia, Libertad, Igualdad  y Fraternidad.

No se trata, en este caso, de comparar. Se trata de reivindicar  algo más esencial. Apelar a la voz de esas “mayorías” para que dejemos de ser meros espectadores de lo que sucede a nuestro alrededor, en nuestras comunidades, sea donde sea, en la lengua que sea, bajo la liturgia, laica o religiosa, que sea.

Si existiera una línea entre un NOSOTROS y un ELLOS ¿No debería ser esa?

Y es que hay veces en las que respetar un principio, aparentemente tan sencillo, tan fácil de entender, es verdaderamente revolucionario. Quizás por eso hay quien se empeña en que no lo veamos. Quizás por eso hay quien utilizan palabras como “utópico” o “buenista” como insulto.

Quizás por eso hay quienes se afanan  en acumular razones para justificar, de nuevo, la SINRAZÓN. Por eso, cuando eso sucede, solo queda decir: #NoEnNuestroNombre.

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