Educación revisa los protocolos de acoso para abordar la homofobia en las aulas

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La Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria está revisando los protocolos de acoso escolar para detectar y abordar los casos de homofobia en las aulas.

Es una medida en la que se está trabajando tras constatar un rebrote de tics homófobos y machistas en colegios e institutos.

Contra el acoso homofóbico en las aulas

Contra el acoso homofóbico en las aulas

La intención es elaborar un protocolo específico para estos casos, según señala a EL FARADIO la Jefa de la Unidad de Atención a la Diversidad de la Consejería de Educación, Mercedes Cruz Terán.

Y también se quiere añadir la variable de visibilidad sexual en la formación del profesorado: ya se han realizado algún cuso y jornada al respecto, y la intención es que los centros educativos cuenten con un representante de igualdad.

Este miércoles comienza en Cantabria el Congreso Regional de Educación ‘Convivir educa’, que repasará experiencias de centros educativas en materia de educación para la diversidad, junto a fenómenos como el ciberbullying.

Y que será clausurado por el jueves por Kika Fumero, profesora de Secundaria, activista LGTB, experta en educación de género, igualdad e identidad sexual.

Desde ALEGA, la Asociación de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales de Cantabria, su presidente, Pedro Cortés, explica que el colectivo realizará aportaciones a los planes del Gobierno autonómico al respecto.

Y advierte sobre los delitos de odio: sólo en Madrid en el último año se han denunciado 50 agresiones homófobas, en lo que ve como un signo de que hay cada vez más denuncias. “Antes existían las agresiones y no se denunciaban, ahora se denuncian”, afirma.

Cortés explica que sí que en la asociación sí que reciben llamadas de padres o alumnos denunciando casos de acoso escolar homofóbico en las aulas, que luego no se traducen en llamadas, por lo que anima a padres e hijos a que lo hagan.

HOMOFOBIA

En Cantabria hay dos casos recientes de agresiones homófobas pendientes de resoluciones judiciales.

Los delitos de odio, de nueva tipificación

Los delitos de odio, de nueva tipificación

Hace poco era agredido un menor de edad que se encontraba con su pareja, a la salida de un concierto en Santander, entre gritos e insultos a su orientación sexual. El caso ha sido denunciado por la familia a la policía.

Y en Torrelavega, hace un año se produjo una agresión similar que, sin embargo, el juez ha rechazado considerar como delito de odio, denominación legal para delitos en los que entran en juego motivos de racismo, machismo, xenofobia u homofobia, alegando la falta de jurisprudencia (de doctrina legal sobre este tipo de delitos relativamente nuevos en su definición) y minimizando las intenciones del atacante, que había admitido los hechos.

Las víctimas y la asociación ALEGA han recurrido este auto, por lo que la decisión está pendiente ahora de la respuesta de la Audiencia Provincial de Cantabria.

Cantabria fue la comunidad autónoma española que registró menos delitos de odio el año pasado: nueve casos, según recoge el Ministerio del Interior en una estadística que se ciñe a los casos de los que queda constancia documental (denuncias, juicios…), ya que, según señalan distintos estudios de asociaciones e instituciones que trabajan contra la intolerancia, el 90% de los casos queda sin denunciar.

Sin embargo, en esa estadística se constató, en relación al año anterior, un incremento en los delitos relacionados con la orientación sexual, que pasaron de cero a dos.

En el conjunto de España, los delitos por motivos de orientación sexual ocupan la tercera posición en los delitos de odio, con 169 casos. La primera posición la siguen ocupando el racismo y la xenofobia.

VISIBILIDAD

A la mayor visibilidad contribuyen las distintas iniciativas en el mundo del cine, con ejemplos recientes como la sesión específica LGTB en el festival de cine Piélagos en Corto, con premio especial para esta temática.

O la reciente proyección, la semana pasada, de la Asociación La Llave Azul de la película australiana ‘52 martes’, que cuenta la historia de una hija y su madre en un proceso de reasignación de género, además del cortometraje ‘Vida y reflejo’, de Julia García, que ganó en la categoría LGTB de ‘Piélagos en Corto’.

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