Phillipe Martínez: «sin movilización social no cambiarán las cosas»

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La Fête de l’Humanité fue organizada por primera vez en 1930. El director del periódico L’Humanité, Marcel Cachin, quería crear un evento popular, una manifestación de solidaridad proletaria.

Phillipe Martínez, secretario general de la CGT en Francia, descendiente de cántabros

Phillipe Martínez, secretario general de la CGT en Francia, descendiente de cántabros

Hoy, bien podría definirse este evento, celebrado anualmente el segundo fin de semana de septiembre, como un espacio de encuentro, debate, crítica y solidaridad entre pueblos de todo el mundo.

Del 9 al 11 de septiembre, París ha acogido un fin de semana lleno de charlas, exposiciones, actuaciones y conciertos, aderezados con comida y bebida de cada rincón del planeta.

“Tres días para rehacer el mundo”. Ese es el eslogan con que se presentaba esta edición en la que miles y miles de personas se han dado cita en la mini ciudad montada para tal ocasión y han paseado por las avenidas Che Guevara o Charlie Chaplin.

Políticos de talla internacional, como Varoufakis o Mélenchon, compartían espacio con sindicalistas, asociacionistas y gentes diversas que creen que un mundo más justo no sólo es posible sino necesario.

El pasado sábado a las seis de la tarde no cabía un alma más en el stand Forum Social.

Los líderes de los principales sindicatos franceses se sentaban juntos para debatir sobre el futuro de su país y sobre las inminentes manifestaciones que el 15 de septiembre llenarían las calles galas.

Una hora y media después de enriquecedor debate y llamamiento a la unidad por parte de los ponentes y asistentes, un hombre de aspecto duro pero exposición calmada ha recibido, sin quererlo él, los focos y las mayores ovaciones de los presentes.

Es Philippe Martínez, secretario general de la Confederación General del Trabajo, el mayor sindicato francés, con más de 600.000 afiliados.

Hace tiempo que no concede ninguna entrevista pero quiero pensar que cuando oyó la palabra Cantabria, de donde son originarios sus padres, Manuel y Jovita, republicanos emigrantes, algo le conmovió y se paró unos minutos para atenderme (aquí tengo que dar las gracias a Ali, compañera del 15M Bruselas, por su apoyo en el proceso).

Da la mano de forma firme, pero con un movimiento acompasado que me da sensación de respeto y a la vez de camaradería.

Durante esos varios segundos que dura el apretón de manos, me pregunta de dónde soy. Respondo que “De La Cavada, ¿lo conoces?”, a lo que él asiente y sonríe mientras mira a los ojos con los suyos, pequeños y marrones.

Durante toda la entrevista no apartaría la mirada ni un momento, algo que, sinceramente, agradezco, pues sentí cercanía acompasada de sus palabras. Tras unos segundos en que preparo la grabación, comenzamos:

 

(Israel Ruiz Salmón): Usted ha sido protagonista de las grandes protestas contra la reforma laboral del gobierno de Hollande. ¿A qué se enfrentan los trabajadores con la nueva “Ley del Trabajo”?

(Philippe Martínez): Soy sólo uno de los protagonistas. Hoy hemos hecho un debate con otros seis sindicatos: representantes de jóvenes, de gente del trabajo y del servicio público. La Ley del Trabajo viene a decir una cosa: habrá “una ley en cada empresa”. En Francia vivimos en una República que dice Igualdad y esta ley está en contra de la Igualdad porque en cada empresa vamos a tener, si la ley sigue adelante o si no podemos quitarla, un convenio o acuerdo de empresa distinto que van a afrontar los obreros, la clase obrera. Por ejemplo, un acuerdo con las horas extras podrá decir que en una empresa sean más del 25% y en la de al lado del 10%. Es una generalización del dumping social.

Philipe Martínez e Israel Ruiz Salmón, colaborador de EL FARADIO

Philipe Martínez e Israel Ruiz Salmón, colaborador de EL FARADIO

Esta reforma ha sido aprobada por el gobierno socialista sin votación en el parlamento, bajo decretazo, apelando a un artículo de la Constitución. ¿Cómo va a continuar este proceso en las instituciones y cuál va a ser la respuesta en la calle?

Hay varias respuestas. Una es una nueva movilización nacional este jueves 15 de septiembre. Segundo, nosotros decimos que la ley podemos quitarla a nivel nacional y no dejarla entrar en las empresas. Es decir, la movilización también debe estar en las empresas porque los patrones van a querer poner allí varias medidas en contra de la gente que trabaja y entonces tendrá que haber movilización. La tercera es que es una ley que contradice normas de la Organización Internacional del Trabajo y la ONU. Francia es un país que tiene un modelo social que muchos trabajadores en el mundo miran con ganas. Un país como Francia no puede estar en contra de organismos internacionales que fijan a nivel mundial un criterio de derechos mínimos para los trabajadores.

Además de las reformas laborales en España y la que se pretende llevar a cabo en Francia, también en otros países de nuestro entorno, como en Bélgica, país donde actualmente resido, van por el mismo camino. ¿Por qué camino va Europa?

Europa es una autopista, no un camino. De liberalismo, de regalos para los accionistas de las grandes empresas, y eso tiene que cambiar. Por eso, el movimiento europeo tiene que hablar, tiene que unirse para cambiar las cosas. Es lo que estamos intentando.

LOS GOBIERNOS SÓLO ACTÚAN CUANDO HAY MOVILIZACIÓN EN LA CALLE

En España hemos vividos dos reformas laborales similares, una con el PSOE y otra con el PP, recientemente. Sin embargo, pese a ser mayor el porcentaje de trabajadores sindicados en España con respecto a Francia, las movilizaciones en Francia han sido muy grandes y en España no lo han sido tanto, ¿A qué cree que ha sido debido?

Estoy mirando lo que pasa en España, por sindicalista y por hijo de españoles. La respuesta pueden darla las organizaciones españolas. Para Francia lo que queremos es un movimiento social más grande y por eso hay que tener más gente afiliada a los sindicatos. Podemos hacer muchas cosas con pocos afiliados, imagínate con muchos afiliados lo que podríamos hacer. Esa es mi respuesta.

Normalmente las movilizaciones que hay en la calle suelen ser mayoritariamente de izquierdas o de sectores progresistas de la ciudadanía. Sin embargo, en el caso de Francia no se están traduciendo electoralmente a la izquierda del partido socialista sino que muchos votos se van a la extrema derecha. ¿Por qué está ocurriendo esto?

El movimiento sindical tiene una responsabilidad: proponer alternativas sociales a lo que pasa en Francia. La responsabilidad de los políticos es de ellos. El sindicato pesa para decir que hay que cambiar las cosas. Tenemos propuestas. Por ejemplo, la CGT dice hay que trabajar menos, 32 horas a la semana. Nosotros lanzamos la pelota a los políticos pero sin movimiento social no cambiaran las cosas porque siempre, siempre, los políticos se mueven cuando hay mucha movilización en la calle.

«ESTÁN JUGANDO CON FUEGO»

Cambiando un poco de tercio, usted es hijo de emigrantes republicanos (de Manuel y de Jovita, naturales de Cantabria). Ahora asistimos a la migración forzada de millones de personas desde Siria o desde Irak hacia Europa. ¿Cómo ve esta situación? ¿Es comparativa con la que vivieron sus padres? ¿Cuál es la impresión que usted tiene, pensando en los partidos en Francia y esa creciente islamofobia?

Siempre algunos partidos, el partido de extrema derecha que tenemos en Francia pero también el de derechas, han afirmado, para no decir que es culpa de los patrones, de los capitalistas, que “son los que vienen de afuera los que cogen el trabajo, los que comen vuestro pan”.

Francia es un país que se ha fundido y crecido con la llegada de muchos inmigrantes: españoles, italianos, polacos… y ahora inmigrantes de África, de América latina…Recibir dignamente a los inmigrantes muestra la riqueza de un país.

Y claro, cuando en tu país te sueltan bombas, no conozco un pueblo que se quede. Cuando no puedes comer en tu país, te vas. No porque quieras viajar, sino porque tiene una familia. Todos los que consideran que los problemas se arreglan con las bombas o poniendo muros que detengan a los migrantes están locos. Están locos porque juegan con el fuego y si nos quemamos, nos quemamos todos.

Entrevistas como estas son posibles gracias al apoyo de los socios comprometidos con el proyecto de EL FARADIO. Puedes ser uno de ellos, por 7 euros al mes, pinchando en este enlace.

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