A veces el destino nos tiene reservados los mejores momentos, haciéndose desear. La actriz cántabra Ruth Díaz ha tenido una larga carrera en el mundo de la interpretación desde que en 1993 se trasladó a Madrid a estudiar interpretación y comenzó con el teatro con la obra de Pérez Galdós, ‘Fortunata y Jacinta’.

Sin embargo, este 2016 probablemente sea el año que recuerde como el que consolidó definitivamente su carrera, tras haber ganado el premio a la mejor interpretación de la sección Horizonti de la Mostra de Venecia.

La actriz campurriana Ruth Díaz estrena este viernes su nueva película en su Reinosa natal.

Lo ha hecho por su papel de Ana en la película ‘Tarde para la Ira’, la ópera prima en la que el actor Raúl Arébalo se ha estrenado en la dirección. El personaje que interpreta Ruth se debate entre los que dan vida Luis Callejo y Antonio de la Torre, en un largometraje que reflexiona sobre la ira, sobre los deseos de venganza pero, sobre todo, sobre el amor, el desamor y la necesidad de empezar de nuevo una vida nueva olvidando tu pasado.

“Creo que es una peli muy honesta y realista y que el trabajo de todo el equipo ha estado muy bien y ha tenido empaque”, valora la actriz campurriana en una entrevista a EL FARADIO DE LA TARDE, con motivo del estreno de la película en su tierra.

Este viernes, a las 20.30 horas, el Teatro Principal de Reinosa acoge la presentación del largometraje con la presencia de la actriz, la cual recibirá el homenaje merecido de todos sus vecinos.

Su participación en la película ella la califica de anecdótica, pero no deja de ser el fruto sembrado por el trabajo. El propio Arévalo la llamó para contarle que tenía un guion desde hacía siete años y estaba buscando a la chica de la película. “Y eres tú, Ruth”, cuenta ella que le dijo.

Ella revela que la actriz Alicia Rubio, que también forma parte de la película y es amiga común de ambos, fue partícipe importante de que la eligieran. “Fue una sugerencia de Alicia, luego él me vio en un vídeo y se dio la cosa”, cuenta.

Arévalo y ella ya se conocían previamente y habían coincidido en el año 2013 en Piélagos en Corto, donde ella presentó su primer corto como directora, el magnífico trabajo ‘Porsiemprejamón’ que co-protagoniza junto a Asier Etxeandía. En el festival, su trabajo se llevó los premios de mejor guion, mejor corto cántabro, mejor actriz y mejor actor.

“RAÚL ARÉVALO SE COMUNICA MUY BIEN CON LOS ACTORES”

Su experiencia de trabajar a las órdenes de Raúl Arévalo la califica de muy positiva. “Se comunica muy bien con los actores, al serlo él también utiliza el mismo código y lenguaje que nosotros, y también confía en los actores a la hora de desarrollar un personaje”.

De hecho, valora muchísimo la confianza mutua que ha habido en el equipo y que el propio Arévalo haya estado tan abierto a que le propusieran cambios en el guión.

“OJALÁ ME DÉ UNA ESTABILIDAD Y ME ABRA UN HUECO EN ESTA PROFESIÓN”

Ruth Díaz y Asier Etxeandía en su cortometraje ‘Por siempre jamón’.

Pese a no ser tan mediáticamente conocida para el gran público, Ruth Díaz cuenta con una larga carrera que recoge teatro, cine y televisión. Precisamente antes de la llamada de Arévalo para su película, se encontraba en un periodo algo más paralizado.

Y ahora es la mejor actriz según la Mostra de Venecia en su sección ‘Horizonti’. “Ojalá esto me dé una estabilidad y me abra un hueco en esta profesión”, desea ella. “Yo tengo los pies en la tierra y, como no vengo de nuevas, conozco esta profesión”.

Díaz recibió el premio con ilusión, emoción y agradecimiento en Venecia, pero también de un modo totalmente improvisado. “Fue toda una sorpresa. Me llamaron al día siguiente de estrenar en Madrid, y me dijeron que tenía que ir a Venecia. No me contaron que me habían dado un premio pero imaginábamos que algo había caído porque dijeron que debía estar en la gala. Realmente todo fue tan rápido que no me dio tiempo ni a pensarlo”.

Trabajar frente a las cámaras es realmente diferente a hacerlo en escena, nos cuenta. “El código es diferente; en el teatro, a no ser que haya micros, hay menos matices, no puedes modular tanto la voz porque no sabes si se te oirá. Sin embargo, en televisión tienes que trabajar todo más pequeño, desde el mundo interior. Trabajas más desde las miradas”.

Pero el tener tantas tablas en el teatro le ha ayudado a ver el valor de la imperfección. “Cuando era más jovencita y tenía que salir a escena en un teatro, era una tortura de nervios, pero ya no. Ahora veo que te puedes equivocar y no pasa nada, que en la interpretación el error a veces es muy creativo”.