El hackhathón, un encuentro tecnológico de 24 horas de duración, que se celebrará los días 25 y 26 de noviembre en la Universidad de Cantabria (UC) organizado por esta entidad y la empresa CIC Consulting Informático, busca este año homenajear la figura de Leonardo Torres Quevedo.

En el 80 aniversario de su muerte, la trayectoria de este ingeniero cántabro que revolucionó la tecnología mundial a principios del siglo XX sigue siendo un misterio para muchos de sus paisanos.

Leonardo Torres Quevedo junto a un modelo de su dirigible en 1913.

Por este motivo, el II Hack2Progress (inscripciones en este enlace), incluirá en su inauguración, el viernes 25 a las 5 de la tarde en el edificio de las Torres Torres de la UC, un homenaje a sus aportaciones tecnológicas.

Lo hará de la mano de Francisco González Redondo, profesor de la Universidad de Cantabria en el departamento de Álgebra y miembro del Grupo de Investigación sobre la ciencia presente en el entorno del ciudadanos y sus repercusiones en la sociedad

Este acto es uno de los platos fuertes, además de las conferencias, las actividades gratuitas y abiertas al público que se llevarán a cabo durante la mañana del viernes, y de la maratón de programación que durará toda la noche hasta el día siguiente.

Torres Quevedo fue un pionero de muchos de los temas que se van a tratar en esta edición. «Todos conocemos el evento que ha habido en las cataratas del Niágara, en el transbordador», asegura  José Miguel Pérez Gutiérrez, director de desarrollo de integración de CIC a EL FARADIO; en relación a la celebración del centenario de la inauguración en NIÁGARA (Ontario, Canadá) del primer teleférico para pasajeros de Norteamérica, el ‘Niagara Spanish Aerocar’, que se ha conmemorado el pasado mes de agosto y del que Torres Quevedo fue el inventor.

«Pero Leonardo era un ingeniero total: suyo es el telekino, el primer mando a distancia que existió y que servía para controlar un barco, o el primer automatismo capaz de jugar al ajedrez», presume Pérez Gutiérrez, que insiste en la importancia de «rendir nuestro pequeño homenaje a una figura destacadísima de la ingeniería española y cántabra».

«EL MÁS PRODIGIOSO INVENTOR DE SU TIEMPO»

Torres Quevedo, Ingeniero de Caminos de formación, fue considerado como “el más prodigioso inventor de su tiempo”, por el ingeniero y matemático francés Maurice d’Ocagne. Suyos eran los dirigibles que sirvieron para que los británicos ganasen la Primera Guerra Mundial, levantando el bloqueo de los submarinos alemanes y asegurando que ni un solo barco de aprovisionamiento de las Islas Británicas fuese hundido por un submarino alemán mientras estuvieron protegidos por los dirigibles diseñados por Torres Quevedo.

Los transbordadores los inventó en el Valle de Iguña, los ensayó en el año 1886 y lo patento desde esta localización en todo el mundo. Tardó 30 años en construir el primero, instalado en el monte Ulía, en San Sebastián, y unos años después, una réplica agrandada en las cataratas del Niágara, el Spanish Aerocar.

El Telekino es un invento considerado desde hace diez años por el IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos, por sus siglas en inglés) un hito para la ingeniería mundial, ya que se trataba de un autómata que ejecutaba órdenes transmitidas por ondas hertzianas, lo que de facto era el primer aparato de radiodirección del mundo, pionero en el campo del mando a distancia.

Y hay más, mucho más. Patentes sobre máquinas de escribir, un puntero proyectable para ayudar a los profesores en sus explicaciones, la llamada binave -el primer bimarán de casco metálico de la historia, cuyo uso no se haría común hasta finales del siglo XX- o las denominadas máquinas algébricas, artefactos de cálculo analógico en los que una determinada ecuación algébrica se resolvía mediante un modelo físico.

Las inscripciones en el hackaton pueden hacerse a través de este enlace.