El ex director del ICAF, el Instituto Cántabro de Finanzas, Jorge Gómez de Cos ha negado haber sido socio de uno de los empresarios de Ecomasa-Nestor Martin, Jesús Lavín en la empresa Maenor. “Jesús y yo fuimos socios en un negocio secundario para ambos de promociones inmobiliarias que acabó en 2010”, ha puntualizado en su intervención en la Comisión de Investigación parlamentaria de la empresa Ecomasa-Nestor Martin.

Jorge Gómez de Cos, ex director del ICAF, durante su comparecencia en el Parlamento.

“Nuestra coincidencia en este proyecto fue absolutamente casual”, ha añadido, asegurando que su primer conocimiento de Ecomasa fue cuando el Gobierno regional le solicitó, como director del ICAF, que estudiase la información.

Gómez de Cos ha trasladado a los técnicos la responsabilidad de los informes favorables a la inversión pública en Ecomasa, que ascendió a 18 de millones de euros.

Es más, Gómez de Cos ha asegurado que en la reunión en la que el consejo ejecutivo del ICAF aprobó la concesión de un crédito de 5 millones y un aval por la misma cantidad a Ecomasa, él informó de su anterior relación laboral con Lavín y se abstuvo de las votaciones que decidieron la financiación de la empresa.

GÓMEZ DE COS DESMIENTE A LA AUDITORA DE LA INTERVENCIÓN

En la comparecencia, Gómez de Cos ha afirmado que la inversión inicial presentada por la empresa era de 15 millones de euros, cinco de los cuales correspondían a capital social propia y diez a ajeno.

Además, el ex directivo del ICAF ha negado las declaraciones de la auditor del informe de intervención, Gema Polo, de que el Plan de Negocio de Ecomasa consistiese en un power point de 15 páginas sin fecha. “Esto no es correcto”, ha insistido, alegando que Ecomasa presentó un plan negocia, fechado en marzo de 2021 de 41 páginas con toda la documentación.

“Puedo entender que dado el volumen de documento tan ingente que le presentamos a la auditora, esta no haya encontrado el plan de negocio”, ha matizado en su intervención. Además ha asegurado que “gran parte del informe que hizo la señora Polo eran juicios de valor y apreciaciones personales sobre el análisis de los informes”, y que por ese motivo el consejo de administración hizo un informe de 170 “reflejando que no estábamos de acuerdo”.

Y es que Gómez de Cos se ha manifestado “orgulloso” del trabajo de aquella época, que defiende que seguían el procedimiento adecuado. “Los técnicos hacían informes y valoraban decisiones que derivaban en el Consejo”, donde ha destacado que “las decisiones se tomaban por unanimidad y se analizaban por el Consejo en el que hay parte política e independientes también”.

Del proyecto de Ecomasa, Gómez de Cos mantiene que “el problema de la empresa no ha sido el plan de negocio inicial, que era razonable, sino su ejecución”. Ha hecho suyas las palabras de Ignacio Azpiazu, consultor que avaló el proyecto: “Este es un proyecto que en su concepción era brillante pero que ha sido mal ejecutado”.

Además, Gómez de Cos ha negado cualquier presión que llegara por parte del Gobierno del PP. “Cualquiera que hubiera, eran denegadas por los técnicos del ICAF que tenían la última palabra”, ha asegurado.