Con la prostitución hemos topado

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||por Susana Ruiz, Coordinadora del Comité Ciudadano de Santander Sí Puede||

Hace unos meses decidimos emprender una carrera, que sabíamos sería larga, plagada de obstáculos y cuya meta estaba, y está, tan lejana que sólo esperamos que en un futuro algunos de los que vengan detrás puedan culminar. En el seno del Comité Ciudadano de Santander Sí Puede, nos posicionamos de una manera taxativa en contra de la Trata de mujeres y menores con fines de explotación sexual. Y entendemos que no solo debe ser un posicionamiento moral e ideológico el que nos mueve: desde nuestro pequeño espacio en las instituciones tenemos que poner al servicio de las personas las herramientas que las competencias del Ayuntamiento tiene a su disposición para terminar con esta lacra.

Estos meses han sido de trabajo interno, de formación y de información de la mano de las asociaciones, sobre todo la Asociación Evangélica Nueva Vida que trabaja día a día en la calle dando servicio a todas estas mujeres. Unos meses duros, en los cuales la realidad de las victimas ha llenado noches sin dormir. Sus voces y sus relatos sobre el horror nos han retorcido las entrañas sin compasión. Por ellas todo lo que se pueda hacer es poco.

El trabajo de elaboración tenía como fin inicial la presentación de una moción al pleno del ayuntamiento de Santander de 23 de febrero. Decidimos que no solo era necesaria la propuesta, sino que nuestros vecinos se merecían conocer de primera mano la situación real de la trata y de la explotación sexual en nuestra ciudad.

Acudimos en primer lugar al programa de Eva Mora, El Faradio de la Tarde, junto con Nueva Vida y la Red Cántabra Contra la Trata. Y el 17 de febrero dimos una charla abierta, a la que, además de las asociaciones anteriores, también se unió Animista Internacional. Un acto que se lleno de gente ávida por conocer que se está haciendo en Santander y que se puede hacer en un futuro inmediato para erradicar lo que nosotros consideramos el delito más grave contra la integridad de las personas que se comete a diario en nuestras calles.

Como todos los plenos en este querido ayuntamiento nuestro, el del pasado 23 no podía ser menos. Con ‘sorpresa’ de última hora: se registra cuando finalizaba el plazo otra moción por parte el grupo municipal unipersonal Ganemos en términos similares, que no iguales, a la nuestra. Moción que acabó siendo aprobada por los mismos que rechazaron la presentada por nuestro concejal, Antonio Mantecón. Toda ayuda en la lucha para terminar con la Trata en Santander es poca, pero también es cierto que en política no todo vale.

La moción comentada tenía una exposición de motivos ramplona y limitada a transcribir punto por punto la resolución del parlamento europeo de 24 de febrero de 2014 sobre la explotación sexual y la prostitución y su impacto en la igualdad de género. Y la propuesta de resolución instaba a elaborar un plan integral de erradicación de la trata de seres humanos.

-Con errores de bulto, como la implicación de las áreas de salud y de educación del ayuntamiento en el mismo plan, áreas no desarrolladas en el consistorio. O la detección temprana de las víctimas, cosa que en la trata es harto difícil porque implica el secuestro de las mujeres o menores en su país de origen, y hasta la fecha que nosotros sepamos el municipio no tiene delegaciones en el extranjero.

-De la misma forma se incide en la “posible revocación de licencias a locales relacionados con la trata, la prostitución y otras formas de explotación sexual en los que se produzcan ilegalidades y/o delitos”.O sea, según el tenor literal, habría locales donde se practica una trata y una explotación sexual que no es delito. Cuando, como es lógico, cualquier local relacionado con la trata y la explotación sexual estarían directamente incumpliendo el código penal español en varios artículos y, por tanto, no se trataría únicamente de la “posible revocación de licencias”. Los dueños, proxenetas, tratantes y demás individuos de esa calaña tendrían que acabar sus días en la cárcel. Saber escribir también es importante en política.

-En la propuesta de resolución de la moción de Ganemos se incluía, además de puntos muy similares a los de nuestra propuesta, uno que acabo siendo eliminado convenientemente por el equipo de gobierno: “Promoverá de normativa (sic) destinada a regular las sanciones a prostituidores y a consumidores de cualquier forma de explotación sexual en espacios públicos.”

Es decir, se deja de lado algo que nosotros consideramos fundamental: perseguir a quien utiliza a esas mujeres, víctimas en su mayoría de un sistema patriarcal. Se obvia que los mal llamados clientes o, bien llamados, prostituidores, son cómplices de la perpetuación del delito de la trata y de la explotación sexual. Se obvia a quienes con su silencio, contribuyen a la perduración de infierno de esas mujeres. Se obvia a los proxenetas y tratantes. Se vuelve a considerar que es aceptable que los hombres paguen por la violación sistemática de sus cuerpos y sus derechos como seres humanos. Se sigue haciendo el caldo gordo a quienes se enriquecen a costa del sufrimiento.

En definitiva, se pone la alfombra roja para que quien dirige el Ayuntamiento apruebe una moción que nos tememos mucho acabe en el “cajón de las cosas aprobadas pero poco importantes” que tiene en su despacho la alcaldesa de la ciudad, al lado del protocolo antidesahucios, al lado de la prohibición de las subvenciones a la plaza de toros. Un montón de propuestas que no hace más que crecer.

Entendimos desde un primer momento que nuestra propuesta era incómoda. Porque contemplaba la creación de una ordenanza especifica que regulase la actividad de la prostitución. Una ordenanza progresista, que no sancionase a las mujeres en situación de prostitución, persiguiendo a consumidores y proxenetas, siendo conscientes de la diferentes responsabilidad de unos y otros. Una ordenanza que no se mirase en el espejo de otras, como es el caso de Bilbao o Barcelona, que al multar a las mujeres, perpetúan la cadena de precariedad y esclavitud en la que se hayan inmersas. Una ordenanza que fuera, por primera vez en Santander, ejemplo en España.

Al rechazar nuestra moción se eliminó la posibilidad de declarar Santander como ciudad adherida a la Red de Ciudades Libres de Trata, de la que forman parte cientos de municipios. Se soslayaron las campañas de sensibilización dirigidas directamente a los prostituidores, que tienen como fin sensibilizar a los consumidores de la realidad de la explotación y la trata detrás de esos cuerpos que compran por unos billetes, instándoles a que denuncien cualquier indicio de delito detrás de la actividad de la prostitución. También se rechazó proveer de fondos a los servicios sociales integrales para que sean dirigidos a cualquier mujer en situación de prostitución que desee dejar esa ocupación.

Presentar una moción descafeinada, para descafeinarla aun más con la intención de que se aprobase, solo tiene un fin: salvar las apariencias de un Ayuntamiento que no está volcado en la realidad de esta ciudad.

En Santander hay trata de mujeres y menores con fines de explotación sexual, y este tipo de acciones solo contribuye a que quienes firman acuerdos empresariales en la parte trasera de nuestros prostíbulos lo puedan seguir haciendo con tranquilidad. Que quienes se regocijan celebrando sus corruptelas con “volquetes de putas” estén hoy un poco más tranquilos. De esta forma se contribuye a reforzar esa moral pacata que de cara a la galería hinca la rodilla en misa de diez, llorando lágrimas de cocodrilo por las pobres nigerianas que se ven obligadas a realizar felaciones en nuestras calles por cinco euros.

Las competencias de los ayuntamientos dan para mucho, y para legislar en este sentido estamos sobrados. Siempre que haya voluntad política para hacerlo y que no tengas un as en la manga en la forma de un grupo municipal unipersonal para lavar tu imagen.

A pesar de que para la concejala de asuntos sociales, la señora Tejerina, la trata es un delito de competencia nacional y no municipal, le queremos recordar que la policía municipal sirve para algo más que poner multas de tráfico. Que la colaboración entre las instituciones es fundamental cuando se trata de delitos de esta envergadura. Que mirar hacia otro lado y decir “esto no es mi competencia, no va conmigo, que lo hagan los demás”, solo contribuye a que los tratantes y proxenetas se froten las manos. Y les sigan votando, por supuesto. Pero, claro, con la prostitución hemos topado, amiga Tejerina.

El jueves perdimos todos. Las víctimas, las asociaciones que luchan por erradicar la trata y la explotación sexual, y los ciudadanos de esta ciudad que sí están comprometidos con la defensa de los derechos humanos. Nosotros seguiremos trabajando a pie de calle, con ellas.

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