Manifestantes en una concentración en defensa de Valdecilla

De forma simultánea a la aprobación definitiva en el Senado de las cuentas públicas para este ejercicio de 2017, los partidos cántabros en el Parlamento han vuelto a mostrarse incapaces de acordar una posición de unidad en un asunto de autonomía como es la financiación de Valdecilla, que por volumen de dinero (44 millones) amenaza además con desequilibrar aún más las ya delicadas cuentas regionales.

Este lunes se debatían en el Parlamento dos proposiciones no de Ley para reivindicar ante el Estado la financiación pendiente de Valdecilla: la partida de 22 millones correspondiente al ejercicio 2016, que tras estar presupuestada no se ha pagado a Cantabria por diferencias en la justificación de los gastos, y una cantidad idéntica que estaba comprometida por parte del Gobierno de Rajoy (otros 22 millones) que se ha eliminado del Presupuesto General del Estado de 2017.

Un debate que formalmente han impulsado los grupos que apoyan al Gobierno PRC-PSOE, frente a la “traición” de los populares cántabros ante la falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos por el Gobierno de  Rajoy con Cantabria.

Y al que se ha incorporado una enmienda de Ciudadanos para incluir la petición cántabra en el presupuesto general del estado de 2018, que empezará a negociarse este verano, debido a la “desconfianza” en el PP porque “nos han mentido” y “han perdido su credibilidad”.

La proposición no de ley ha contado con el apoyo de Podemos por la “dignidad, orgullo y hartazgo del pueblo de Cantabria” y las abstenciones de los diputados del PP, al considerar que en lugar de buscar una posición de unidad de la clase política de Cantabria lo que pretendían los impulsores de la iniciativa era hacer “electoralismo”.

La PNL constaba de tres puntos, en los que además de los 44 millones para Valdecilla se pedía al Gobierno de Cantabria que a su vez inste a España a que respete los convenios firmados y abone las cantidades que se derivan de ellos, con especial referencia a la implantación de la LOMCE, el convenio para el desarrollo del Campus Comillas y el sistema de dependencia.

Para el PP, hay cuestiones en esa petición que dependen del sistema de financiación autonómica (como la LOMCE) y no de la relación con Cantabria, por lo que proponían una redacción que recogiera de forma genérica que «el Estado respete los compromisos con Cantabria».

Y respecto al tercer punto, que insta al Gobierno de la Nación a «garantizar un trato equitativo, justo y solidario a una comunidad histórica como es Cantabria, sin que sea el pueblo cántabro reo de criterios electoralistas y partidistas, inadmisibles en un estado democrático y de derecho», los populares han justificado su rechazo a un «paripé electoral».

PRC, PSOE y Podemos han criticado que la postura del PP la haya defendido el diputado Iñigo Fernández y no la presidenta del partido, María José Sáenz de Buruaga, exvicepresidenta del Gobierno de Cantabria de Ignacio Diego que firmó el convenio para el pago del Estado de las obras de Valdecilla y exconsejera de Sanidad que firmó la colaboración público-privada con Ferrovial para la finalización de la fase III del hospital.

En la sesión no estaba el senador designado por el Parlamento de Cantabria, Guillermo del Corral (PSOE), en Madrid en la sesión para la votación definitiva del PGE en la cámara alta, así como los diputados del PP, Eduardo Van den Eynde, y de Podemos, Alberto Bolado. La PNL ha salido con 20 votos a favor (PRC, PSOE, Podemos y Ciudadanos) y 12 abstenciones (PP).

DE LA MENTIRA A LA TRAICIÓN

El debate ha sido todo un repertorio de sinónimos de la mentira del PP a los cántabros. La portavoz del PSOE, Silvia Abascal, ha abierto las hostilidades tachando la actitud de los populares sobre Valdecilla de «engaño», «mentira», «burla», «fraude» o «argucia electoral».

Para los socialistas, los populares se han «reído de todos los cántabros», con una «puesta en escena» estos últimos meses que ha sido «puro teatro» que «esconde una manera de ahogar a Cantabria».

El portavoz regionalista, Pedro Hernando, ha sido todavía más duro sobre el «embuste» del PP y se ha centrado en la actual presidenta de los populares cántabros, Sáenz de Buruaga, a quien ha recordado el diario de sesiones de hace 11 años, cuando reivindicaba Valdecilla como «un proyecto de Estado».

«¿Quién le iba a decir que usted se lo entregaría a Ferrovial y que los suyos en Madrid le iban a dejar sin la enmienda?» (con la que prometió que arreglaría la ausencia de partida para el hospital cántabro en el presupuesto de 2017, al igual que ocurriera en 2016).

Hernando ha seguido con el relato de Valdecilla, que cuenta con el episodio del acto «condenado» por la Junta Electoral Central en mayo de 2015, una visita de Mariano Rajoy en precampaña de las elecciones autonómicas en el que el presidente español venía a reconocer el papel del candidato del PP, Ignacio Diego, en la financiación del hospital.

Luego la rueda de prensa de Buruaga en la que avanzó la presentación de una enmienda para paliar la «chapuza» del PSOE (en el argumentario popular el dinero que no ha llegado correspondiente al año 2016 es responsabilidad de una justificación indebida de la Consejería de Sanidad). A continuación la rueda de prensa de los diputados del PP en el Congreso, Ana Madrazo y Diego Movellán, para derivar la enmienda al Senado, donde finalmente tampoco se presentó.

Hernando, que en el turno de fijación de posiciones ha salido con un cartel con aspecto de western, en el que se ofrece una recompensa de 44 millones por el «atraco a Valdecilla» perpetrado por, además de Rajoy y Buruaga, el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, el expresidente, Ignacio Diego y el congresista Diego Movellán, ha arremetido además contra Madrazo y el Delegado del Gobierno, Samuel Ruiz, para acusarles a todos de ser «unos traidores a los cántabros».

«NEGOCIAR EN MADRID DINERO O HACER ELECTORALISMO»

Aunque varios grupos parlamentarios han señalado a la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga no ha defendido la enmienda de los populares sino que lo ha hecho el diputado Iñigo Fernández.

Primero ha recordado las cantidades de dinero procedentes del Estado en periodos de gestión del PP, desde tiempos de la Presidencia de Martínez Sieso hasta los 57 millones de euros de la etapa de mayoría absoluta de Ignacio Diego, una etapa en que además del problema de financiación había otro «sanitario», porque Valdecilla no estaba como ahora «terminada y funcionando».

«Estamos dispuestos a acompañar al Gobierno en la reivindicación de esos 44 millones», ha ofrecido a continuación, antes de justificar la enmienda del PP, presentada según ha dicho para «concretar» la reivindicación, porque la iniciativa de PSOE y PRC introduce cuestiones de financiación autonómica como la puesta en marcha de la LOMCE o la Ley de Dependencia.

Y respecto al convenio para el Campus Comillas, Fernández ha defendido que el Gobierno de Cantabria está autorizado por otro acuerdo del Parlamento para reclamar al Gobierno de España en los tribunales el plurianual que empezó a incumplir el ministro de Educación socialista, Ángel Gabilondo, con los primeros recortes del final de la era Zapatero.

Respecto al tercer punto de la PNL de socialistas y regionalistas (con referencias a la «comunidad histórica» o al «pueblo cántabro reo de criterios electoralistas y partidistas», el diputado popular ha concluido que sólo aporta, precisamente, «electoralismo».

En base a la argumentación ha señalado dos caminos: «negociar en Madrid dinero», como «haría cualquier gobierno responsable» y para lo que ha ofrecido el acompañamiento del PP cántabro al Gobierno de Cantabria, o «hacer electoralismo», que en su opinión es por lo que ha optado el bipartito PRC-PSOE, por un «paripé electoral».

DESCONFIANZA DE CIUDADANOS HACIA EL PP

El diputado de Ciudadanos, Rubén Gómez, ha señalado la «desconfianza» en el PP, después del incumplimiento de Valdecilla, de la ausencia de la enmienda prometida y del voto en contra de la enmienda presentada por el congresista naranja, Félix Álvarez, que tenía la intención de dejar abierta una vía para la financiación este ejercicio de 2017.

Ciudadanos ha introducido una enmienda en el debate que ha sido aceptada y que incluye un punto: el relativo a instar al Gobierno de Cantabria a «llevar a cabo las acciones necesarias para que, en los Presupuestos Generales del Estado para el 2018, recoja la partida presupuestaria para la financiación» de Valdecilla.

«Lo grave es que no llegaron a presentar las enmiendas, ni en el Congreso ni en el Senado», ha criticado Gómez al PP, al que ha acusado de haber «mentido» y le ha culpado de haber perdido la financiación de Valdecilla. «Han perdido su credibilidad», ha añadido, por lo que «no tenemos la más mínima esperanza de que cumplan en 2018».

POR LA DIGNIDAD, EL ORGULLO Y EL HARTAZGO DEL PUEBLO CÁNTABRO

La diputada de Podemos, Verónica Ordóñez, ha señalado la contradicción de Ciudadanos, que al mismo tiempo que se producía el debate en el Parlamento de Cantabria crítico con el trato del PGE, validaba en el Senado las cuentas de 2017. «Su partido tiene la llave: asúmanlo usted y su diputado nacional, Félix Álvarez», les ha espetado.

Podemos ha votado a favor de la PNL. «Vamos a votar que sí a la dignidad del pueblo de Cantabria. Por dignidad, por orgullo y por hartazgo», ha defendido la portavoz de la formación morada, que tampoco ha ahorrado en crítica hacia el PP.

Empezando por «el traidor de Rajoy», que según la hemeroteca, defendió la financiación de Valdecilla por «justicia, sensatez, sentido común y eficacia».

«Hay motivos de sobra para denunciar el maltrato sistemático que el Gobierno de Rajoy ejerce contra Cantabria», ha aseverado, después de interpelar a la bancada popular: «¿No se sienten tan insultados, ninguneados y abochornados?».