La denuncia por falsificación de actas a varios cargos públicos de Ciudadanos Cantabria (entre ellos un diputado autonómico y el portavoz en Santander) ha convertido a la formación naranja en un polvorín a punto de estallar, no sólo por el riesgo de imputación, sino porque se suma a una serie de tensiones internas acumuladas: la posible imputación llevará a unas peticiones de dimisiones que estos no están dispuestos a asumir, por lo que van encaminados a una situación en la que Carrancio y González se marchan del partido pero no de las instituciones.

David González, concejal de Ciudadanos en Santander, con la alcaldesa Gema Igual.

La formación naranja se sobresaltaba esta semana con la presentación formal de la denuncia por falsificación de actas para dar cobertura a decisiones irregulares en campaña y que implicaba al diputado autonómico Juan Ramón Carrancio y al portavoz municipal y sostén del PP santanderino, David González.

Ambos han convocado una rueda de prensa mañana en la que se conocerá su versión y se confirmará si dimiten o no de sus cargos institucionales –después de haber sido apartados ya de los cargos orgánicos del partido–.

Algo que todavía no se les ha pedido desde el partido naranja, según confirmaba a EL FARADIO su recién desginado portavoz, Félix Álvarez, quien apelaba al respeto a los tiempos judiciales ya que todavía no se les ha imputado formalmente.

Pero que se les pedirá, en cumplimiento del código ético del partido, en cuanto se abra investigación (lo que antes se conocía como imputación), algo sobre lo que tendrá que pronunciarse la justicia ahora que ya existe una denuncia formal.

Juan Ramón Carrancio, en declaraciones a Eldiario.es en Cantabria, ya ha avanzado que no piensa dimitir aunque se le impute argumentando que el código ético de su formación específica que su imputación no encaja en los motivos para dimitir, y ha negado que se le haya trasladado tal petición. Más aún: tanto Carrancio como los dos ediles de Santander, abandonarán el partido, pero no sus actas, tal y como publica este viernes El Diario Montañés, lo que aboca a ambas instituciones a tener no adscritos y, en ambos casos, apoyando a los partidos que gobiernan.

En cualquier caso, al margen de la investigación judicial existe también una investigación interna abierta por el propio partido.

Lo que se dirime es si trataron de demostrar con un acta falsa de una reunión en la que figuran personas que ni siquiera se encontraban en la misma comunidad autónoma ese día en torno a quien estaba organizando la campaña electoral, toda vez que en quien estaba recayendo esa responsabilidad no podía encargarse de ello al ser policía municipal y existir una incompatibilidad legal.

De modo que Félix Alvárez, diputado por Cantabria en el Congreso de los Diputados, se enfrenta a esta patata caliente que afectaría a la mitad de sus diputados autonómicos (tiene dos) y al portavoz municipal en el principal ayuntamiento de la comunidad autónoma, cuyo gobierno contribuye a sostener.

El lunes, Félix Álvarez, nuevo portavoz de Ciudadanos en Cantabria, decidido así por la dirección nacional esta misma semana, estará en la tertulia de EL FARADIO DE LA MAÑANA en ARCO FM (103.2).

Esta crisis en Ciudadanos se suma a la cascada de dimisiones en el seno de Podemos en Cantabria, incluida la de su secretario general, Julio Revuelta, mientras surgen voces que piden que el conflicto se solucione con convocatoria inmediata de primarias.