La herencia de De la Serna: la legislatura del desgaste en el PP de Santander

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El PP de Santander sufre un desgaste en el gobierno sin precedentes. Antes del nombramiento como ministro de Fomento, el exalcalde de la capital podía suplir con liderazgo todas las pérdidas derivadas de la propia inercia, entendida en Física como resistencia a un cambio de dirección, en este caso política.

Gema Igual y César Díaz en rueda de prensa tras el derrumbe en Sol, 57

Pero una vez dado el salto desde el trampolín municipal, al PP no le queda más que una muy mala herencia, cada vez más difícil de gestionar, en una legislatura de descomposición del poder local que se está concretando en múltiples incendios que el equipo de gobierno está siendo incapaz de sofocar.

El último capítulo es la sanción de la Inspección de Trabajo por la cesión ilegal de trabajadores a la empresa pública Santurban – sobre la que siempre ha habido run-run cuando el debate de las empresas públicas lo monopolizaban las del Gobierno de Cantabria-, con la consecuencia de la paralización de la contratación de desempleados que Izquierda Unida llevará al próximo Pleno. 

Fue, de hecho, en esa concejalía (Empleo) donde se produjo la primera y única baja de la legislatura, cuando el propio De la Serna destituyó fulminantemente a la concejala, Noelia Espinosa, que directamente había desfalcado. Fue condenada a un año de cárcel.

Van tantas peticiones de dimisión que el propio PP ha  ironizado sobre la pérdida de valor del recurso político.

Igual el inicio de año y de la segunda mitad de la legislatura es buen momento para recapitular cuáles han sido las peticiones y los motivos, y que juzgue el lector.

1.- La alcaldesa, Gema Igual. Por partida doble y dos temas: la mentira y la mala gestión en política. Mintió en su curriculum vitae y mintió en las explicaciones sobre la mentira en la información sobre su formación que difundió tanto la institución como el partido al que representa.

Y anteriormente, también en esta legislatura, gestionó mal desde el área de Protocolo el concurso para la nueva imagen de marca de Santander. Tan mal que no llegó a la edición de FITUR de 2017 y tenemos serias dudas de que, anulado aquel concurso y convocado recientemente uno nuevo, llegue esa nueva imagen de la ciudad a los pabellones de IFEMA la próxima semana.

Sin el liderazgo que atesoraba De la Serna, Igual juega la baza de la cercanía con los vecinos, con una agilidad en las redes sociales para responder a las denuncias vecinales que no está pudiendo llevar a la gestión del día a día (en buena medida por la erosión de las sucesivas crisis municipales).

2.- El concejal de urbanismo y número 2, César Díaz. El Tribunal Supremo anuló el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), la principal ley que se puede aprobar en el nivel municipal de la administración y que en Santander tuvo una tramitación que abarcó tres legislaturas (2006-2012). También se pidió la dimisión del exalcalde Iñigo de la Serna, pero no dio tiempo porque a los pocos días fue nombrado ministro por Rajoy.

Además se ha pedido la dimisión de Díaz por el último capítulo de unas políticas de urbanismo muy conflictivas, por las acusaciones de tráfico de influencias ligadas al derrumbe de la calle del Sol, 57.

3.- La concejala de Empleo, número 3 del equipo de Gobierno. Además de la última petición de dimisión por la paralización de las contrataciones de parados, derivada de la sanción de la Inspección de Trabajo por cesión ilegal de trabajadores, Ana González-Pescador es la concejala que ha elevado la presión fiscal un 80% en Santander y que ha visto como los tribunales obligaban a modificar una ordenanza de la plusvalía que era inconstitucional. Finalmente, ha cedido a la petición del joven abogado Miguel Gómez Cotera para que se suprimiera uno de los requisitos de la bonificación añadido en la reforma de la ordenanza, que también era manifiestamente injusto.

4.- La concejala de Cultura, Miriam Díaz, por la gestión del incendio del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, cuyo expediente lleva también camino de los tribunales, en una auténtica batalla triangular en la que políticos, funcionarios y empresas adjudicatarias tratan de eludir la responsabilidad de la pérdida de más de 28.000 fondos de su biblioteca y ocho obras de arte en la reforma del MAS. En una crisis en la que el PP empezó por tratar de restar importancia al suceso.

LA LEGISLATURA MÁS CONVULSA, TAMBIÉN EN LA OPOSICIÓN

5.- Lo cierto es que las peticiones de dimisión no se han limitado al equipo de Gobierno, porque también se ha pedido la de la portavoz de Ganemos, Tatiana Yáñez-Barnuevo, después de la destitución de su asesor, dictada por la alcaldesa después de casi un año sin aparecer por dependencias municipales.

David González, exconcejal de Ciudadanos en Santander, con la alcaldesa Gema Igual, a la que sigue apoyando como tránsfuga

Es el último capítulo de una cuita política contra el concejal Antonio Mantecón, representante legítimo de la candidatura popular Santander Sí Puede, expulsado de Ganemos por diferencias con el propietario de la marca, Juliá de Fabían, con la ͞connivencia͟ del PP según denunció el edil que pasó a ser no adscrito.

Mantecón vio cómo se limitaban sus derechos políticos y económicos, al tiempo que se reforzaban los de Yáñez-Barnuevo, que ha gozado de los privilegios de tener grupo político pese a quedarse con un solo concejal – ella misma- cuando el reglamento exige tener dos para su formación.

6.- Los tránsfugas de libro, y de ellos se vale el PP para sacar adelante los presupuestos o para bloquear la acción de la oposición. Son los dos concejales que se marcharon de Ciudadanos (aunque sólo necesitan a uno y se reparten los papeles). En ellos se había apoyado De la Serna para la investidura y para gobernar a placer el primer año de la legislatura.

Y en ellos se apoya también Gema Igual. Son David González y Cora Vielva. Los dos se marcharon de Ciudadanos al tiempo que Juan Ramón Carrancio, el tránsfuga en el que se apoyan PRC y PSOE en el Parlamento de Cantabria para gobernar. Los números dan para que Vielva se desmarque de González en el grupo tránsfuga, porque el PP sólo necesita un voto.

EL BALANCE

Si miramos la foto de familia del equipo de Gobierno al inicio de la legislatura, hay varias cartas marcadas. Dos salidas (De la Serna, ministro) y Espinosa (destituida) y otros cuatro concejales tocados, dos ellos, el uno y el dos del equipo de gobierno del PP.

El balance provisional es dantesco: una destitución (Espinosa), una renuncia (De la Serna, al ser nombrado ministro) y diez peticiones de dimisión: siete en el equipo de Gobierno (Gema Igual, dos; César Díaz, dos; Iñigo de la Serna, una; Ana González-Pescador, una y Miriam Díaz, otra. Siete veces, en un equipo de Gobierno con 13 concejales (12 liberados).

Hay que añadir otros tres concejales de la oposición: la concejala de Ganemos, una, por denuncias de financiación irregular, y los ex de Ciudadanos, dos, a los que se ha pedido que renuncien a sus actas por su condición de tránsfugas. Diez en total en una corporación de 27.

LA OPOSICIÓN ANTE EL RETO DE CONSTRUIR UNA ALTERNATIVA

La más visible es la del líder del PSOE en Santander, Pedro Casares, que de forma simultánea al ascenso de De la Serna al Ministerio de Fomento se ha convertido en su némesis, al ser nombrado responsable de infraestructuras de la Comisión Ejecutiva Federal de Pedro Sánchez.

Estos días atrás, con la polémica por los conductores que quedaron atrapados el día de Reyes en la AP-6, se convertía en azote del ministro en los programas informativos de ámbito nacional.

José María Fuentes-Pila y Pedro Casares

Aunque el PP ha querido enmarcar a la oposición en un ͞tripartito de izquierda radical͟, la vestimenta del socialista – sí, estamos pensando en las cazadoras Slam- nos da pistas de un perfil en absoluto extremo, como tampoco lo es el del líder del PRC de Santander, José María Fuentes-Pila, que todavía no se quita la etiqueta de STV – santanderino de toda la vida- con la que trató de restar algún voto conservador a De la Serna en las elecciones de 2011.

Un Fuentes-Pila que, pese a un inicio marcado por el apoyo de los regionalistas al Plan General, en sentido contrario al que había trabajado la oposición municipal, está haciendo una oposición incesante en todas estas crisis políticas que afectan al PP de Santander, en urbanismo, cultura o política económica, hasta el punto de desmarcarse de la dirección de su partido en el discurso sobre el transfuguismo y de afirmar que la capital es un ͞sin Dios͟.

Ambos, Casares y Fuentes-Pila, han liderado iniciativas conjuntas de la oposición en las que aparece también el único concejal de IU, Miguel Saro, un abogado con una imagen pública que hace difícil situarle en ninguna opción extrema, o el propio Antonio Mantecón, que sí tiene un discurso más agresivo.

A esas cuatro opciones hay que sumar el previsible desembarco de Podemos en Santander, con una secretaria general, Lydia Alegría, que ya acude a los Plenos a plantear preguntas para poner en aprietos al PP.

Y esa gran incógnita, que en la izquierda tradicionalmente se resuelve con intentos frustrados de candidaturas conjuntas, de saber si Podemos, IU y la candidatura municipalista que logró dos concejales en 2015, conseguirán ponerse de acuerdo para presentar una alternativa en 2019.

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1 Comentario

  • Francisco José Quijano Ruiz
    11 de enero de 2018

    Un excelente trab ajo de El Faradio.
    ¡Enhorabuena¡

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