Primero, tras cuatro años sin tocar juntos, se han reencontrado ellos, en los ensayos en los que llevan trabajando desde septiembre, y este fin de semana lo harán con un público que, a la vista de la rapidez con la que se han vendido las entradas, les echaba de menos.

La sonrisa de Julia

Fueron doce años y cinco discos de ‘La sonrisa de Julia’, según rememoraba en EL FARADIO DE LA MAñANA (103.2 FM) Marcos Casal, quien afronta la inevitable pregunta de si estos dos únicos conciertos supondrán el regreso de la banda: “Meterse en estudio es una cosa muy seria, sacar un disco es una cosa seria. Estamos felices disfrutando sin ningún tipo de presión”.

El objetivo es “disfrutar” y “emocionarse” tocando juntos, primero en los ensayos –en los que incluso ha surgido algún tema nuevo que les “encanta”—y después en los conciertos, este viernes y sábado, en Madrid, a las 20.00 horas, en la sala Joy Eslava, «la más bonita de España», que sigue recordando a un teatro.

Para el set list han preparado los temas “que más les emocionan” en una actuación que además será más larga de lo habitual, dos horas, por lo que habrá ocasión, como aliciente extra para ir, canciones que no solían tocar en directo precisamente por la duración estándar de los conciertos.

Será un concierto “bien largo” en el que habrá “temas muy animados” y “momentos muy íntimos, que son los que hemos disfrutado todos”, por lo que esperan “que la gente salga satisfecha”.

Estará la formación clásica, a la que en los últimos años ya se había sumado otro cántabro, muy conocido en los ambientes musicales, Mario de Inocencio, de la escuela de música Musiquea.

La sonrisa de Julia siempre ha tenido un punto de encontrar su propio camino: muy populares desde el inicio, lucharon contra el estigma de ser una banda de “one hit”, de una sola canción, y también lucharon por su independencia discográfica. Lo consiguieron. Todo.

Pero tras doce años, el proyecto les “cansó” porque les consumía todo el tiempo y no podían desarrollar otras iniciativas (Marcos Casal/Cao tiene ahora su propia carrera en solitario y también la Billy Boom Band, orientada a un público familiar, además de haberse comprometido como ciudadano en la defensa del bosque de Loredo, en Ribamontán al Mar).