Porque las adjudicaciones a la baja no son patrimonio de la obra pública, ha sido precisamente una adjudicación a la baja la que traerá a Santander a artistas como Taburete, David Guetta, Olé Olé o Dani Martín.

Taburete

Este año, los conciertos de la Semana Grande santanderina en el espacio público de la campa de La Magdalena no los hará Mouro Producciones, la única empresa que los ha gestionado hasta la fehca, primero por adjudicación directa y luego con concursos que venía ganando.

Mouro Producciones es la empresa de Guillermo Vega, que a su vez es uno de los dos socios de Dos Imanes Producciones, la empresa responsable de las obras que causaron el derrumbe del edificio de Sol, 57, cuya caída dejó también a la vista la doble velocidad y diferencia en las tramitaciones de las licencias de obra pública.

Un derrumbe que supuso a la empresa creada por él y por el ingeniero Javier Ruiz Ocejo (ambos amigos del concejal de Obras César Díaz y del exalcalde Íñigo de la Serna) una sanción que incluía, entre otras consecuencias, la imposibilidad de contratar con la administración a través de Dos Imanes, pero no de sus otras sociedades.

Aunque finalmente en el caso del Música en Grande, quien gestionará estos conciertos será la UTE La Campa, una unión de empresas entre las que se encuentra Del Fuego Booking, de Javier Palacios (adjudicaría ya del recinto municipal Escenario Santander).

David Guetta

Su oferta incluye presencia de artistas nacionales e internacionales como David Guetta, Dani Martín, Vetusta Morla, Bombai, The Waterboys o The Jacksons, entre otros, para los conciertos que se celebrarán entre el 21 y el 28 de julio, en una propuesta que incluye un festival familiar y el solidario (con Olé Olé y Nancys Rubias, el grupo de Mario Vaquerizo).

En el cartel presentado por la UTE La Campa para los conciertos de la Semana Grande destacan figuras como el Dj David Guetta y otros artistas internacionales como los británicos The Waterboys y los estadounidenses Vintage Trouble, Mistery Lights y The Jacksons.
Por su parte, la nómina de artistas nacionales la conforman Dani Martín, Bombai, Taburete y Vetusta Morla.

El cartel lo completan el concierto solidario, a cargo de Olé Olé y Nancys Rubias, así como el festival familiar Viva Pop, con el Show de Pocoyo y la actuación de Lucía Gil.

Mientras, la empresa Live Producciones seguirá gestionando el Santander Music, al ser la única aspirante, más centrado en la música indie, con un cartel con nombres La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A.), semifininalistas de la décima edición de los Premios de la Música Independiente; y el rapero Kase.O, galardonado también en estos mismos premios en la categoría de mejor álbum de hip hop y músicas urbanas 2017.

La banda murciana Viva Suecia, los canarios Texxcoco, el grupo de música indie pop/rock Izal, los guipuzcoanos Grises, la banda Luis Brea y el Miedo y los valencianos Modelo de Respuesta Polar son otras de las formaciones nacionales previstas.

Y entre los artistas internacionales propuestos figuran nombres como The Hackenshaw Boys, Elliot Murphy y Us Rail (Estados Unidos), Sugar Dady & The Cereal Killers (Italia), Jett Rebel (Holanda) o Marwan (Palestina).

LA ADJUDICACIÓN

Si bien inicialmente ambos festivales, pese a la diferencia de estilos, eran organizados por los mismos promotores, poco a poco esos caminos fueron separándose.

Conciertos en la Campa de La Magdalena

En la adjudicación, realizada por “un jurado independiente” y técnicos municipales, se tenían en cuenta los factores de “categoría artística”, “categoría técnica” y plan de publicidad, y, en una siguiente fase del proceso, el plan de dinamización y un concierto solidario,

A nivel artístico se consideró que la oferta de los nuevos adjudicatarios era mejor que la de Mouro, pero en el plano económico la oferta de Mouro era más alta, 45.540 euros frente a los 40.500 de la UTE La Campa, según documentación municipal a la que ha tenido acceso EL FARADIO. A nivel técnico hubo empate, y el plan de publicidad se consideró mejor el de La Campa.

En cuanto al plan de dinamización, obtuvo más puntos Mouro, al igual que en el Concierto Solidario –en el que pujaba con una cifra económica mayor– (20 y 10 puntos, respecto a los 13,51 y 8,93 de UTE La Campa), de modo que ha sido la valoración artística, la de publicidad y la económica, considerada desde la perspectiva más baja las que han inclinado las puntuaciones.

En el Santander Music sólo pujaba una empresa, pero su oferta artística se puntuaba al igual que la de Música en Grande con un máximo de 50 puntos. El jurado consideró que tanto la oferta de Mouro como la de La Campa eran superiores artísticamente a la del Santander Music, a la que sólo otorgaron 25 puntos frente a los 45 del promotor de Escenario Santander y los 38 de Guillermo Vega.

El retraso en este proceso había provocado alguna inquietud, toda vez que los conciertos son en julio, en una época en la que los grupos tienen una mayor limitación de agenda, y por eso los aspirantes habían empezado a lanzar sus carteles, algo a lo que el Ayuntamiento de Santander reaccionó precisando que no era información oficial al no haberse finalizado el proyecto.

Recientemente, Escenario Santander, el proyecto gestionado por una de las empresas de la UTE adjudicataria ahora de los conciertos de la Semana Grande, ha sido polémico por la denuncia de la exconcejala de Ciudadanos Cora Vielva de que carecía de un plan de evacuación de emergencias. El Ayuntamiento respondió defendiendo que Escenario Santander estaba “actualizando” el Plan de autoprotección –que incluye las medidas de evacuación´– para adaptarlo a sus nuevas actividades.

EL DERRUMBE DE SOL, 57

Estado en que quedó el 57 de la calle del Sol tras el derrumbe || Foto: El Faradio

La otra empresa de Vega, Dos Imanes, fue sancionada recientemente por el derrumbe en la calle del Sol, 57.

El expediente, por un incumplimiento grave de la Ley del Suelo, no se abrió cuando se detectó la falta de licencias, sino cuando se produjo el derrumbe. Y la instructora fue una funcionaria municipal que tuvo su papel al activar el proceso que permitió ‘vestir’ administrativamente la licencia que no tenían cerrada en ese momento. Con todo, caben recursos contra esa sanción.

El expediente no aclara los motivos por los que las obras nunca se llegaron a parar pese a carecer de licencia y a haberse recibido órdenes específicas de hacerlo hasta que se tuvieran, visita policial incluida, ni a las diferencias en cuanto a la distinta velocidad de tramitación entre el conjunto de las licencias en Santander y los plazos en estas, con informes emitidos en el mismo día pese a que la media en la ciudad rebasa los tres meses.

De hecho, la visita policial fue la que hizo que el Ayuntamiento acelerara los trámites pendientes de la licencia de obra mayor necesaria, en un proceso que activó precisamente la misma funcionaria a la que se le encargó que instruyera este expediente sancionador.

Un expediente, que, además, no se activó en cuanto se detectó el incumplimiento, sino a raíz de que se produjera ya el derrumbe.

Entre las explicaciones que hizo aflorar la primera tanda de la investigación se encuentra el que no se emitieron sanciones porque los responsables del servicio se encontraban de vacaciones o no se examinaron las grietas en visitas al inmueble.

En el antiguo local Master se ejecutaron obras fuera del amparo de las licencias municipales otorgadas. en un exceso de obra que provocó el derrumbe, si bien el expediente municipal señaló también a obras previas.