La Delegación de Gobierno en Santander se ha convertido en el centro de protesta contra La Manada en Cantabria desde que el pasado 26 de abril acogió la quedada improvisada para escuchar la sentencia que indignó a miles de mujeres y hombres en toda España.

Este viernes más de 1.000 personas se han concentrado de nuevo en una ruidosa y multitudinaria cacerolada para protestar contra la decisión judicial de la Audiencia Provincial de Navarra de poner en libertad a los cinco agresores que han sido condenados en primera instancia por abusar sexualmente de una joven en los San Fermines de 2016 en Pamplona.

Más de 1.000 personas en Santander contra la puesta en libertad de La Manada. FOTO: Eva Mora.

Los cinco condenados, que ya están en libertad provisional –tres de ellos han salido esta tarde de la cárcel de Pamplona, con el coche a toda velocidad y dando bandazos tal y como han recogido diversos medios de comunicación-, fueron condenados por abuso sexual y no por agresión ya que los jueces interpretaron los hechos como que no había habido violencia sobre la mujer a la hora de violarla.

Esto ya provocó una indignación por toda España, con miles de personas en las calles y recogidas de firmas que solicitaba invalidar al juez que pidió la absolución en una polémica visión particular de los hechos.

En esta ocasión la furia ha resurgido ante su puesto en libertad provisional a la espera de la sentencia firme y la manada feminista ha salido a las calles.

EL GRITO DE LAS MÁS JÓVENES

En Santander convocaban diferentes movimientos feministas, como la Asamblea Feminista de Cantabria y la Comisión 8 de Marzo; pero la batuta la han llevado las más jóvenes, las Ijanas, que han sido las encargadas de leer un manifiesto antes las más de mil personas –muchas de ellas chica muy jóvenes-, donde han clamado contra la “justicia patriarcal” ante lo que han pedido “defensa feminista”.

Para ellas, el mensaje de esta puesto en libertad manda un mensaje social muy preocupante: “violar, abusar de una mujer, actuar en situación de ‘consentimiento viciado’ porque en la retorcida interpretación de los hechos no recibe el tratamiento de delito grave”.

También han aclamado que “nos dejan desprotegidas a casa paso que dan con sentencias inverosímiles, machistas, reaccionarias, producto de una ceguera cuando no saña patriarcal que falla a las mujeres, que nos veja, nos insulta, nos deja desprotegidas y nos roba la confianza en el sistema judicial”.

Las más jóvenes han tomado la voz. FOTO: Eva Mora.

Asimismo insisten en que no se están pidiendo “excesos punitivos” sino que “queremos justicia”. “No exigimos ningún tipo de saña judicial, exigimos que se trate a ‘La Manada’ con un criterio proporcionado y a la altura de la realidad social”. Y es que inciden en que “no se trata sólo de estos jueces, de esta sentencia, de esta injusticia patriarcal: se trata de nuestro rotundo compromiso con el avance hacia un mundo mejor en el que no quepa ningún tipo de violencia machista”. 

“No se trata de que la decisión no se ajuste a la ley”, puntualizan. “Lo que volvemos a denunciar en estas concentraciones es que hay demasiados operadores jurídicos que carecen de la preparación necesaria para desempeñar una labor que exige algo más que el conocimiento de las normas, que requiere capacidad de interpretación, un sentido a la altura de su responsabilidad».

«HAN DECIDIDO PROTEGERLOS A ELLOS Y NO A LA VÍCTIMA»

Durante el acto se han coreado diversas proclamas como ‘La Manada somos nosotras’, ‘De camino a casa, libre no valiente’, ‘Si tocan a una, nos tocan a todas’, ‘Violencia machista, respuesta feminista’, ‘Hermana escucha, aquí estamos en lucha’, ‘Mi cuerpo es mío, solo mío, mío, mío’, ‘Sola, borracha, quiero llegar a casa’, ‘No es un caso aislado, se llama patriarcado’ y ‘Yo sí te creo’.

Entre las presentes se encontraba la portavoz de la Comisión 8 de Marzo, Ana Bolado, que ha apelado al Consejo General del Poder Judicial contra la actitud de los jueces.

La manifestación ha estado llena de ruido de cacerolas, lemas y gritos de indignación. FOTO: Eva Mora.

Dos de los tres jueces del tribunal, excepto el presidente de la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra, José Francisco Cobo, han votado a favor de la libertad provisional alegando que los agresores viven a 500 kilómetros de distancia de la víctima, que la presión social evitará la reiteración delictiva y que no aprecian riesgo de fuga.

Cobo ha emitido un voto particular contra esta decisión reclamando la “extrema gravedad de los hechos” y alertando de que la obligatoriedad de comparecer en el juzgado de guardia de sus localidades los lunes, miércoles y viernes, la retirada del pasaporte o la prohibición de acudir a la Comunidad de Madrid, lugar de residencia de su víctima–, son medidas que “se pueden revelar ineficaces” de cara a la protección a la víctima.

“Se escudan en que es legal pero no es justo porque también sería legal si les hubieran mantenido en prisión. Pero han decidido protegerlos a ellos y no a la víctima”, ha reclamado Ana Bolado desde Santander. “Quinientos kilómetros se hacen en tres horas. Hay asesinos que han viajado más distancia para matar a mujeres”, ha alertado, lamentando que “ahora es ella la que está recluida, ya que ellos pueden viajar a donde les dé la gana y repetir cuando quieran”.

“Quieren que nos defendamos hasta morir y si no lo hacemos dudan de nuestro testimonios” ha puntualizado Bolado entre los gritos indignados de los asistentes.

Algunas representantes políticas también se han acercado a la protesta como la vicepresidenta del Gobierno, Eva Díaz Tezanos, la diputada de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados y secretaria general de la formación en Cantabria, Rosana Alonso, Sergio Tamayo, responsable de Convergencia Política y Social de Izquierda Unida Cantabria con más miembros de la formación, la concejal de Equo + Independientes, Sara Gómez o la diputada de Podemos en el Parlamento de Cantabria, Verónica Ordóñez.

Ordoñez, en declaraciones a  EL FARADIO, ha insistido en que “el movimiento feminista va a seguir resistiendo a los ataques del patriarcado” y teme que esta decisión “deja un mensaje muy claro a los hombres de que no pasa nada, que no es tan grave y a las mujeres de que esto es lo que pasa cuando denunciasteis”.  Por ello ha reclamado una ley integral contra las violencias machistas que protejan a las mujeres de estos delitos.