La lluvia que nos robó julio ¿fue de verdad para tanto?
Ya han pasado casi dos meses después de un julio del que, sobre todo para turismo y hostelería, no se guarda buen recuerdo. Cuando se pregunta por este mes las valoraciones son concisas y tajantes: «las temperaturas en Cantabria no fueron altas y no dejó de llover»; un pronunciamiento unísono del que existen pocos detractores. Esta connivencia manifiesta a la hora de evaluar el tiempo que hizo en julio atrajo mi atención —¡mira que es difícil ponernos de acuerdo!— más aún cuando, para mi suerte podréis decir, estuve dos semanas fuera de la tierruca.
Esto último sugerirá al lector que no he sido sufridor del tal aciago mes por lo que, cómo soy tan osado de tratar de evaluarlo; sin embargo, diría que es precisamente esto lo que me confiere cierto poder para hacer de árbitro entre la sociedad cántabra y nuestro tiempo, la sugestión de un mismo entorno siempre moldea nuestras opiniones, sean estas certeras o no.
Pongamos cifras en vez de mojarnos, nunca mejor dicho, ya que valorar 31 días de un territorio variopinto —en su conjunto— con una única frase —percepción— puede distar mucho de lo realmente ocurrido.
De este modo, haciendo uso de los datos facilitados en los resúmenes diarios por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y datosclima.es*, este escrito pretende relativizar y poner en perspectiva los datos de temperatura —que comentaré brevemente— y precipitación —análisis más profundo con gráficos— del mes de julio. Subrayar que, para los escépticos que crean que deliro, julio no fue un buen mes pero quizá temperatura y precipitaciones no se comportaron tal y como uno cree.
«Las temperaturas no fueron altas». ¿Fueron más bajas que otros años? Si uno acude a los resúmenes climatológicos nacionales de AEMET, la agencia calificó julio de 2018 como muy cálido (las temperaturas registradas se encuentran en el intervalo correspondiente al 20% de los años más cálidos) en casi todo el territorio cántabro, con anomalías de entorno a 1º C (ver mapas en el siguiente documento aquí).
Comparado con julio del año pasado (ver aquí), julio de 2018 fue más cálido. Igualmente, en los boletines regionales exclusivos para Cantabria se observa que en julio de este año, salvo excepciones, se superan las temperaturas medias del año pasado y también las de la serie histórica. Además, se califica el mes como «Muy cálido y muy húmedo», estando sólo presente la connotación «muy cálido» en los informes de 2013, 2015 y 2018 (ver aquí todos los disponibles desde 2013).
«HA LLOVIDO MUCHO»
«Ha llovido mucho». En efecto, mucho en el agregado del mes; sin embargo, ¿cuántos días ha llovido en cada zona de Cantabria? ¿Cuánto ha llovido por día? ¿En qué franjas horarias se ha registrado precipitación? Los tres gráficos que vienen a continuación nos ayudan a responder a estas cuestiones, y a través de ellos analizaré qué ha ocurrido en Santander, ejercicio que igualmente puede hacerse con cualquier otra estación meteorológica.
Si considero los registros diarios de todas las estaciones de Cantabria, en 29 de los 31 días del mes de julio llovió en al menos una de las estaciones consideradas, número de días próximo a lo que el propio Diario Montañés titulaba el 2 de agosto «Un mes que dejó 27 días de lluvia» (ver aquí).
No obstante, se trata de un cálculo poco representativo al no considerar estación por estación, por separado. Si se analiza de ese modo esta cifra se reduce: la estación en la que más días llovió—Camaleño, Fuente De— registró precipitaciones en 24 de los 31 días (ver Gráfico 1) mientras que en la que menos fueron 11—Valderredible, Cubillo de Ebro—. En Santander se registraron —dos estaciones para las que hay datos: Santander (Cueto) y Santander Aeropuerto— 16 días con alguna precipitación, cuando normalmente, según Meteo Cantabria, se registra algo más de 11 días de lluvia en julio.
El siguiente paso requiere comprobar el volumen de precipitación (ver Gráfico 1). Siguiendo con el ejercicio únicamente para Santander, de esos 16 días, en cinco las precipitaciones no superaron los 2 mm (2 litros por metro cuadrado, un nivel muy débil), en seis estuvieron entre de 2 y 15 mm y en otros cinco superaron los 15mm.
Además, estos cinco días con lluvias por encima de los 15 mm representan el 76% de las precipitaciones del mes. Se puede concluir que, para el caso de Santander, el grueso de las precipitaciones se concentraron en unos pocos días: 4, 12, 16, 19 y 20 de julio —el día 4 y el 19 Santander superó el umbral de intensidad de precipitación al superar los 40mm/h (ver aquí)—.
En el caso de la estación Santander Aeropuerto, fueron 4 los días con cifras superiores a 15mm, estas representan el 74%, concentrándose en los días 4, 11, 12 y 20 —el día 11 marcó el récord de precipitación máxima en un día de la serie histórica 1953-2018 para esta estación (ver aquí)—.
Gráfico 1: Número de días de lluvia por estación meteorológica. FUENTE: Elaboración de Ángel Garrido con los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET)
Con estos matices previos, número de días registrando lluvia, volumen de precipitación y concentración sobre el total del mes, aunque con cifras altas, se minora la percepción de que ha llovido mucho en la capital.
Si se añade el último factor, la franja horaria en la que llueve, se relativiza aún más.
El 55% de las precipitaciones en el mes de julio en Santander se produjeron entre las 00:00 y las 12:00 de la mañana, el 45% restante entre las 12:00 y las 24:00, periodo con proporcionalmente más actividad que la primera mitad del día, que cubre una parte importante de las horas de sueño (ver Gráfico 2).
Gráfico 2: Distribución de la precipitación por franja horaria y estación meteorológica. FUENTE: Elaboración de Ángel Garrido con datos de la AEMET.
Como resultado, si se limita el volumen total de precipitación en el mes a la franja de entre las 12:00 y las 24:00, Santander habría registrado, en vez de 150mm, alrededor de 70mm en julio. Esta cifra, aunque mayor, está más próxima a la media histórica de este mes, cercana a los 50mm (ver Gráficos 2 y 3).
Con esta información, y haciendo uso de los gráficos que se facilitan, se puede concluir que aunque el volumen de precipitación del mes de julio ha sido muy alto no se debe olvidar su distribución en cantidad y franja horaria a la hora de evaluar cómo nos afecta, factores que relativizan las sensaciones que uno pueda tener sobre lo acontecido en el mes.
Santander, aunque en el grupo de los núcleos poblacionales que más lluvia han registrado, es también uno de los territorios que más concentra sus lluvias y en los que las precipitaciones tienen lugar en franjas horarias favorables, en la primera mitad del día; los territorios interiores, aunque con menor volumen de lluvias en el mes, registran más días precipitaciones y además con un mayor porcentaje en la franja horaria activa.
Gráfico 3: Precipitación total por estación y distribución horaria. FUENTE: Elaboración de Ángel Garrido a partir de datos de la AEMET.
Sin duda alguna, la meteorología, y concretamente la lluvia, ha sido protagonista este julio. En lo económico, ha podido provocar que cierto perfil de visitantes no se decantara por la tierruca, como así sugieren asociaciones de turismo y hostelería. Sin embargo, no creo que fuese determinante a nivel agregado.
Estimo atrevido afirmar que los contenidos —más que malos— datos de turismo de julio en Cantabria tengan como principal factor el mal tiempo. El agotamiento derivado de un 2017 de récord en el que ya se intuía algún signo de desaceleración, propio de quien alcanza un máximo, tanto en España como en Cantabria, junto con la estabilización de ciertos destinos vacacionales extranjeros antes en problemas, parecen factores de mayor peso. En un próximo artículo trataré de ilustrar este razonamiento con los sonados datos de turismo de julio procedentes de las encuestas de ocupación del INE; igualmente, intentaré relativizar las valoraciones negativas que se hicieron de los mismos tras conocerse.
javier Gómez Acebo
Me alegra ver una información sensata que pone las aguas en su sitio y a su hora.