En las grandes ciudades un nuevo enemigo está cerniéndose sobre las clases más bajas, una nueva burbuja que, como la del ladrillo, se está generando artificialmente y amenaza con volver a hacer temblar los cimientos del mercado inmobiliario.

Manifestación por el alza de los precios en la vivienda, este sábado en Madrid (Foto: Sindicato de Inquilinos)

Según alerta la PAH y diferentes movimientos como el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Madrid, en la capital 6 de cada 10 desahucios que se llevan a cabo actualmente son por casos de alquiler.

“Ahora hay unan nueva modalidad: los desahucios invisibles”, alerta el portavoz del Sindicado de Inquilinos, Javier Gil, investigador del mercado de la vivienda, en una entrevista en EL FARADIO DE LA MAÑANA (ARCO FM 103.2).

Estos desahucios invisibles “no pasan por un juzgado ni quedan registrados”, ya que con una creciente burbuja en el alquiler, los propietarios no están renovando el contrato a las inquilinas y los inquilinos “para volver a introducir la vivienda en el mercado con una subida abusiva de un 30, un 50 o un 70% del precio”.

Esto queda fuera del alcance para la mayoría de los sueldos que se ganan hoy en día. De hecho, los alquileres han subido 12 veces más que los ingresos de las familias en los últimos años, razón por la cual este sábado, 6 de octubre, se celebra en Madrid una manifestación para alerta de la grave crisis de la situación de la vivienda.

UNA BURBUJA DEL ALQUILER GENERADA DESDE LA POLÍTICA

Para generar esta nueva burbuja inmobiliaria, después del pinchazo de 2008 ha sido necesaria una intervención política muy fuerte que ha permitido generar otra oleada especulativa en el mercado de la vivienda.

Y, según ha relatado Javier Gil, esto se ha producido gracias a dos reformas legales que produjo el Gobierno de Mariano Rajoy.

Javier Gil, portavoz del Sindicato de Inquilinos de Madrid e investigador del mercado de la vivienda

La primera de ellas fue la reforma de la Ley de Socimis (siglas de Sociedades Cotizadas Anónimas de Inversión en el Mercado Inmobiliario), vehículos financieros de inversión en vivienda de régimen de alquiler que introdujo ya el Gobierno de Zapatero en el año 2009.

“El objetivo era hacer el mercado de alquiler más atractivo para las multinacionales”, cuenta Gil que, sin embargo, revela otro hecho: entre 2009 y 2012 no se creó una solo SOCIMI en España. Así que intervino el Ejecutivo de Rajoy de 2012 para realizar una reforma que quitaba derechos a los inquilinos y ofrecía muchas exenciones fiscales.

La reforma legal ha implicado que las SOCIMI’s no pagan actualmente impuestos de sociedades, lo que atrajo a los fondos internacionales que invierten en vivienda que se han transformado en vehículos de especulación financiera

“Con esto se aumentó la rentabilidad de especular con vivienda en España un 19%, haciéndolo más rentable que cualquier otro mercado”, explica Gil, quien concluye que de este modo “el riesgo es menor para la especulación”.

Además, la reforma redujo el número mínimo de años que la SOCIMI tiene que mantener la propiedad, de siete a tres años, lo que da una menor estabilidad que beneficia a estos grandes grupos. De estas propiedades, la ley obliga a que el 80% sea ofrecido en alquiler.

Pero es que encima en 2013 se reformó la ley de arrendamientos urbanos. “No respondía a ningún factor social ni a ninguna demanda, pero el objetivo es reducir los derechos de los inquilinos e inquilinas para aplicar la ley de arrendamientos urbanos que regula los contratos de alquiler a la nueva jurisprudencia de las SOCIMIS”, explica Javier Gil.

Aunque las condiciones del mercado y la economía de las familias españolas “no son propicias para estas subidas de precios”, Gil alerta de que se ha generado un mercado artificial especulando con vivienda pública.

¿Cómo? El primer paso lo llevó a cabo la Comunidad de Madrid pocos meses después de que esas leyes entraran en vigor. “Entonces vendieron 5.000 vivienda de titularidad pública a dos fondos buitres internacionales muy importantes”. De este modo dieron la impresión de que hay un gran nicho de mercado en España.

“ES UNA BURBUJA CREADA POLÍTICAMENTE, Y ASÍ PUEDE REVERTIRSE”

Al tener comprobado que esta burbuja ha sido “creada políticamente”, los inquilinos y otros expertos inmobiliarios, en consecuencia, creen que “así puede revertirse”, es decir, con medidas políticas.

Así, Gil apuesta por una ley que ya ha sido admitida a trámite en el Congreso y que cree que podría traer parte de la solución. “La ley de la PAH sería el inicio de revertir la especulación de la vivienda”, defiende,

Muchas de las demandas de estos sindicatos van recogidas en esta ley de vivienda, como es el hecho de que se regulen los precios de los alquileres como hacen países como Francia o Alemania, quienes además en 2018 han reformado la ley para endurecer los controles de aquellos que quieran especular con el alquiler.

Otra reivindicación es la movilización de vivienda vacía. En España hay tres comunidades autónomas, Cataluña, País Vasco y Navarro, donde se han elaborado leyes para expropiar a entidades jurídicas (es decir, no personas físicas) cuyas viviendas lleven vacías más de dos años. Es una ley que no afecta a particulares que renten segundas viviendas. “Es algo que se tiene que extender al resto del Estado”, defiende Gil. Aunque el PP interpuso demandas contra el Tribunal Constitucional por estas leyes autonómicas, la justicia ha avalado la legalidad de estos procedimientos.

“Los defensores de la especulación siempre ponen el mito de la familia ahorradora y trabajadora que gracias a su esfuerzo consigue ahorrar para comprarse otro piso y que lo tiene alquilado para que en el futuro sus hijos vivan ahí. Pero eso es un mito porque esas personas no tienen ningún tipo de peso en el mercado”, defiende Gil, que recuerda que éste “está controlado por fondos buitre, bancos, empresas inmobiliarias y grandes tenedores”.

LOS MERCADOS HABLAN DE AUMENTO DE OFERTA DE VIVIENDAS CUANDO ESPAÑA TIENE MÁS DE 3 MILLONES VACÍAS

En España hay 3 millones de viviendas vacías y es el país de Europa con más vivienda construida por habitante. Algo que choca con ese interés que se tiene de demostrar que la burbuja del alquiler está creciendo por una mayor demanda. “Ahora hay un gran interés de no denominarlo como burbuja inmobiliaria porque los mecanismos de precio no funcionan con base a criterios de oferta y demanda de otros sectores económicos y eso significaría reducir expectativa sobre la subida de precios”.

Distintas reformas legales han facilitado la actividad de las sociedades inmobiliarias, alternando las dinámicas normales del mercado

Recordemos que las burbujas se crean ante el aumento de unos precios con la expectativa de que seguirán a la alza. Revelar que todo esto está generado artificialmente haría bajar los mercados.

Y el mercado inmobiliario ha sido un eje central de la economía del país, lo que también ha general “grandes redes clientelares, políticas y corruptas a nivel autonómico y municipal”.

Por esto cree Javier Gil que “no hay voluntad política”, porque hay “personas que están ganando muchísimo dinero”, pese a que en esta ocasión “la gente ve claro que nos están engañando una vez más”, y apoya masivamente leyes como la de la PAH (que cuenta con más de 2 millones de apoyos) o la propuesta de la regulación del precio del alquiler que sugirió el Ayuntamiento de Barcelona y contó con un 75% del apoyo.

Pese a ello, a nivel nacional el nuevo Gobierno socialista lleva una senda continuista y el ministro de Fomento ha alegado recientemente que prefiere la estimulación del mercado a través de incentivos que actuar contra las entidades jurídicas que mantengan pisos vacíos.

“España lleva dando 30 años una política de privilegios fiscales a propietarios de vivienda”, critica Javier Gil. “Ya basta de tener que estimular el mercado así, cuando no se hace en otros sectores. Si tú pides una licencia para un bar no te dan un incentivo fiscal para que cierres a las dos de la madrugada. No, te dan una licencia y te dicen a qué hora tienes que cerrar por ley”, remacha.