El Bahri Jeddah en la Bahía de Santander

El barco saudí Bahri Jeddah ha cargado este martes ocho contenedores con munición durante su estancia en el Puerto de Santander, que se ha prolongado hasta las 20.00 horas, según ha podido saber EL FARADIO de fuentes portuarias,

Y aunque la Web interna del Puerto sólo declaraba el embarque de maquinaria (tubos y otro tipo de materiales), lo cierto es que también embarcó munición.

En concreto, estuvo en el muelle 8 Oeste de Raos, operado por Bergé Marítima. Inicialmente su salida estaba prevista a las 18.00 horas, pero se retrasó hasta las 20.00 horas.

Las protestas contra el barco también han llegado desde el mar, desde el velero Diosa Maat de Ecologistas en Acción

El Bahri Jeddah es un barco de la compañía saudí Bahri, que embarca armas y munición que acaban siendo usados en la guerra contra Yemen.

De hecho, la última carga de esta compañía fue de bombas de precisión (cuya uso para civiles negó el Gobierno central) que mataron a 17 civiles en el Puerto de Hodeida.

Tras su estancia en Santander, se dirige a Motril (Granada), donde estos tráficos han sido denunciados ante la Fiscalía, que ha abierto una investigación sobre su legalidad. 

El Bahri Jeddah (de hecho, Jeddah es el nombre de un puerto en Arabia Saudí), es una embarcación de 220 metros de eslora y 32 de manga, construida en 2014, con bandera saudí y puerto base en la ciudad saudí de Dammam.

Y llega a Santander tras pasar por los puertos de Dunkalk (Estados Unidos), Saint John (Canadá), Antwerpen (Bélgica), Vissingen (Países Bajos) y Bremen (Alemania, esta misma semana), ahora se encuentra en aguas británicas.

Tal y como denuncianba la comisión La Guerra Empieza Aquí, montada en Bilbao al detectarse esos tráficos en su puerto –que consiguieron expulsar mostrando rechazo social–, el barco desconectó sus sistemas de navegación durante la travesía, una práctica habitual y prohibida.

¡Nos mienten!
(El poder siempre miente)

Nos dicen «es un comercio legal».

Entonces… ¿por qué -una vez más- se dirige a Santander un barco traficante de armas saudí, de forma oculta y con sus sistemas de identificación apagados? pic.twitter.com/6FSpUIWzw2

— Luis Arbide (@Luarby) 5 de noviembre de 2018

Pasaje Seguro Cantabria convocó protesta a las 19.00 horas frente al monumento al Cabo Machichaco, en Calderón de la Barca, para manifestar “la oposición de la sociedad civil cántabra al comercio de armas para asesinar civiles desde nuestro Puerto” y para decirle a los Gobiernos de España y Arabia Saudí que “nos negamos a que la guerra empiece aquí”.

Protesta de Pasaje Seguro contra las armas en el Puerto de Santander

En la convocatoria se recuerda que ya se consiguió echar a esta naviera del País Vasco y que «habrá que echarles allá donde vayan» porque «no queremos comercio de armas a países que masacran civiles ni aquí ni en ningún sitio».

Los participantes gritaron lemas como «Las bombas del Puerto matan en Yemen»,  «La guerra empieza aquí», «En Yemen se mata con bombas del Puerto», «En Santander se embarcan bombas para Yemen» o «No más bombas para Yemen».

Las protestas también se han producido por mar: desde la propia Bahía, el Diosa Maat, el velero de Ecologistas en Acción que recorre el litoral denunciando los puntos negros y los riesgos para la costa, le recibía con una pancarta con el lema «La guerra empieza aquí».

Este fin de semana, en un reportaje en EL DIARIO MONTAÑÉS, responsables de la compañía aseguraban que tienen previstos tráficos hasta finales del año y que esperan operar también el que viene,.

Mientras, la Autoridad Portuaria, que sigue defendiendo la legalidad de las operaciones pese a que la legislación internacional y estatal prohíbe el comercio de armas cuando se usen en guerras en las que haya víctimas civiles, se limitaba en ese reportaje a esbozar la posibilidad de construir un puerto exterior para evitar que estén cerca de la ciudad.

Santander ha estado así este martes en el punto de mira de las organizaciones no gubernamentales a nivel estatal que vienen pidiendo al Gobierno central que cambie su política de venta de armas a Arabia Saudí

400 bombas para #ArabiaSaudí salieron del Puerto de Santander en septiembre. Hoy otro barco vuelve a atracar aquí, el #BahriJeddah. #StopArmasYa @sanchezcastejon. Queremos que España deje de alimentar el conflicto en #Yemen https://t.co/Uco81Is5yZ pic.twitter.com/CsMjLuJdEZ

— Oxfam Intermón (@OxfamIntermon) 6 de noviembre de 2018

EL PUERTO COMIENZA A INSTALAR LA VALLA

Mientras, el Puerto de Santander ha comenzado con los trabajos de instalación de la valla extra de cuatro metros que justifica en el intento de luchar contra lo que han calificado de «presión migratoria» y que se traduce en cuatro intentos de saltarla en el último trimestre para embarcar en el Ferry rumbo a Gran Bretaña.

Una valla contra la que se pronunciaba el concejal de Urbanismo de Santander, César Díaz, pero no por criterios de necesidad o no, sino por estética e impacto visual. De hecho, el número dos del Ayuntamiento de la capital, miembro del Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria, ha revelado que el Consistorio planteó una opción de que fuera de vidrio para que se viera menos.

En cualquier caso, será una valla temporal, pues antes de finales de 2020 se derribará, según anunció este lunes el presidente Miguel Ángel Revilla en el Parlamento de Cantabria.

Revilla respondía a una pregunta de Podemos sobre la valla, y explicaba que este derribo se debe a que se ha llegado a un acuerdo con Brittany Ferries que implica que a partir de esa fecha llegarán nuevos barcos más grandes, cuyo atraque se derivará a otra parte del Puerto.

El presidente puntualizaba que «no es un problema migratorio porque no somos frontera», y ha explicado que la necesidad de “recrecer” hasta 4 metros de altura la valla se debe a un repunte de “entradas bastante masivas”, después de que el puerto de Bilbao ha endurecido sus medidas de seguridad.

Desde Podemos se critica esta actitud, recordando que el presidente se limitó a tacharla de «fea» sin hablar si era adecuada o ética, y que lo hace «para que no se enfaden las compañías de ferris que operan en Cantabria», según la diputada Verónica Ordóñez.

Para la formación morada, la preocupación de la sociedad civil  no es el supuesto riesgo para la seguridad que puedan suponer los polizones, un argumento “de tintes xenófobos” esgrimido por la Autoridad Portuaria,  sino las armas que se embarcan prácticamente todos los meses desde el muelle santanderino y que van destinadas a población civil yemení.

Por su parte, el presidente del comité de empresa del Puerto de Santander y responsable regional del sector marítimo-portuario de UGT, Antonio Toca, rechazó que la solución al acceso ilegal de inmigrantes al puerto santanderino sea «más valla de seguridad», sino «más policías portuarios».

«No estamos de acuerdo con ampliar la valla porque el problema es que hay poco personal para todo y lo que se necesita son más policías portuarios y más dotación policial de Guardia Civil», recalcó Toca, que recordó que «los policías portuarios sólo pueden identificarlos e informar de ello a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no pueden hacer detenciones».

El sindicalista criticó que «muchas veces sólo hay un agente de la Guardia Civil y en ocasiones no se puede siquiera proceder a la expulsión porque no hay policías de extranjería, que son los únicos que pueden formalizar la expulsión», tras puntualizar que «en la actualidad hay en el Puerto de Santander 37 policías portuarios cuando en realidad se necesitarían entre 45 y 50».

«La mayoría de los inmigrantes que quieren acceder ilegalmente son albaneses de entre 18 y 30 años, para quienes saltar la valla es sumamente fácil», aseguró el presidente del comité de empresa del Puerto de Santander, tras recordar que » nosotros siempre hemos demandado que dos horas antes y dos horas después de que el Ferry llegue a Santander estemos bien protegidos por la Guardia Civil, sería más que suficiente para resolver en gran medida el problema».