Ni el Gobierno de Cantabria ni el Ayuntamiento de Santander han presentado alegaciones ante el Ejecutivo central al proyecto de los espigones en la playa de La Magdalena, pese a sus pronunciamientos en contra y a favor del proyecto, tal y como han confirmado a EL FARADIO fuentes estatales.

Protesta contra las escolleras

El Gobierno de Cantabria se pronunció contra los espigones en un reciente Consejo de Gobierno, y el Ayuntamiento de Santander se ha mostrado reiteradamente a favor de ellos, pero ninguna de las dos administraciones ha plasmado su postura en alegaciones al proyecto ante el Ministerio de Transición Energética.

Lo adelantaba el coordinador de Ciudadanos en Santander, Marcos Gutiérrez, quien les reprochaba que «ni PP, PSOE o PRC dan la cara en relación a los espigones» y lo atribuía a que «prefieren no mojarse antes de las elecciones».

«No salimos de nuestro asombro», enfatizaba, reivindicando que su partido consiguió introducir una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado (PGE –que no salieron adelante al contar con el rechazo del propio partido naranja) con el fin de «impulsar» un Plan Integral de la Bahía que «permita» el establecimiento de políticas «a largo plazo» para «conservar una de las joyas medioambientales de Cantabria», que también es «motor de la economía de la comunidad autónoma».

La construcción de los diques, justificados para evitar la pérdida de arena, provocó protestas ciudadanas en Santander por su impacto visual y efectos en el medio ambiente o la navegación, y el nuevo Gobierno socialista paralizó el proyecto, del que se había construido ya uno.

Tras la última visita de cargos del Ministerio a Cantabria, quedaron en manos del Gobierno central ambas posibilidades, finalizar la obra o pararlas, mientras desde la plataforma Salvar La Magdalena se advertía, con un informe específico, de que las obras no frenarían la pérdida de arena, que se continúa produciendo. 

Mientras, han comenzado los primeros trabajos, impulsados desde el IH, de la mesa de la bahía, para abordar la situación del conjunto de la Bahía de Santander, algo que se venía reclamando con el argumento de que las actuaciones en La Magdalena tienen efectos en toda la Bahía, por lo que debe adoptarse una perspectiva integral. Si bien las primeras reuniones han sido a nivel institucional sin contar con agentes sociales y ciudadanos. 

LA ASOCIACIÓN DE HOSTELERÍA PIDE QUE SE RETOMEN LOS ESPIGONES

La Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria ha reclamado que se “retome” la iniciativa de construcción de unos nuevos espigones en la Magdalena. Para la AEHC es la única forma de “evitar” que “nos quedemos sin playa”, en línea con la tesis que maneja el Ayuntamiento de Santander.

Las playas de Santander son “un reclamo turístico de primer orden” y para Hostelería debe ser “primordial” protegerlas. Para el presidente de la AEHC, Ángel Cuevas, la protección de esta zona es fundamental a “nivel medioambiental” pero también “turístico”. “No podemos permitir”, ha continuado, que “nuevos temporales destruyan nuestros arenales”.

Cuevas ha insistido en que el sector hostelero es “motor” económico de la región y por eso deben protegerse “nuestras señas de identidad” que además son “reclamo para los turistas”.

Cada día, “nuestras playas se ven más afectadas por lo temporales” y poco a poco podemos observar como “el mar se está comiendo” los arenales. “Si no podemos remedio”, ha puntualizado, en cuestión de “unos pocos años” podremos decir que “la zona de playa de la Magdalena ha desaparecido y no lo podemos permitir”.

Se trata, ha matizado, en primer lugar de una “cuestión medioambiental” pero también, de “una cuestión turística que haría perder un gran  número de visitantes que acuden a Santander a disfrutar de sus playas”.

La Asociación ha reclamado que se retome la construcción de estos nuevos espigones en la zona de la Magdalena y, “si es necesario, en el resto de playas,  igual que se ha hecho en otras muchas ciudades costeras de España”.