Isabel Fernández, a la derecha, junto al también candidato al Senado, Gustavo García, Pedro Casares, candidato en Santander y Pablo Zuloaga, candidato a la Presidencia de Cantabria; al otro lado, Luis Santos Clemente, María Jesús Calva y Rocío Rábago, candidatos al Congreso || Archivo: Día del libro

La campaña electoral deja buenas sensaciones en el PSOE, sobre todo por los 10 meses de ‘Gobierno Sánchez’ en los que «ha recuperado la senda de los derechos perdidos», pero al mismo tiempo recela de la capacidad de movilización, un temor a «una brecha que puede ser la abstención» y a «un pacto de las tres derechas que amenaza a la democracia».

«Nos preocupa mucho, que nadie se quede en casa», reclama la candidata al Senado del PSOE, Isabel Fernández, en el cierre del ciclo de entrevistas electorales de esta campaña de las Generales en EL FARADIO DE LA MAÑANA.

Si se cumplen los pronósticos y saca el escaño, Fernández, en una legislatura, habrá pasado de la administración local (alcaldesa de Cabezón, 2015-2017), a llevar la Política Institucional del partido tras las primarias que auparon a Pablo Zuloaga a la Secretaría General, y de ahí al Gobierno regional, en el equipo de Francisco Fernández Mañanes que relevó al histórico dirigente socialista Ramón Ruiz, en lo más álgido del conflicto interno en el PSOE de Cantabria.

Las urgencias electorales y la amenaza de la triple derecha ha aparcado aquella confrontación y ahora manda el ciclo electoral. Frente al fenómeno VOX, que se impone en movilización junto al PSOE en esta campaña, considera que «lo que ha sucedido en otros países de Europa nos va a servir para no cometer los mismos errores en España».

Tras los debates electorales, se ha constatado una nueva divisoria por parte de la derecha, que saca al PSOE del ‘constitucionalismo’. Los socialistas responden que a constitucionalistas no les ganan. «Nuestro partido es un excelente partido constitucionalista porque prima la consecución de todos los derechos que la Constitución avala», reivindica.

Y recuerda que Pedro Sánchez defiende «la convivencia de un país, no como otros partidos que lo que quieren es eliminar las autonomías, y la diversidad cultural, que nos enriquece». Sin embargo ante el reto independentista en Cataluña hay dos visiones de cómo afrontarlo, y en el PSOE están en la «vía del diálogo», como «solución de los grandes problemas en política».

Respecto a la política de pactos tras las elecciones, evidencia que la preferencia del PSOE, al menos la que verbaliza, es gobernar con Unidas Podemos. Y además normaliza los gobiernos en coalición, que son tan habituales en las comunidades autónomas.

A ese respecto, admite que las elecciones del domingo serán muy importantes para encarar en buenas condiciones las Autonómicas y Locales del 26 de mayo. Y, a pesar de las diferencias de la última etapa, señala al PRC como aliado preferente del PSOE.

Sin embargo, en la vida municipal, de donde procede, no tiene tan buen feeling con los regionalistas. Reconoce que el pacto de esta legislatura fue a regañadientes por parte del PRC de Cabezón de la Sal, que venía de gobernar con Esther Merino (exPP, ahora candidata de Ciudadanos). Y de paso repasa las irregularidades denunciadas durante su gestión.

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