Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) revela que el concierto de Enrique Iglesias costó 9,5 millones de euros
Ruiz Salmón en EL FARADIO DE LA MAÑANA
El concierto de Enrique Iglesias incluido en la programación del Año Lebaniego que causó indignación entre los asistentes costó un total de 9,5 millones de euros.
El dato lo ha revelado Israel Ruiz Salmón, el candidato de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) en una de las entrevistas electorales de EL FARADIO DE LA MAÑANA de ARCO FM.
Ruiz Salmón se ha referido a actas esgrimidas por el propio Gobierno de Cantabria en reuniones en las que se cifra en 9,5 millones de euros el coste, que no había trascendido, de este concierto, y en alrededor de 6 el de Jean Michel Jarre.
Es decir, 15 millones entre ambos eventos, frente al «mantra» de la repercusión de 17 millones de la repercusión del concierto de Enrique Iglesias que, ha precisado el candidato, no fueron ingresos sino la facturación total, es decir, «nos salió a perder».
MÁS SOBRE EL CONCIERTO DE ENRIQUE IGLESIAS.
- La cláusula de pago exprés
- Las menciones en redes sociales
- El gasto que había trascendido, sin el caché
El candidato de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) ha contrapuesto este gasto con el de «los negocios que cierran la ventana porque no tienen un apoyo suficiente con impuestos progresivos» o con líneas de financiación públicas a través de SODERCAN o el ICAF.
LA CANDIDATURA «MÁS AMPLIA»
Candidatura autonómica (Izquierda Unida-Equo-Marea Cántabra) y candidatos locales
En la entrevista, Ruiz Salmón ha reivindicado que esta lista es «hoy por hoy, la única candidatura de la izquierda», «la más amplia» en los últimos años, al estar formada por miembros de Izquierda Unida y Equo, pero también por personas de movimientos sociales y profesionales –algunos de ellos incluso que en el pasado estuvieron en Podemos, que en plenas negociaciones para un acuerdo les planteó «volver a la casilla de salida»–.
«Este proyecto ha despertado la ilusión de mucha gente que quizás en el pasado no se hubiera sumado a un acuerdo así», «serio y estable», ha señalado, al haberse visto en el pasado «desilusionada» por partidos de ámbito progresista como el PSOE o Podemos.
Así, ha enumerado miembros de su lista como la histórica feminista Marta Peredo; la coordinadora de la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida, Carmen Martín, o Marc Torrano, o Miguel Gómez Cotera, el abogado de la plusvalía. del mundo del feminismo, la sanidad o la educación dentro de un «sinfín de gente comprometida», tanto dentro de la lista como «otros fuera ayudando», caso de Julio Revuelta, profesor de Economía que fue secretario general de Podemos en Cantabria y que ha asesorado en el programa económico.
Carmen Martín, coordinadora de ACASS, independiente en las listas de la Marea Cántabra
Además, otra exsecretaria general de Podemos, Rosana Alonso, ha mostrado su apoyo a la Marea Cántabra, en una tribuna en EL DIARIO MONTAÑÉS, lo que para Ruiz Salmón prueba que «hay un sector importante de Podemos que cree que la Marea Cántabra que se quiso conformar desde Podemos se visualiza en nuestro proyecto».
Frente a las encuestas, recalca que estas tampoco pronosticaron la entrada en el Ayuntamiento de Santander de Miguel Saro, portavoz de Izquierda Unida y candidato de Unidas por Santander, además de miembro de la propia lista de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra).
Ruiz Salmón ha esgrimido la implantación territorial de Izquierda Unida, con presencia en más del 50% de la población, y candidaturas que representan al 74%, una «implantación histórica» que ofrece «experiencia de gestión» y supone un «aval» a ese votante progresista «que demanda blindar los servicios públicos de calidad».
LA LEGISLATURA «PERDIDA»
Se trata de «cambiar el rumbo» ante una legislatura «perdida» en la que se han quedado «muchas leyes en el cajón», como la de Vivienda, LGTBI, Memoria Histórica o el Plan Regional de Ordenación del Territorio.
Ruiz Salmón en la entrevista en ARCO FM
Sobre este último, ha hecho hincapié en que «está hecho» y «en un cajón», preguntándose «por qué no ha salido» y apuntando que «a lo mejor ha sido por la llamada de un alcalde que le ha dicho que no le beneficia».
También se ha referido a la Ley LGTBI, que no se aprobó por las comparencias pedidas a última hora o apoyadas por «las derechas» de PP, Ciudadanos y PRC, a lo que «tampocó ayudó» la «desintegración» del grupo parlamentario de Podemos (la marcha de Verónica Ordóñez al grupo de los no adscritos hizo desaparecer el grupo y tener que recomponer la composición de la comisión en la que se tramitaba la Ley).
En general, ha lamentado que «esa agenda progresista que podía haber marcado el PSOE ha cedido ante la imposición del calendario del PRC» en proyectos como esta Ley o la de Memoria Histórica, por lo que ha apelado a la necesidad de «un grupo fuerte de la izquierda que sea responsable, que no dé bandazos y dé confianza», centrándose en «políticas en beneficio de los ciudadanos y no en cuestiones internas de los partidos» en una legislatura en la que «hemos visto escisiones y dimisiones» en todos los grupos salvo el PRC, «salvo el PRC, que lleva con el mismo candidato desde 1983, siete años antes de que yo naciera»
Junto a ellas, plantea leyes en cuestiones como emigración y retorno, protección animal, alimentación o para el sector del taxi.
Ruiz Salmón criticaba el «falso dilema» expresado por el presidente Revilla justo ayer en la entrevista en EL FARADIO de que «construir carreteras es la única salida al desarrollo económico» mientras «vende humo» y «expectativas» en proyectos como la mina de zinc.
Y también se ha referido a la avería en la catenaria que ha sufrido el presidente Revilla en su viaje a la constitución del Congreso en Madrid, recordando que «él ha gobernado 20 años y no le han hecho caso en esto» ni en otros temas, concluyendo que «a lo mejor no le hacen caso porque no le toman en serio», citando al respecto otros asuntos de los que Cantabria quedó excluida como el corredor ferroviario del Arco Atlántico o las reuniones entre varias comunidades sobre despoblación rural.
EL EMIGRANTE QUE VOLVIÓ
En la entrevista, Ruiz Salmón contaba su propia historia, la de un joven (28 años) que hace cuatro años tuvo que emigrar a Bélgica «para poder trabajar y ganarme el pan».
Israel Ruiz Salmón, en la Universidad de Lovaina (Bélgica, Bruselas)
Desde allí, desde Bruselas, se implicó en causas como la de la Marea Granate, la de los españoles expatriados por la crisis económica, con problemas como el voto rogado que dificulta su voto y les convierte en «ciudadanos de segunda» o la falta de una sanidad universal que les implique, ya que cuando vuelven a España «a algunas personas les pasan la factura de su centro de salud».
En Bélgica le tocó un momento en el que se produjeron unos atentados y con cierto sector de la población «tachando» a los migrantes de «terroristas».
Allí asistió a una concentración pacífica de «rechazo al odio» y apoyo a la población migrante, junto a un altar improvisado. Pero se produjeron detenciones, entre ellas la suya, que fueron noticia nacional esos días, con acusaciones de que estaban «alterando la paz», cuando los vídeos demuestran que no hubo ninguna alteración de la paz y todos acabaron siendo liberados sin cargo alguno y dos ministros, los de Justicia e Interior, acabaron ofreciendo su dimisión –no aceptada– por los errores en su gestión de aquellos días.
De regreso a Cantabria, y en la nueva dirección de Izquierda Unida, con la que se quiso retomar el espíritu con el que se fundó, de ser un «movimiento social y político», en contacto con colectivos y trabajadores.
En este caso, reivindica su apoyo de estos años a trabajadores en situación de conflicto, despidos o movilizaciones –algunos de ellos cuando intentaban conformar una lista sindical, como una de Las Nueve de Aon, que de hecho va en la lista de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra)–, citando casos como los de Tinamenor o los trabajadores del Metal, a los que apoyaron en la defensa de un convenio con buenas condiciones que querían «conservar» para que pueda ser «referente» de los demás. «Ganamos a la patronal, fuimos útiles», expresaba.
Y en materia de I+D+i, como profesor universitario de Prevención y control de riesgos en la industria en el Grado de Ingeniería Química, apuesta por aumentar durante la legislatura el PIB a este sector para equipararlo a la media europea y crear 2.000 puestos de trabajo «de calidad» en una estrategia en la que quiere implicar al sector privado.
Y para otra empresa con dudas sobre su futuro, SIDENOR, pendiente de su venta y de que se confirmen los compromisos de mantenimiento de empleo tras una inversión pública, Ruiz Salmón ha incidido en que el Gobierno debe «garantizar» un plan «de futuro para un sector que es «estratégico» para la comarca de Campoo pero también para Cantabria, planteando cuestiones como una «reconversión energética» que facilite que se aprovechen las altas temperaturas de los hornos para generar energía a la propia fábrica. Y también ha apuntado a una «gestión directa» desde lo público de la fábrica en la que el Ejecutivo ya ha invertido dinero, para que la decisión sobre su futuro se tome desde Cantabria.
UN DEBATE: O DINERO PÚBLICO O DINERO DE QUIENES EXPLOTAN A LAS MUJERES
Ruiz Salmón junto a las participantes en ‘La hora de la marea’ centrada en el feminismo
El candidato de Izquierda Unida-Equo (Marea Cántabra) lanzaba el debate sobre el papel del dinero público y la organización de determinados eventos o la publicidad en medios: «la sociedad va a tener que elegir si quiere los recursos públicos, subvenciones o ayudas, o o si quiere el dinero de locales donde se explota a las mujeres o se hacen prácticas como la trata o la explotación sexual».
«Avanzar en feminismo e igualdad es estar comprometido desde la propia Administración», advertía Ruiz Salmón, quien este lunes participaba en las jornadas ‘La hora de la marea’ –las mesas redondas abiertas a la participación que han centrado su campaña, centradas precisamente en la lucha feminista.
El cabeza de la confluencia se refería así a cuestiones «bochornosas» como el torno de boxeo que contaba a la vez con apoyo público y de clubes de alterne, pero también a campañas «de dudoso enfoque feminista» puestas en marcha desde las propias instituciones.
Y en la misma línea, mencionaba otro asunto, el de las casas de apuestas, «una de las mayores lacras que tenemos», una «adicción» que se está centrando en «barrios humildes» y en la población más joven, y que, alertaba, «no sólo afecta a la salud, sino al bolsillo», aupada por la promoción a base de «referentes deportivos».