La plataforma Cantabria por lo público y sin recortes ha convocado una concentración por los sobornos a médicos de Valdecilla por parte de la multinacional Alemania Fresenius, responsable de un centro de diálisis en El Zoco al que el Servicio Cántabro de Salud tiene externalizado este servicio.

Manifestantes en una concentración en defensa de Valdecilla

Fue un asunto que publicó la semana pasada EL PAÍS haciéndose eco de una investigación abierta en Estados Unidos y que reveló pagos a médicos para que recomendaran servicios de esta empresa, líder mundial en el sector.

En concreto, la concentración será este miércoles a las 11.00 horas en Valdecilla Sur, en una cita en la que se expresará no sólo la preocupación por estos hechos, sino también por la situación de la sanidad cántabra.

Ya cuando trascendieron los hechos, que han motivado la apertura de una revisión de las adjudicaciones por parte de la Consejería de Sanidad –según publicaba EL DIARIO MONTAÑÉS–, la asociación en defensa de la sanidad pública, por boca de Mercedes Boix, profesional sanitaria recién jubilada y miembro también de Cantabria por lo Pública, calificó los hechos de muy graves y advirtió sobre lo preocupante de que responsables de un servicio público tengan intereses privados que se beneficien de un mal funcionamiento de lo público que está en sus manos reivindicar o mejorar.

LA INVESTIGACIÓN DE EL PAÍS

Según publicó el diario EL PAÍS, los médicos habrían recibido 5 millones de euros por la venta de la clínica de diálisis situada en el centro empresarial Zoco Gran Santander.

Y unos 750.000 euros correspondientes al 5% de la facturación de esta clínica entre los años 2004 y 2009

LA EXTERNALIZACIÓN DEL SERVICIO A UN CENTRO RELACIONADO CON LA EMPRESA INVESTIGADA Y LOS MÉDICOS

El Gobierno de Cantabria externalizó en el año 2007 y prorrogó en 2013 el servicio de diálisis de la comunidad autónoma al centro de análisis ubicado en el Zoco pagado por la empresa vinculada a la trama de sobornos, según constata documentación pública consultada por EL FARADIO.

Centro de Fresenius en El Zoco

En concreto, el nombre de la empresa es Fresenius Medical Care Services Cantabria, que se dedica al estudio, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades renales y aparato urinario, incluyendo los tratamientos de diálisis, y que tiene su sede en el Zoco.

A esta empresa (entonces con otro nombre) se le adjudicó en el año 2007 el servicio de hemodiálisis y diálisis peritoneal, por un importe de 16,4 millones de euros.

Desde el Gobierno se justificó entonces el contrato en la necesidad externalizar parte del servicio para atender la demanda actual, dado que los equipos instalados en el Hospital Valdecilla resultaban «insuficientes» para cubrir correctamente la prestación, tal y como explicó la entonces vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, que era portavoz de ese Ejecutivo presidido por Miguel Ángel Revilla y en el que fue consejera de Sanidad Charo Quintana, en la actualidad en Podemos.

Entonces la empresa se llamaba Diálisis Santander SL, con sede en el Zoco y antiguamente conocida como Dialsan, que tuvo entre sus directivos a jefes de servicio de Nefrología jubilados y señalados ahora en esta trama de sobornos. 

En 2013, según documentación parlamentaria recabada por EL FARADIO, se prorrogó ese contrato, por un importe de 3 millones de euros.

Fresenius es precisamente el nombre de la multinacional a la que se le achaban los sobornos a médicos de la sanidad pública, entre ellos varios ya jubilados del servicio de Nefrología de Valdecilla a los que se vincula a ese centro de El Zoco, en Peñacastillo.

Fresenius es el nombre de la SL que trabaja con la marca Nephrocare, con presencia en todo el país y cuyo centro en Santander, en el Zoco, cuenta con la autorización del Gobierno de Cantabria.

LOS MÉDICOS, LA EMPRESA Y  LA SOCIEDAD DE NEFROLOGÍA SE DEFIENDEN

En su defensa, los médicos emitieron un comunicado en el que admitieron haber tenido relación empresarial con la firma, pero niegan que hayan participado en adjudicaciones a ella –un asunto que no estaba en cuestión, ya que de lo que se habla es de que habrían recibido sobornos, no de que hubieran adjudicado un servicio que no les compete a ellos adjudicar–

Por su parte, la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) -cuya presidenta también figura mencionada en las investigaciones abiertas– salió también en defensa de los médicos y defendía las «necesarias» relaciones de los profesionales con la industria.

Por su parte, desde la empresa ya afirmaron cuando trascendieron las primeras investigaciones que los empleados implicados en los sobornos fueron destituidos.