Es como los temporales de los últimos días, que se suceden uno tras otro, con nombre nuevo, cuando todos pensamos que en realidad es el mismo.

La semana pasada llegaba en tren a Madrid desde Asturias una marea violeta en lucha frente a la contrarreforma de la Ley del Aborto auspiciada por el Gobierno de Mariano Rajoy a través del ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón.

Protestas que se han repetido este fin de semana, con manifestaciones en varias ciudades de España, como la de Madrid, multitudinaria, y concentraciones otras capitales como Barcelona o Zaragoza.

Panorámica de la concentración en Santander contra la reforma del aborto

También en Santander, donde cientos de personas han acudido, paraguas en mano, a la Plaza del Ayuntamiento, para mostrar su rechazo a un proyecto de ley en el que ven un retroceso en el derecho a decidir en las mujeres y del que cuestionan algunos de sus puntos más polémicas, como la necesidad de informes médicos previos o todo lo relacionado con el supuesto de malformación en el feto.

Gallardón sigue enrocado en la aprobación del proyecto tal y como está redactado en estos momentos, pese a que las protestas ciudadanas se suceden y a que en su propio partido no hay unanimidad plena de criterio sobre el aborto.

El debate público ha amainado, pero ahí están los matices aportados por el presidente del PP cántabro y del Gobierno regional, Ignacio Diego; o la presidenta de la Junta Local en Torrelavega, María Luisa Peón, junto al alcalde de Castro, Iván Gómez, entre otros; frente a la defensa y vinculación con movimientos antiabortistas de los diputados nacionales Ana Madrazo y José María Alonso, o el apoyo del alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, presidente de la FEMP, que rehusó rechazar el proyecto, tal y como se votó en el último Pleno municipal.