Gentrificación: “No podemos esperar a que la situación sea tan grave para actuar”

Tiempo de lectura: 4 min

La gentrificación, el método de abandonar urbanísticamente una zona para degradarla y posteriormente expulsar a su población tradicional y sustituirla por otra de clase más acomodada, no se da de la misma forma en todas las ciudades.

Agustín Ibáñez, Óscar Allende, Francisco González Buendía, Álvaro Ardura y Jacobo Blanco en el debate.

Así lo ha revelado el arquitecto Álvaro Ardura, escritor, junto al sociólogo Daniel Sorando, del libro ‘First we take Manhattan: la destrucción creativa de las ciudades’, en el que ponen el foco en este tema mezclando lo académico con lo didáctico.

Lo ha hecho dentro del curso de urbanismo ‘Vida humana-Vida urbana (La ciudad sin límites)’,que ha organizado el Colegio de Arquitectos de Cantabria, en el espacio Ricardo Lorenzo (c/ Los Aguayos).

Ardura ha mostrado ejemplos de gentrificación en ciudades como Nueva York, Londres o París, para luego llegar a los principales núcleos urbanos españoles como Madrid (en zonas como Tetuán o Malasaña), Barcelona o Ibiza (por la proliferación del turismo).

Con algunas fotografías históricas, que reflejan la realidad de algunos barrios degradados, ha mostrado el estado al que han llegado algunos de estos espacios. Zonas que más parecen víctimas de una guerra que de un abandono. Y sí, son procesos que han sido diferentes en cada ciudad pero, como ha insistido el arquitecto, “no vale decir que en otros lugares la situación es peor”, ya que «no podemos esperar a que la situación sea tan grave para actuar».

Y es que Ardura ha puesto el foco en el nuevo modelo que ha llevado a “vaciar” los centros de las ciudades, como es el alquiler turístico. Esta problemática se ha conocido en España debido a la crítica de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que reclama al Estado una mayor regulación en esta práctica que, por el momento, se ha negado.

El arquitecto denuncia que lo que estos alquileres produce, mediante empresas como Airbnb, es que se dedique a ello pisos completos, evitando un arraigo en vecinos ya que los propietarios sacan más rentabilidad dedicando sus segundas viviendas al turismo que al alquiler de viviendas.

Esto afecta especialmente a aquellas personas que viven de alquiler, que cada vez encuentran menos opciones de «alojamiento asequible», por lo que Ardura cree que hay que actuar «con un menú de herramientas concretas» y «mecanismos de control que la legislación ya permite».

En ciudades de tamaño medio como Santander u Oviedo la presión que ejerce el poder económico puede ser menor, pero Ardura insiste en esta situación es un «auténtico drama» en grandes ciudades.

«LA GENTRIFICACIÓN SE HA PUESTO TRISTEMENTE DE MODA»

La amenaza de la gentrificación

Posteriormente, se ha desarrollado una mesa redonda en la que ha participado el director de EL FARADIO, Óscar Allende, junto al abogado y técnico que ha llevado el proceso participativo del PROT del Gobierno de Cantabria, Agustín Ibáñez, y el director general de Urbanismo del Ejecutivo, Francisco González Buendía.

Ibáñez ha lamentado que «la gentrificación se ha puesto tristemente de moda», aunque el director de Urbanismo ha añadido que «creo que es un proceso que se ha producido desde hace mucho tiempo, aunque esta definición sea reciente».

Por ese motivo, Buendía reclama que la solución debe estar en las leyes para «proteger» a los vecinos, por lo que cree que deben pensarse «medidas imaginativas» que eviten el abandono y la expulsión de vecinos antes de revalorizar la zona.

Para ello, el moderador del debate, Domingo de la Lastra, responsable de cultura del Colegio de Arquitectos, ha puesto el foco en el apunte que ha ofrecido Óscar Allende de que la mayoría de las alegaciones ciudadanas (en el caso del PGOU de Santander) fueron rechazadas. Por ello reclama «incorporar el factor humano» e incluir a los habitantes de los barrios en la regeneración de los mismos, y anima a las institucionales a ser más «creativas» en el fomento de la participación ciudadana.

Sin embargo, también ha surgido el debate de cómo evitar que se «manipule» estos procesos de participación ya que, como ha revelado un arquitecto asistente, es una práctica real el que se venda como participativo un proyecto ya cerrado desde la institución.

Ibáñez ha lamentado que normalmente lo que él ha percibido es «miedo» por parte de los poderes públicos de abrir procesos de participación, «ni siquiera para presumir».

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.