Contra los datos y la frialdad alemana, los trabajadores y la dirección de B3 Cable Solutions tienen otro modelo para garantizar la continuidad de la fábrica de Maliaño (Camargo).

La antigua Standard Electrics ha perdido ya la cuenta de los EREs que ha sufrido, consecuencia de una gestión basada en la adquisición de excesivos compromisos sin la financiación adecuada por parte de la multinacional propietaria.

Ahora la empresa está en venta, y sus empleados, cansados de sentirse como en un escaparate a la espera de recibir ofertas, han dado el siguiente paso.

Ellos, y la actual dirección, sumados, de forma conjunta, son una de las once ofertas que se han presentado para adquirir la propiedad de la fábrica.

De la mano, quieren formar una sociedad laboral, que se llamaría Maliaño de Cable, resumiendo así los dos principales signos de identidad que siempre ha tenido una fábrica con un nombre cambiante.

Tienen enfrente un duro competidor: la alemana Südkabel, que tras muchas vacilaciones incluye en su oferta la posibilidad de contratar a 25 empleados, «preferentemente» de B3. Ha sido nombrada preadjudicataria, pero sin asumir más compromisos.

Hay otras nueve ofertas, pero los trabajadores creen que el juego de la continuidad de la fábrica se decide entre estas dos.

 A partir de ahora se abre un plazo de una semana, para dar detalles de esta propuesta a los administradores concursales (los actuales gestores de la empresa ante la imposibilidad de la propiedad de hacer frente a los pagos)