El Banco Santander ordenó manipular en la venta de sus ‘Valores’, su producto más tóxico
El Banco Santander dio instrucciones al personal de sus oficinas para cuadrar las fechas de las operaciones de Valores Santander, un producto tóxico que muchos equiparan a las preferentes, de modo que se correspondieran con la aprobación del producto por la CNMV, cuando en realidad se ofrecieron y procesaron antes.
Valores Santander fue un producto que el banco lanzó en el año 2007 y que tenía una particularidad especial: invirtiendo los papeles entre banca y usuario, era la entidad presidida por Emilio Botín la que recurría a sus clientes para financiarse.
Seguro que les suenan por uno de sus clientes más famosos: el cántabro Antonio González, quien dio dimensión a la protesta con un Ferrari rojo, similar al que conduce Fernando Alonso, y cuyo caso se conoció el año pasado a raíz de varias entrevistas en Buenos Días Cantabria.
Todo sucedió cuando el Santander, dentro de su histórica política de adquisición de otras entidades bancarias, se lanzó a la compra del holandés ABN Anro, junto con otras dos entidades financieras: The Royal Bank of Scotland Group y Fortis.
Para hacer frente a los elevados costes de esa operación, la entidad presidida por el banquero cántabro lanzó los Valores Santander, por el que se realizaban unas aportaciones que luego, en función de la rentabilidad de la compra, se convertirían en acciones del Banco, a una cifra establecida que luego resultó ser inferior.
En total 129.000 ahorradores invirtieron en este producto 7.000 millones de euros, la cantidad necesaria para sufragar la compra de estas entidades, que el banco finalmente pudo asumir.
DÍA MÁS, DÍA MENOS
El asunto de las fechas es importante. Este tipo de productos tienen que ser autorizados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), y, una vez aprobados, este mismo organismo emite un folleto o tríptico informativo y una nota de valores. En este caso, la aprobación del producto tuvo lugar a través de un folleto que se inscribió el 19 de septiembre de 2007.
Pero el caso es que constan casos documentados en toda España de clientes que firmaron los Valores Santander días antes de esa fecha.
Y además, hay muchísimos más casos en los que los afectados por el producto han podido comprobar como, al consultar en la banca online del Santander, la fecha de compra es también previa a la fecha de aprobación por la CNMV.
Esa fecha que figura en la banca online del Santander es la fecha en que el banco procesó la orden de compra del producto en su sistema.
El banco siempre alega que se trataba de una reserva, no de una operación real, pero lo cierto es que los afectados están aportando a las distintas causas judiciales abiertos registros que corroboran la fecha de compra que aparece en la banca online, en los que la operación figura como “ejecutada”.
Estos registros incluyen la fecha y hora de la operación, según la normativa vigente en aquel momento, para poder así enumerarse las operaciones en estricto orden cronológico de recepción de las órdenes de compra.
Sin embargo, una circular interna del Banco Santander, a la que ha tenido acceso el Faradio, en la que se fijan las condiciones y el procedimiento para la formalización de los Valores Santander, incluidas las fechas, establece que “necesariamente” tienen que estar comprendidas entre el 20 de septiembre y el 2 de octubre, las fechas de las órdenes de suscripción.
Esa circular especifica que no se podían procesar las operaciones antes de que se hubieran firmado las correspondientes órdenes de suscripción, y por tanto no antes de la fecha del 20 de septiembre.
Es decir, se daba la orden de que, sobre el papel, la materialización de los contratos debía ser justo después de la fecha de inscripción en la CNMV, a pesar de que había clientes que lo habían firmado antes.
Pero también se advertía de que tampoco se podían procesar las operaciones en el sistema del banco antes de esa fecha, cuando en realidad esto ya se había estado realizado por parte de los empleados de las oficinas, con fechas que se mueven entre el 6 y el 14 de septiembre, según la decena de casos consultados por este periódico digital, que se corresponden con perfiles de personas mayores, con escasa formación y pocos conocimientos financieros y que además denuncian haber sido engañados con un supuesto plazo fijo.
En uno de ellos, incluso, se anticipa la futura fecha del registro del folleto: el documento, de primeros de septiembre, recoge expresamente que el firmante “manifiesta haber recibido y leído el tríptico informativo a fecha 19 de septiembre”, la fecha en la que efectivamente se aprobaría y que el Banco parecía conocer ya.