Sainz de la Maza, a la izquierda, observa a Onur Arslan y Tuto Sañudo, instantes después de la Junta que derrocó a Harry.

Es parte de la solución, como antes lo fue del problema. José Gabriel Sáinz de la Maza, el economista a quien la propiedad del Racing de Santander le ha otorgado poderes para la gestión del club, simultanea en la actualidad la gestión de la Sociedad Anónima Deportiva con las funciones de auditoría en CEP Cantabria, la sociedad que se encargó en su día del proceso de compraventa de las acciones que ha generado la actual situación.

Sainz de la Maza audita CEP Cantabria a través de SOCAN Auditores, firma de la que es administrador único y que está al frente de estos servicios en el CEP, según información del Registro Mercantil consultada por El Faradio.

Y lo ha hecho tanto con el actual Gobierno como con el anterior. Esto es, ha trabajado para el CEP cuando dependía de Ángel Agudo, exconsejero de Economía y Hacienda y presidente del PSOE, y en la actualidad, en que lo preside Emilio Jesús del Valle, y dentro del área económica que en el gabinete de Ignacio Diego lidera Cristina Mazas.

¿QUÉ ES CEP CANTABRIA?

El CEP son las siglas de la Coordinadora de Empresas Públicas, un área del Gobierno creada por Ángel Agudo para coordinar a todo el sector público cántabro, en un momento de creación de más empresas públicas y un nuevo sistema de pagos (la financiación estructurada) con el que se volcó el área socialista del Gobierno.

El CEP es relevante en las operaciones económicas en torno al Racing, porque fue el responsable de gestionar la compraventa de acciones a WGA, la empresa en la que figura Ali Syed. Las acciones pertenecían a Cantur, la empresa pública de turismo, pero la ejecución de la operación se hace desde esta Coordinadora. Antes también tuvo un papel protagonista en la compra-venta del club a Jacobo Montalvo, en 2006.

De ese proceso de venta, materializado en Zurich, deriva todo el lío jurídico, con la llegada de WGA, los impagos del indio Ali Syed y el secuestro del club de Francisco Pernía, primero, y de Ángel Lavín ‘Harry’, después, haciendo valer un poder del prófugo indio.

Prueba de la importancia del CEP para Ángel Agudo, expresidente de este ente, es que del mismo formaban parte miembros de su equipo o personas de su confianza, como Salvador Blanco (máximo responsable de Sodercan), Luis Egusquiza (director del ICAF, el Instituto Cántabro de Finanzas) o Ricardo de Andrés Mozo (secretario general de la Consejería de Economía), entre otros.

También Fernando Toyos (exdirector de Comercio, pariente de Agudo)  y Jorge Tomillo, a quien encomendaba asuntos relacionados con consumo y Universidad, de donde proceden ambos.

CONTINUIDAD DE NOMBRES

De la época de Agudo a la época de Mazas hay algunos nombres que permanecen:

Es el caso de Emilio del Valle, que es presidente del CEP y secretario general de la consejería actual, con Cristina Mazas, y que antes fue secretario del CEP con Ángel Agudo, y anteriormente consejero de Presidencia con José Joaquín Martínez Sieso.

O María Eugenia Gómez Revuelta, actual secretaria de la Coordinadora, que compareció en la Comisión de Investigación de Cantur como empleada del Instituto Cántabro de Finanzas, a las órdenes de Egusquiza en la compra-venta de Alí.

Pero sobre todo, la principal continuidad la abandera SOCAN Auditores, una empresa especializada en el análisis de cuentas de empresas con el fin de que puedan cumplir las correspondientes certificaciones, a través de un contrato por una duración de tres años que sólo se puede rescindir a petición del contratista, según explica el Gobierno de Cantabria.

Al frente de esta empresa está el abogado José Gabriel Sáinz de Maza, apoderado del Racing desde el cambio en su gestión, a raíz de la Junta Directiva que el pasado mes de enero dio un vuelco al club, gracias a sus gestiones en Holanda con el administrador de WGA que sustituyó a Ali Syed.

EL CAMBIO EN EL RACING: DE LA ILUSIÓN AL DESENCUENTRO

Sáinz de la Maza ha sido designado como apoderado por Onur Arslan, que es el administrador judicial nombrado en Holanda para WGA, la empresa matriz de la propiedad del Racing.

Ha sido la situación económica de WGA la que ha permitido que las decisiones sobre el club dejara de tomarlas Ali Syed y, en consecuencia, la dupla Pernía-Harry.

Ignacio Arroyo, tímido, en su entrada a la Junta General de Accionistas con el auto del juzgado que permitió su celebración.

Y todo parte de una operación que comenzó a fraguarse a principios de enero, con un viaje a Holanda por parte de personas de confianza de Sáinz de la Maza y del abogado santanderino Ignacio Arroyo, del mismo despacho en Grupo Consejeros, ligado a SOCAN Auditores.

Ese viaje sirvió para exponer al administrador judicial la situación de conflictividad social por la que pasaba el conjunto verdiblanco. El propio Onur Arslan se desplazó a Santander para tomar las riendas del club y destituir al Consejo de Harry, tocado ya de muerte la noche antes por el plante de los jugadores en los cuartos de la Copa del Rey.

La sucesión de acontecimientos desató una ola de optimismo entre la afición, motivado por la expulsión de Harry y cía y el nombramiento de un nuevo Consejo, muy racinguista e integrador, presidido por el exjugador Tuto Sañudo.

Sin embargo, apenas un mes después de esta revolución, se ha empezado a vivir un distanciamiento entre los apoderados y la parte del Consejo de Administración más afín al grupo de los exjugadores (que habían liderado hasta entonces la búsqueda de soluciones para el entramado del club, llegando a presentar una querella contra Pernía y Harry).

Según algunas fuentes, los exjugadores, liderados por el abogado Manolo Higuera, ya estaban en la pista de la solución holandesa para el club, pero el equipo de Sáinz de la Maza se les adelantó.

Una de las vías jurídicas en todo este nuevo escenario está pasando por la Fundación del Racing, una entidad de derecho, ligada al club, para la que se lleva tiempo diseñando un papel que pueda asumir en el futuro distintas funciones relevantes.

Pese al escenario inicialmente optimista, lo cierto es que el Racing sigue asfixiado por una deuda de 50 millones de euros, y en negociaciones con acreedores del Estado como Hacienda para que el nuevo Consejo pueda tener margen de maniobra. Y todo con un conflicto cada vez más visible entre apoderados y exjugadores del Racing, que son mayoría en el Consejo.

Y, sobre todo, está pendiente de la confirmación de la sentencia que revalide el retorno de las acciones al anterior propietario a Ali Syed, Jacobo Montalvo, ligado a la constructora SEOP, que adquirió el Racing en 2006, precisamente a través de un préstamo participativo de CANTUR que financió esta misma empresa pública, CEP Cantabria.