Tirar del cable

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||Tribuna Libre de la la Plataforma para la Defensa del Sur de Cantabria||

Basta con tirar del cable para ver cómo la tan autoproclamada autosuficiencia energética de Revilla, que quería convertir a Cantabria en el «Kuwait de las renovables» y ahora ni alega contra el fracking en Valderredible, o la reducción de la dependencia energética de que tanto habla Ignacio Diego, no son las verdaderas razones que explican la desproporcionada concentración de megaproyectos eólicos en el sur de Cantabria, sino que lo que realmente esconden es la exportación de energía eléctrica a Europa a través de la llamada autovía cantábrica del electrón y sus correspondientes interconexiones energéticas con Francia.

Revilla y Diego son dos caras de lo mismo y quienes, ahora de tapadillo, solicitan implantar parques eólicos en Cantabria son los mismos adjudicatarios y las mismas ubicaciones del concurso eólico anulado por el TSJC.

Son corporaciones y bancos, grandes multinacionales a las que la sostenibilidad, la biodiversidad o el cambio climático importa un bledo; quieren instalar aerogeneradores y, al tiempo, solicitan autorización para sondeos de fracking.

Las actuales solicitudes eólicas de Iberdrola en el Escudo y Eon en Campoo-Los Valles que, de nuevo ilegalmente, la Administración publica a través del periódico, son eslabones del ambicioso y oscuro megaproyecto eléctrico del capital europeo que en Cantabria se iniciaba con la línea a 400.000 voltios Soto-Ribera-Penagos-Güeñes e incluye la estación de bombeo del salto de Aguayo, enormes estaciones de transformación en Mataporquera, Penagos, Aguayo,… y varias superlíneas de 400.000 voltios que, por la costa y el interior, confluyen en el País Vasco dirección Francia.

No se trata de cubrir necesidades eléctricas locales o nacionales, es un gran negocio multinacional que, bajo el demagógico paraguas del interés público de la electricidad y la lucha contra el cambio climático, permitiría a los grandes bancos y empresas apropiarse, ocupar, en una palabra, privatizar, las tierras/montes comunales públicos.

Es una muestra del abusivo oligopolio de la producción y transporte eléctrico, en manos de unas pocas y grandes corporaciones, que exige una excesiva e injustificable concentración de la producción en las zonas más apetecibles lo que las condena a una dedicación casi en exclusividad a la generación eléctrica con los consiguientes impactos inasumibles sobre el territorio y sobre la calidad de vida de las poblaciones afectadas. Tal sería el caso del sur de Cantabria.

Estos megaproyectos, que dicen asentarse en fuentes renovables, no son verdes e inocuos en sí mismos y lo son aun menos por su gran ocupación espacial, efectos dañinos,… Un megahuerto solar instalado en tierras de gran fertilidad agrícola o megaparques eólicos en montes públicos y tierras con histórico uso agrícola, ganadero, cultural, turístico,… conllevan graves impactos negativos.

La naturaleza nos regala las energías renovables de forma localizada, su fuente está donde sopla el viento, luce el sol, fluyen los ríos,… y no habría daños causados por el transporte si la generación fuera próxima al consumo; al contrario, los megaproyectos impiden un suministro eléctrico local, a pequeña o mediana escala y somete la soberanía de la producción eléctrica a la tiranía de los oligopolios.

Proyectos eléctricos en el Sur de Cantabria

Proyectos eléctricos en el Sur de Cantabria

A escala regional, la superred Soto-Ribera-Penagos-Güeñes-Itxaso-Francia, los megaparques eólicos o la central de bombeo de Aguayo, que REE publicita como inversiones necesarias para el mallado necesario de la red y la autosuficiencia a nivel local y regional, son en realidad agresivas infraestructuras para generar un exceso de energía eléctrica y exportarla a Europa. No hay que ser muy perspicaz para verlo.

Pero, ¿cómo es que pretendemos exportar energía eléctrica si la idea difundida por REE es que la importamos?

Muy sencillo, porque los medios de manipulación y el oligopolio falsean la realidad, que es que en España hoy hay una sobreproducción eléctrica, no sólo a causa de la reducción del consumo por la crisis, sino porque la producción está orientada a la exportación y así lo hacemos desde 2004, España exporta electricidad a Francia, Marruecos, Portugal,…

Por ejemplo, Francia compra energía a España para, en cumplimiento del 20/20/20, compensar lo que generan sus nucleares y, si alguien nos pregunta si el viento no sopla en Francia, la respuesta es, claro que sí, pero tiene una población muy sensible contra los grandes parques eólicos y no dejan que se implanten de cualquier modo y en cualquier lugar, ni en Saint Michelle, ni en Carcasonne, ni en el País de Los Cátaros,…

Nuestra red de alta tensión está del mismo modo sobredimensionada, en España tenemos cuatro veces más líneas de alta tensión que en Alemania, no está pensada para el abastecimiento de la demanda interna, sino que está planificada, diseñada y en gran parte ya realizada desde hace unos años para la exportación eléctrica, como puede comprobarse al observar simplemente su orientación dominante hacia la frontera con Francia.

Agrava lo anterior el hecho de que producir energía sobrante e implantar más líneas de transporte de las necesarias repercute en nuestros gastos, eleva el importe del recibo de consumo, da lugar a la actual e insoportable pobreza energética y sirve para explicar, junto con otros motivos, cómo es posible que con un recibo eléctrico tan caro, incluso debamos dinero (déficit de tarifa) a las corporaciones eléctricas.

Como final y por si hubiera alguna duda recordamos que la participación de Cantabria en la autovía europea del electrón se hace, por el momento, entre otras a través de las siguientes líneas de altísima tensión: Soto-Ribera-Penagos-Muskiz-Güeñes-Itxaso-Argia (Francia); Herrera de Pisuerga-Mataporquera-Virtus-Güeñes-Itxaso-Argia (Francia); La Robla-Velilla-Cillamayor-Mataporquera-Aguayo-Penagos-Muskiz-Itxaso-Argia; Lada (Asturias)-Velilla del Río Carrión (Palencia); Lada-La Robla; Soto de Ribera-La Robla y La Robla-Velilla.

Un ilógico conjunto de agresivas líneas de altísima tensión que además de la energía generada por los megaproyectos eólicos cántabros, transportaría, la de las cinco térmicas asturianas, las de las leonesa-palentinas de La Robla, Guardo y Velilla y la de los eólicos gallegos, castellano-leoneses de tierra de Campos y del norte de Burgos, toda hacia el País Vasco (Güeñes/Itxaso) y de allí a Francia, a cuyo fin hay, en proyecto, un emisario submarino por el Golfo de Vizcaya hacia la costa francesa, enlazando Gatica (España) y Aquitania (Francia), que aparece como Proyecto europeo de Interés Común (PCI).

Lean con atención, comprueben que es cierto y no se dejen engañar.

Más información interconexiones eléctricas con Francia en el blog:

 

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