Venga, me voy a meter en un buen berenjenal del que espero salir bien parado. Si no me habéis atizado mucho con los 12 albariños (os dejo aquí el enlace) espero que esta vez también me perdonaréis si dejo fuera alguno de los Ribeiros que a vosotros más os gusten.

Antes de que digáis nada, nunca hablo de vinos que no he probado, y dentro del Ribeiro no he probado uno que hasta hace poco era el más caro, Emilio Rojo, con lo que no puedo daros mi opinión de él, sirva esto para que no me salgáis con eso de que raro que no diga nada de él, al igual que no he probado todos los Ribeiros que hay en el mercado, cuestión que supongo teneís claro, pero sí que me gustaría si me dejo alguno fuera y a vosotros os gusta mucho, me lo comentéis.

Os traigo los Ribeiros que más me gustan a mi, que beberé un montón de veces, tantas como los peces del villancico, y quiero dejar claro que es mi gusto particular, y que sin lugar a dudas puedo estar equivocado.

Quiero hablaros de la Denominación de Origen Ribeiro, porque llevo una temporada sintiendo que mucha gente tiene esta D.O. encasillada, como que no hace unos vinos para quitarse el sombrero, que tienen que ser vinos para tomar en taza (costumbre por suerte perdida) y que deben ser medio regalados, nada más lejos de la realidad. Esta es una D.O. de las más antiguas del país, y hoy en día hacen unos vinos para gozar y disfrutar como enanos.

Empezamos: Bodega Lagar Do Merens

Bodega antigua pero restaurada en el 2001 que posee 3,5 hectáreas de viñedo. Os traigo dos de los tres vinos que elabora:

Esto es una pasada, son ya varias las añadas que me he pispiado y a cada cual mejor. Ah, un pequeño detalle: es un tinto.

Sí, no pongáis esa cara, porque en el Ribeiro no sólo se hace blanco, se elaboran también tintos de ensueño, como este, que lleva un coupage de uvas compuesto por: Sousón 40%, Caíño 30%, Ferrón 20% y Garnacha 10%.

Estas uvas se despalillan y pasan enteras a barrica de roble francés para su fermentación en frío un máximo de 48 horas. Después de la fermentación, la pasta se lleva a barricas de 300 y 225 litros de roble francés, húngaro y americano, donde también realizan la maloláctica, estando allí, con sus lías por un periodo de 6-9 meses. Luego estará en el botello durante unos 4 meses antes de salir al mercado y que nosotros podamos disfrutar.

Con una nariz compleja, ligeros toques tostados, un poco de cacao. Tinto Atlántico de los que no puedes dejar de probar. Os aconsejo que toméis añadas del 2011 para abajo, pues su evolución es espectacular.

Vamos a dejar algo claro, me gusta el buen vino, y aprecio un vino joven o un vino con años y evolución, aunque creo que es mucho más difícil conseguir que un vino con 8 meses de barrica esté tan bueno como este, suave, donde los toques que aporta la madera están bien ensamblados.

Con un coupage de uvas curioso dado que lleva Treixadura 70%, Lado 10%, Torrontés 10% y Loureiro, Albariño y Godello el 10% por restante.

Amarillo dorado, limpio, aromático, agradable, toque tostado muy sutil con menta y vainilla que te llenan el paladar. La entrada en boca es rotunda pero suave. Mueve el vino por toda la boca y los balsámicos acarician tu paladar. Espero que lo encontréis por ahí y podáis disfrutar de él.

Con esta bodega y nuestros queridos amigos Pepe y Maica de O Secreto do viño en Padrón es donde nos introdujimos en el mundo del Ribeiro de Calidad.

Fue en el 1986 cuando Elisa Collarte Bernárdez empezó a trabajar para recuperar la tradición perdida. Seleccionó suelos en la Ribera del Río Abia y ahora poseen 4 hectáreas de viñedo.

Elaboran 3 vinos, un blanco joven agradable y sabroso, un tinto mencía con 6 meses de barrica muy a tener en cuenta y:

Juntando la Treixadura, Godello y Albariño, y una cuidada selección de las lías, dejan que el mosto resultante repose en barrica de roble francés durante un corto periodo de tiempo, justo para aportarle longevidad, vigor, grasa, untuosidad. Una pequeña bodega, difícil de encontrar algo de ella fuera de la zona, pero con tesón, lucha, vigor y ganas de hacer bien las cosas.

Sólo puedo decir que cada vez que veo una botella disponible, no pierdo la oportunidad de disfrutar del Ribeiro que me llevó a entender que en esa zona el vino era historia y con una calidad a tener muy en cuenta.

No quiero seguir un orden en concreto para hacer este artículo, me dejo llevar, me gusta ponerme en modo Homer Simpson y dejo la mente ir, por eso os traigo la bodega más importante para mi del Ribeiro.

Porque, al igual que con Elisa Collarte, fueron Pepe y Maica los que me dieron a probar algo de esta bodega. Bueno, he probado gracias a ellos unas cuantas cajas ya. De hecho, traía en mi coche en el maletero un montón de ellas hasta que hoy en día Exclusivas Mauro lo distribuye en la región.

Esta bodega es una pasada, hemos estado en ella más de cuatro veces disfrutando de sus vistas, durmiendo en la casa rural, despertando con las vistas de los viñedos, comiendo y bebiendo, y lo más importante, charlando con ellos en el jardín.

Desde aquí quiero mandar un emotivo abrazo a su querido padre Pepe, por desgracia fallecido, pero con quien hemos pasado unas tardes inolvidables.

Sus vinos son como ellos, para disfrutar, para compartir, para reír y pasar momentos que nos llevaran a lugares de relax. Qué más da si su Armán Dulce tardó en salir al mercado unos cuantos años ya que esa moscatel de grano menudo está que se sale.

Sus últimas creaciones como Finca Os Loureiros: su treixadura sobre lías es de lo mejorcito del país.

Te permiten disfrutar de una treixadura en barrica que todas las guías y gurús del mundo del vino se ponen a sus pies, superando los 95 puntos, llamada Finca Misenhora.

Su tinto Armán Barrica, usando sousón, caiño y brancellao, un tinto que hemos demostrado que 6 años después está vivo, potente y espectacular.

Pero hay un Blanco Armán sobre lías 2008 que quita el sentido, con un toque a orejones, algo de algas, para volverse loco.

Y también tenemos otro Blanco Armán Barrica 2008, yo diría que es un bebé para guardar 5 años más y disfrutar de un blanco en todo su poder y esplendor.

Y no me dejo su estrella, el mejor Ribeiro en cuanto RCP. (Me entra la risa cuando el restaurante paga ocho euros por botella y dice que es caro, ¿Pero de qué guindo se ha caido?)

Este Ribeiro es una pasada. Encima viene el listo y dice «pero si es del año 2011 y tendría que ser del 2013». ¡Otro que no sabe apreciar lo que le ofrecen!

Casal de Armán 2011 es un placer, es glicerina en la copa con una lágrima como la que se nos cae a nosotros al pensar que sólo nos quedan 3 botellas. En fin, Bodega Casal de Armán: bebed todo lo que caiga en vuestras manos.

Hasta  aquí esta primera parte, para seros sinceros no sé cuántas me va a llevar este artículo, en principio iba a ser una, pero como veis es bastante larga y me quedan unos 8 vinos más de los que hablaros, así que espero no tardar mucho en volver a escribiros. Os recuerdo que si queréis comentar algo estaría encantado en leeros.

Un saludo.