«Ninguno de los desahucios que se haya producido en Santander se ha producido gracias entre otras cosas a la intercesión del Ayuntamiento». Son las declaraciones literales del alcalde, Íñigo de la Serna, el sábado en La Sexta Noche, dentro de su nueva labor de portavoz televisivo.

Siendo estrictos, el caso de Amparo Pérez, que muchos recordaron instantáneamente, fue técnicamente una expropiación, como lo serán los desalojos que se avecinan en el Prado San Roque.

Lo cierto es que los desahucios en ciudades como Santander sufren un apagón estadístico. En otras más grandes son las propias ciudades las que informan de ellos, al conocerlos a través de sus servicios sociales, o, en su defecto, las plataformas antidesahucios.

No existen estadísticas recientes, de los últimos tres años, específicas de desahucios por ciudades, pero el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sí las desglosa por comunidades autónomas.

Y en el primer trimestre de 2015, en el conjunto de la comunidad hubo, según esos datos, 240, lo que supuso un incremento del 74% respecto al mismo mes del año anterior, en el que además era el mayor aumento de todo el país.

¿De 240 desahucios en todo Cantabria ninguno (80 al mes), ninguno fue en Santander, la ciudad que concentra 178.000 de los casi 600.000 habitantes que tiene Cantabria?

La estadística más reciente del INE, de esta misma semana, rebaja la cifra a 98 viviendas en todo Cantabria para el mismo período? Si nos vamos a las ejecuciones en los órganos judiciales de primera instancia (antes de recurrir, y muy localizados en sus territorios o partidos judiciales concretos, sólo en Santander hay 11 juzgados de Primera Instancia), serían 120.

Pese a la disparidad de cifras, ¿tampoco ninguna de las 98 o 120 ejecuciones hipotecarias en la comunidad fue en Santander?

¿Se escapa Santander a las grandes tendencias sociales nacionales? ¿No hay, por ejemplo, desempleo (factor relacionado con los desahucios)?

Pues sí lo hay: Santander cerró 2014 con una tasa de paro del 18,2%, según datos de la EPA difundidos por el propio Ayuntamiento para reivindicar que era una tasa menor que la Cantabria y la nacional, en un descenso, general, que es evidente que no afecta a las situaciones particulares de cada uno de los desempleados.

LA OFICINA DE MEDIACIÓN DEL AYUNTAMIENTO

El problema de las ejecuciones hipotecarias existe en la capital, pues, ha preocupado, de hecho, al equipo de Gobierno de Santander, que decidió implantar una Oficina de Mediación Hipotecaria para asesorar sobre estos casos, justificándola precisamente en el riesgo de las familias santanderinas de no poder afrontar el pago de la vivienda.

Entre abril de 2013 y mayo de 2015, esa oficina, según datos divulgados por el propio Ayuntamiento, atendió a 200 personas y abrió 58 expedientes.

Evidentemente no todos son desahucios, pero el Consistorio sí que precisó en sus datos que en el 20% de los expedientes atendidos en 2014 (que fueron 20, es decir, en cuatro casos) ya se había iniciado la ejecución hipotecaria.

Y en un 55% de esos expedientes, es decir, aproximadamente 10, se negoció la dación en pago o el Código de Buenas Prácticas voluntario de las entidades bancarias. Los datos municipales no informaron de forma específica de cómo acabaron esos expedientes, si se produjo el desahucio o se impidió.

AYUDAS ECONÓMICAS

Además, en marzo de 2014 el Ayuntamiento anunció ayudas específicas para los afectados por los desahucios: se les ayudaría al pago del impuesto de las plusvalías en el caso de ejecuciones hipotecarias en la primera vivienda; además de un fondo de 500.000 euros para emergencias sociales,

La cifra de lo cobrado o de las ayudas concedidas por ese concepto ayudaría a conocer las cifras de desahucios en Santander, pero el presupuesto municipal no llega a ese nivel de detalle.

EL PROGRAMA ELECTORAL

El riesgo de pérdida de la vivienda en los vecinos de Santander debió ser una realidad que el Partido Popular conocía y que le preocupaba, ya que plasmó medidas al respecto en su programa electoral para las recientes elecciones municipales.

Así, en el apartado dedicado específicamente a personas en riesgo de exclusión social (página 21), incluyó medidas como el aumento de las viviendas para colectivos en riesgo, un servicio de viviendas tuteladas para estos colectivos o el incremento de alojamientos alternativos temporales a través de módulos para familias en el Centro de Acogida Princesa Letizia.

EL FONDO SOCIAL DE VIVIENDA

En su calidad de presidente de la FEMP, la Federación Española de Municipios y Provincias, De la Serna impulsó el Fondo Social de Vivienda, pisos destinados a vivienda en alquiler para personas que habían sufrido desahucios, en virtud de un acuerdo con distintas entidades bancarias, comunidades autónomas, ayuntamientos, ….

El propio Ayuntamiento de Santander se sumó a este fondo, que en Cantabria sólo contó con tres consistorios: Santander, Torrelavega y Cabezón de la Sal.

En Santander, en concreto, se habilitaron (año 2013) un total de 18 viviendas para acoger a personas que hubieran sufrido desahucios. No se conocen estadísticas de si fueron ocupados todos o no.

CASOS CONCRETOS

Y sin entrar en los casos concretos de Amparo Pérez y las futuras expropiaciones (aplazadas a después de las elecciones) en el Prado San Roque, que son técnicamente expropiaciones y no desahucios, en Santander sí que se han dado casos de dos ejecuciones o desahucios que fueron frenados gracias a activistas de la PAH de Santander.

En sus dos primeros años de vida, entre 2012 y 2014, la PAH de Santander ayudó a 168 familias, consiguió 25 daciones en pago, cinco condonaciones de deudas, 15 alquileres sociales, y tres acuerdos en base al Código de Buenas Prácticas.

Son datos que no son específicos de Santander, ya que el ámbito de actuación de la PAH de Santander es más amplio que la capital. En cualquier caso, la plataforma siempre matiza que atiende los casos que le llegan, pero que hay muchos que no contactan con ellos. En cualquier caso, a sus reuniones semanales llegaron a acudir 40 personas con distintos problemas relacionados con la vivienda y la hipoteca.