«Allí voy». Así se expresó el pasado 17 de julio Miguel Ángel Revilla en sus redes sociales, en cuanto tuvo fecha para su próxima visita a La Zarzuela. El Presidente será recibido este miércoles por el Rey Felipe VI, en el que es su primer viaje oficial, y el primer encuentro que mantiene con el nuevo Rey.

Con Juan Carlos I tuvo una cordial y tensa relación al tiempo, que seguramente tratará de repetir con su hijo pese a las grandes diferencias en el carácter de ambos. Mientras que de su padre Revilla destacaba que era «campechano», de su hijo ha dicho que está más preparado pero que es «más serio».

Miguel Ángel Revilla y los reyes, cuando aún eran Príncipes de Asturias, en una visita a Cantabria en 2009.

Revilla ya adelantó a la agencia Europa Press la pasada semana que llevará anchoas de Cantabria, sobaos pasiegos y un queso de Tresviso «que se que le gusta». También invitará al monarca a visitar Cantabria y apoyar, con su presencia, la celebración del Año Jubilar Lebaniego en 2017.

El encuentro institucional comenzará a las once de la mañana, y se enmarca dentro de la ronda de entrevistas protocolarias que el monarca está manteniendo con los presidentes de los distintos Ejecutivos autonómicos salidos de las elecciones del pasado 24 de mayo.

Desde el Gobierno de Cantabria, han adelantado que el Presidente trasladará a Felipe VI «el cariño del pueblo cántabro hacia la Corona» y le transmitirá su opinión sobre la situación política y económica de España.

Tal y como es habitual en él, Revilla ya ha confirmado que viajará a Madrid en avión y después se desplazará en taxi hasta la residencia real.

COLECCIÓN DE ANÉCDOTAS CON LA FAMILIA REAL

No sabemos si será un reencuentro cómodo, pues durante los últimos cuatro años que Revilla ha pasado más tiempo en los platós de televisión o en las firmas de libros que en la oposición, uno de sus temas recurrentes era recordar anécdotas de sus encuentros con la Familia Real.

Tampoco han faltado las fuertes críticas del político, sobre todo en el proceso judicial de las actividades de la infanta Cristina en el Instituto Nóos, y al tema ‘tabú’ de Corinna.

Con el anterior Rey, Revilla comenzó llamando la atención de los medios llegando por otra puerta y en taxi, rompiendo todo el protocolo. Y los regalos que le realizó, como anchoas o albarcas, hicieron más gracia a la opinión pública de fuera de Cantabria que dentro, y le valieron fuertes críticas por parte de la oposición.

Tampoco se puede olvidar la presencia de Revilla en la boda del actual Rey con la reina Letizia, y las anécdotas que contó posteriormente en televisión.

Esa coincidencia en el baño con un indispuesto Harald de Noruega, esa comida deliciosa pero insuficiente que acompañó con otro banquete (esta vez el de la boda de un cántabro con el que coincidió en el hotel y que le invitó), y ese puro que se fumó en el aperitivo, sintiendo que el rey Juan Carlos le daba la oportunidad al ponerse a fumar a su vez…

Todas estas anécdotas y algunas más fueron la delicia de los presentadores y tertulianos durante las visitas de Revilla a la televisión. Ahora se verá las caras con uno de sus protagonistas, de vuelta como Presidente. Difícil predecir el encuentro privado, pero si alguien sabe salir de los atolladeros, ese es Miguel Ángel Revilla.