El grupo teatral ‘Unos cuantos’ pide la retirada de los cargos contra los titiriteros
La Agrupación Escénica Unos Cuantos, ese grupo de teatro aficionado que realiza montajes de carácter social como ‘Brotes verdes’, solicita la retirada de cargos contra los dos titiriteros de la compañía ‘Títeres desde abajo’ que fueron detenidos al interpretarse como enaltecimiento del terrorismo el hecho de que en un montaje suyo un personaje colocara el cartel ‘Gora Alka-Eta’ sobre otro para incriminarle.
Y aunque tras estar varios días en prisión ya han sido liberados, este agrupación pide también que se les retiren los cargos.
‘Unos cuantos’ es un grupo aficionado, caracterizado por su fuerte compromiso: además de la obra ‘Brotes verdes’ en la que cuestionan el discurso de la recuperación económica. el 27 de mayo de 2015 estrenaban en la librería crítica La Vorágine de Santander su producción Poesía y teatro contra las leyes Mordaza.
“Se puede estar en desacuerdo con las opiniones mostradas en la obra o considerarla incluso como de mal gusto, pero en ningún caso tales pareceres deben ser motivo de privación del derecho a la libertad de expresión, la cual es un derecho consagrado en nuestra Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que de ningún modo debe ser puesto en cuestión o sesgado, por nada ni por nadie”, señalan en un comunicado.
Por tanto, consideran “inadmisible y a todas luces injusta la detención y encarcelación de los dos titiriteros, así como la acusación a la que se enfrentan, aun puestos ya en libertad, pero con cargos: apología del terrorismo, nada más y nada menos, inculpación hecha -no nos olvidemos- por lo que sucede en una obra de ficción, y habiendo quedado claro a estas alturas que en sus escenas no hay ‘exaltación del terrorismo’”.
“En este sentido, estamos plenamente de acuerdo con el actor Juan Diego Botto cuando afirma que “Criminalizar la ficción es propio solo de las peores dictaduras. Una ficción, ya sea teatral, literaria o cinematográfica solo puede ser juzgada desde un punto de vista estético, cultural, moral, ideológico o incluso político, pero nunca penal.” Rebasar está línea y negar a los creadores el derecho a emplear la ficción para expresar opiniones, reflexiones o ideas, va en contra tanto de las libertades individuales del autor, como de la convivencia democrática en sí misma”, añaden.
Y matizan que “el hecho de que la obra no fuera apropiada para un público infantil” es algo que debe resolverse “en proporción” al problema, para lo que haría falta “el absoluto esclarecimiento de los hechos y la depuración de responsabilidades por el error cometido”.
Por esto, además de pedir la retirada de los cargos, muestran su solidaridad con los titiriteros, y exigen una “reparación pública” por los agravios sufridos.
“Como agrupación escénica, pero también como ciudadanía que somos, nos sentimos en la obligación de subrayar que la libertad de expresión es un aspecto básico, esencial e imprescindible, no sólo para el desarrollo artístico y cultural de una sociedad, sino para la vivencia de la democracia como tal”, aseveran.