Paleolítico

Tiempo de lectura: 5 min

||Roberto Ruisánchez.

Profesor de Geografía e Historia jubilado. Máster en Urbanismo||

Hace unas semanas veíamos al presidente autonómico y al alcalde de la capital reunidos. No se cuántas veces lo han hecho en el tiempo en el que han coincidido en esos cargos. Lo hacían con un tema que a mí, que soy muy mío, me parece un debate cateto.

Nos hemos vuelto a liar. No sé si me va a dar la misma vergüenza que cuando al final de los 60 –yo diría que después de aquel mayo en el que todo estaba permitido– dos esculturas con sendos desnudos, masculino y femenino nos hicieron dar la vuelta al ruedo ibérico.

Revilla y De la Serna en una reciente reunión en torno al Museo de Prehistoria

Revilla y De la Serna en una reciente reunión en torno al Museo de Prehistoria

Ahora que todos los que han pasado por la Caja han dinamitado el ahorro, la misericordia y cualquier otra virtud cardinal y teologal; ahora, aquel edificio –que debe tener una propiedad que no es el Ayuntamiento de Santander–, es uno de los locales ofrecidos por el señor de la Serna para albergar el MUPAC, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria. Ninguno de los otros locales ofrecidos es de propiedad municipal.

La riqueza prehistórica regional es nuestro mayor recurso cultural, el único con el que podemos lucir cinco estrellas a escala planetaria. Un recurso para potenciar un turismo cultural que viene desestacionalizado de oficio; un reto sin resolver desde los baños de ola anteriores a la Revolución de 1868. La revolución que se adelantó unos pocos años al descubrimiento del buque insignia de nuestro patrimonio, las pinturas de Altamira.

Mirando hacia atrás con poca ira y viendo los debates actuales sobre el Museo, el peligro de las entradas a la cueva para el mantenimiento de la calidad de las pinturas, la necesidad del relanzamiento del Museo y neocueva de Altamira…situar el debate en el lugar que, siempre dentro del municipio de Santander, debe ocupar el MUPAC, me resulta lisa y llanamente cateto, con todo respeto para los catetos.

Enfrentar a las opiniones públicas de Santander y Torrelavega con ese tema es muy poco responsable. Santander ha albergado el museo hasta ahora, siempre en condiciones precarias. Torrelavega parece que esgrime a su favor la cercanía a Altamira y un edificio que, con un gasto que no creo que se haya cuantificado, puede ser una sede digna. El que ha “sacado” el Museo de la sede definitiva que iba a albergarlo, el Banco de España en la plaza de Farolas de la capital, no he sido yo. Ni Revilla. Ni el alcalde de Torrelavega.

En una comunidad de poco más de 5.000 km2 con dos tercios de la población ocupando menos del 10% del territorio, entre el Bajo Saja-Besaya y la Bahía de Santander, no se puede pretender un debate intelectual de ninguna altura si la ubicación del MUPAC debe someterse a la rigidez de los límites municipales.

Hace unos 20 años se perdió la ocasión de albergar el MUPAC en el conjunto de Navarro Baldeweg en Santillana. Si finalmente el centro investigador de la UNESCO sobre pintura rupestre se asienta en otra localidad, debe ser en ella o en su defecto en Puente Viesgo, otro punto conocido en las coordenadas mundiales del arte paleolítico, donde se podrá encontrar la mejor sede para el museo.

Y la cueva original como un sancta santorum. Ninguna respiración humana debe poner en riesgo la calidad de las pinturas. Pinturas de decenas de miles de años puestas en comunicación con nosotros hace menos de un siglo y medio y en riesgo.

Pinturas en la cueva de Altamira

Pinturas en la cueva de Altamira

Algún estudioso de reconocido prestigio internacional y dos entradas al año digamos viciosas, a un precio estrafalario, que dos estrafalarios ricos, que los hay, pagarían sin pestañear en una subasta que de salida tenga un número de ceros como para llamar la atención.

En muchos lugares del mundo se pagan cantidades de cuatro dígitos por una simple cena en la que a lo lejos se puede ver un aspirante a presidir los EE.UU, un jeque integrista podrido de petróleo, un príncipe mediterráneo descendiente de piratas … 750, 1.500 o 10.000 euros… Entre poco y nada.

Aquí, esas dos entradas deberían, por ejemplo, asegurar la cooperación cántabra con los países pobres. ¿Cuánto nos gastamos en eso después del paso de Atila Diego por el gobierno regional? 300.000 euros. Pues dos entradas para ver la cueva original, subastadas al alza, con precio de salida en 100.000 euros nos lo aseguran.

Hace unas semanas lo esbozó el consejero Martín pero le taparon la boca y no se había atrevido a cuantificar. Hablaba de cifras seguramente mucho menores y por tanto asequibles a más millonarios.

Yo hablo de cifras imposibles para quien no ocupe lugares de privilegio en Forbes. Según esa revista, solo en Pekín hay más de cien individuos que poseen más de mil millones. Ya sabemos donde hay que ir para la primera subasta. Para uno de esos chinos una entrada de cien mil euros es calderilla.

Esos pueden ser debates racionales y de fondo: ¿cuál es el mejor sitio? ¿de qué forma se le puede sacar mejor partido a un recurso como el patrimonio sin dañarlo? Pero no andar debatiendo única y exclusivamente sobre si se queda o no en una única ciudad por mucha sobreactuación que se ponga a ese debate y por mucho enemigo que se trate de buscar.

Hablamos de patrimonio histórico y de Cantabria, que excede con mucho los límites locales, si bien es cierto que, visto lo visto, tal vez nuestro alcalde deba suceder a Ban Ki-Moon en la secretaría general de la ONU, o al sucesor de Ban Ki-Moon. O al sucesor del sucesor. Cualquier otra cosa se nos ha quedado pequeña ya..

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1 Comentario

  • Jose
    18 de marzo de 2016

    El motivo de que la sede del Banco de España no es el destino final del MUPAC no es otra que el edificio no es lo suficientemente grande (tiene menos de 5.000m2 y según los expertos se necesitan 7.000m2). Esto no es un problema de siglas politicas, es un problema de capacidad.
    2) El debate es cateto desde el momento en que lejos de buscar entre todas las alternativas de que dispone el Gobierno Regional para la instalación del museo en Santander se opta por ver la posibilidad de llevarlo a otras localidades donde casualmente el gobierno local es del mismo signo que el partido en el gobierno regional. La sede de La Lechera no sirve ni como reclamo turístico por si sola, ni lograra dinamizar la comarca del Besaya puesto que los visitantes llegaran y marcharan en coche sin necesidad de pisar la ciudad y por último tampoco reúne las características técnicas necesarias, el contenedor es más pequeño de lo necesario por lo que también se necesitaría invertir en la construcción de un edificio de unos 2.000m2 más los gastos de adecuación de La Lechera como museo (como bien dicen los profesionales de la construcción… es más barato hacer nuevo que adaptar algo viejo).
    Como prueba de que el tirón en Torrelavega esta el escaso éxito de la neocueva de Altamira, siendo su marca mucho más reconocida que el Mupac. Los visitantes no irán a Torrelavega a ver el centro expresamente con lo que su efecto se perderá no así en Santander, donde se podrá mostrar a más gente la riqueza de la región y hacer que vayan a conocer esos yacimientos in situ. No lo digo yo, en Burgos se eligió como sede del Museo de la Evolución… la capital y no Atapuerca… en Bilbao está el Guggebheim y no en Baracaldo, en Madrid el Prado y no en Alcobendas… Poner en Torrelavega el Mupac seria como poner el cuadro mas valioso en el dormitorio y no en el salón… Si… forma parte de la casa, pero las visitas no lo verían.

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