El agitado arranque del Santander Music 2016

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Jueves, agosto, última hora de la tarde. Llegas a la Magdalena. Y, nada más bajar del coche, empiezas a oler a festival: grupos de gente arremolinados en torno a sus coches, tomándose unas cervezas, cada uno con su música (sí, música, no Enrique Iglesias ni la Gosadera, música de verdad) sonando a todo trapo.

Te acercas otro poco más, y te encuentras a los Plastic Adict en un pequeño escenario, ambientando la entrada del recinto, temazo tras temazo. Y ya una vez dentro del recinto, no solo huele a festival, es que esto, cada vez más, huele a festival grande, consolidado.

Dadas las apreturas horarias, al entrar me fui directo al escenario principal, no sin antes echar un ojo a la zona de los foodtrucks, para comprobar que mi Meca particular volvía a estar en el festival, un año más.

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Klamardo es mi pastor, nada me falta

 

Llegué al escenario principal con Papaya ya tocando. Y qué sólidos y qué bien lo hacen estos chicos, a pesar de su breve trayectoria. Con tan solo un disco editado (en un par de meses presentarán el segundo), la banda madrileña ha confirmado el impacto inicial de su pop alegre y fresco: armonías ambientales (qué maravilla de teclados, de verdad), melodías que se te clavan en la cabeza a la segunda escucha y mucho, mucho ritmo. Un gran concierto de los madrileños, que solventaron con éxito el papelón de ser los encargados de abrir el festival.

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Papaya en el Santander Music 2016

 

Tras este buen comienzo, un rato de asueto para realizar el cambio de escenario que aproveché para acercarme a por los dos primeros bocatas de rabas de Klamardo bailotear con la pinchada de la locutora de Radio3, Paula Quintana.

A continuación venía uno de los supuestos platos fuertes de la noche: Zahara. Dejando a un lado que la propuesta de esta chica no sea muy de mi agrado, he de decir que, por más que lo pienso, no consigo entender cómo puede triunfar sin hacer nada demasiado reseñable. Para los que no la conozcan demasiado, podríamos decir que su concierto fue un paseo psicotrópico entre referencias difícilmente justificables: a ratos estábamos viendo a Enya, luego pasaba a ser una especie de Ana Torroja en una mala racha (sólo le faltaba un Nacho Cano, melenas al viento, a los teclados) y un rato después creíamos ver algo parecido a una Mónica Naranjo ciertamente desafinada. Todo muy entre bailes y gestos muy bonitos, eso sí, y con un montón de gente coreando sus canciones, que, supongo, es lo que cuenta.

Dejadme hacer un par de matices a lo que acabo de decir, que no quiero que me llaméis nazi. Por un lado, qué bien se rodea esta chica para hacer sus discos. Tener de productor a Ricky Falkner (músico y productor de, entre otros, Egon Soda, Quique González, Iván Ferreiro, Love of Lesbian, The New Raemon, Lori Meyers…) es como tirarte al mar con un globo: da igual que no sepas nadar, si te abrazas a él no te vas a hundir. Y dos, qué barbaridad de banda tiene. Mención especial al grandísimo Manuel Cabezalí (Havalina, Russian Red, Zahara, The Cabriolets, Alex Ferreira, Christina Rosenvinge, Anni B Sweet). Qué gozada es verle tocar, sea con quién sea.

Tras el concierto de Enya Zahara, nueva pausa para cambiar escenario que aproveché para ir al baño y hacer otra visita a Klamardo Paula Quintana. ¿Os acordáis de lo que os decía al principio del festival, que huele a festival asentado y sólido? Una de las cosas que ayudan a que un festival se convierta en una referencia son los detalles, el hacer las cosas con cariño. Y parece que la gente del Santander Music sabe lo que hace.

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Detalle de la entrada al baño de los chicos

 

Siguiente estación: Second. Supongo que Zahara me había dejado en tal estado que el concierto del otro plato fuerte de la noche, aunque no sea muy de mi agrado, se me hizo divertido. No dejan de ser una banda más de la fotocopiadora que es el Indie español, pero suenan bien, tienen temas pegadizos y hacen bailar a la gente. Eso, en mi pueblo, es un triunfo asegurado. Para muestra, un botón:

Second en el Santander Music 2016

Second en el Santander Music 2016

 

Y después del aperitivo y los dos platos fuertes, nueva pausa y el postre: Hinds. Cuatro chicas muy jóvenes tocando punk y garaje y haciendo el cabra en el escenario. Un concierto muy divertido, con el público totalmente entregado a las madrileñas. Un broche perfecto para la jornada inaugural del festival.

P1000312 Hinds en el Santander Music 2016

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