Mi nuevo vecino
Hola, soy yo, el Palacio de Festivales de Cantabria. No sabéis lo que me ha pasado, os cuento: resulta que estaba yo el pasado domingo disfrutando de los últimos días de verano, tranquilito sin molestar demasiado, cuando escuché un ruido como de mudanza, ¿sabéis a lo que me refiero? El traqueteo de las ruedas de las maletas, el sonido de los operarios moviendo muebles y cajas, unos objetos de piedra que se llevaban rodando… vaya despertar amigos.
Resulta también que Duna, mi vecina del A, me dijo hace unas semanas que había escuchado en el ascensor cómo unos señores hablaban de algo así como MVPAC. Yo no sé qué es un MVPAC, ni si es bueno o malo, lo que sé es que resulta que va a ser mi nuevo vecino. O eso dice Duna, a la que le faltó algo de aire al nacer (4,4 millones de euros en concreto, tras una baja temeraria, que tampoco tengo ni idea de qué es) así que igual se lo ha inventado todo ella.
En cualquier caso, no os voy a negar que tener un nuevo vecino me alegra y me enfada a partes iguales, os explico. Ahora mismo mi vecino es un párking. Que vale, está muy bien que la gente pueda aparcar, pero yo siempre he pensado que éste no era el sitio para que la gente aparcase. Anda que no son unas vistas bonitas como para ensuciarlas con un aparcamiento creo yo. El drama del vehículo privado en Santander, que muchas veces lo sacamos hasta para ir a por el pan. Chicos, que no vivimos en una ciudad de 100 kilómetros como Los Ángeles.
Una vez comentada mi alegría también tengo que deciros que soy un mar de dudas. Os diré que Duna me ha dicho así por lo bajini que la mudanza de mi nuevo vecino va a costar entre 7 y 9 millones de euros, pero que también ha escuchado como algunos decían que si hay que echar más billetes se echan y ya está.
También me ha dicho que van a hacer un parking subterráneo. Jajajaja. ¿Entendéis por qué me río? ¡Un parking subterráneo a mi lado! Dicen que van a aprovechar la cimentación de ese tal MVPAC, y pretenden que no les cueste más de 9 millones de euros. ¡Pero si con ese dinero no cubren ni el coste de la cimentación! No entiendo a estos populistas, llamadme clásico. Aunque no estoy muy seguro si, siendo yo el Palacio de Festivales de Cantabria, osaréis llamarme clásico.
Lo que os decía, que nueve millones es calderilla para un parking subterráneo ahí. Pero hay más cosas que me enfadan. Dicen que el proyecto va a estar licitado en 2017. La cuestión es, ¿qué proyecto? No sé si lo sabéis, pero mi padre es Sáenz de Oiza. Papá era arquitecto, y desarrolló un proyecto que posteriormente se anunció. ¿Os imagináis que primero me hubiesen anunciado y después desarrollado? No tiene ninguna lógica. Total, que saben lo que va a costar, saben cuándo lo van a licitar, pero aún no tienen proyecto. Este vecino me cae cada vez peor.
Pero lo que más me molesta es que mi nuevo vecino haya sido anunciado ahora, después de que cientos de arquitectos lleven meses desarrollando propuestas para el concurso internacional de ideas del nuevo Frente Marítimo de Santander. Los sobres se abren la semana que viene, ¡y hoy les dicen que tienen que meter al tal MVPAC ese en su propuesta! ¡¡Pero si ni siquiera saben qué es!! Menos mal que muchos ya trabajaban en la idea de eliminar el párking de ahí.
Total, que el MVPAC este va a ser una caja cuadrada al lado de yo que, seamos sinceros, guapo guapo tampoco soy, pero tengo mi encanto. Saben lo que va a costar, cuándo van a empezar las obras pero nadie sabe quién lo está diseñando. Porque debe ser que aún no lo han diseñado.
Ahora que el barrio se había llenado de gente guapa, empezando por Duna, con nuevas zonas verdes que este verano han sido todo un éxito, con nuevos espacios públicos, devueltos a la ciudad para su uso y disfrute lo único que le pido a mi nuevo vecino es que no pierda la oportunidad de ser un punto de conexión entre Reina Victoria y el mar. Para caja cuadrada ya estoy yo, jopé.
Lo dicho amigos, a ver si quedo pronto con Duna y me cuenta algún cotilleo nuevo. Aunque si os soy sincero, no creo para nada en el futuro de este proyecto.