Je suis Olga Agüero (carta abierta al alcalde de Santander)

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la columna de olga aguero

No es la primera vez que el PP o cargos del Ayuntamiento  firman en Cartas al Director de El Diario Montañés contra la periodista Olga Agüero.

El tiempo pasa muy deprisa y pronto estaremos conmemorando el segundo aniversario de la masacre terrorista en París, en la sede del Charlie Hebdo, la revista satírica francesa y de referencia en todo el mundo. Este sábado he leído a Peridis, en un curso en la UIMP, que la reacción al atentado debió haberse enmarcado en el derecho a la vida y no, como se enfocó, desde un atentado contra la libertad de expresión. Y seguramente tiene razón.

Pero tenemos memoria y recordamos que muchos políticos, a todas las escalas, se apuntaron a la etiqueta Je suis Charlie, por supuesto el más rápido del oeste cuando de acaparar atención mediática se trata, el entonces presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, con recursos de nuestro Ayuntamiento de Santander para su despliegue de propaganda.

Iñigo de la Serna, alcalde de Santander, que convocó concentraciones en todos los ayuntamientos de España y se puso al frente de la condena del terrorismo (bien, por supuesto), pero oportunistamente, también, de la exaltación de la libertad de expresión como uno de tantos valores de nuestras occidentales sociedades. Valores que luego tan poco le cuesta traicionar últimamente a nuestras instituciones.

Aquel día, nos hablaba de la importancia de la libertad de expresión el líder en la ciudad del partido que ha gobernado sin alternancia desde que entraron los Nacionales, en el 37, en una excepción democrática sin parangón en España.

Y lo hacía cuando el equipo de Gobierno que preside en la corporación local ha dado sobradas muestras de autoritarismo y de falta de respeto hacia el artículo 20 de la Constitución Española, que recoge entre otras libertades las de expresión, información y opinión.

Libertades a las que el equipo de Gobierno del PP en Santander tiene una alergia manifiesta, hasta el punto de okupar, de forma recurrente, los escasos espacios para la opinión de los ciudadanos en los medios de comunicación convencionales: las cartas al director.

Como si no tuviera suficiente altavoz cada día, en dobles y cuádruples páginas en las que coloca el mensaje que le interesa, con todo un gabinete de prensa financiado con los impuestos de los vecinos; como si no hubiera reunido la más amplia colección de fotografías de un alcalde de capital de provincia; como si no hubiera visto publicadas todas y cada una de las infografías de la ciudad idílica que nos muestra y que no existe, el PP municipal le ha vuelto a enviar una carta al director de El Diario Montañés para desprestigiar a la periodista Olga Agüero, por sus opiniones críticas hacia su gestión.

Abro paréntesis para la responsabilidad del nuevo director de El Diario Montañés. Me parece igual de mal ceder a esa invasión política de un espacio reservado a los vecinos, porque al final, Iñigo Noriega, ha accedido a publicar la carta al director de todo un Grupo Municipal del PP.

Peor lo pone que, no hace tanto, todo su grupo, Vocento, abrió cada edición regional a cuatro columnas con otro inaceptable caso de ataque a la libertad de prensa: su propia imputación derivada de la acusación de un diputado asturiano del PP por una información firmada por él mismo.

«Una vez más, desde el grupo municipal popular nos vemos obligados a enviar una carta al director en relación a la columna que El Diario Montañés ofrece todas las semanas a la señora Olga Agüero […]», comienza la carta enviada por el poder político de Santander.

Se ven obligados, a punta de pistola han enviado la carta al director. Obligados, porque claro, encajar una opinión crítica no era una opción. Muy democrático todo.

Frente a anteriores ocasiones, en las que firmaba directamente un concejal, o el propio alcalde, esta vez nadie da la cara: es unánime, todo el Grupo Municipal firma el esperpento.

A partir de aquí llegan los mensajes de descrédito hacia la periodista, una profesional que parece tener que cargar con una cruz en su curriculum, porque en su día, va a hacer una década, llevó la prensa del Grupo Municipal Socialista.

«[…] exresponsable de prensa del grupo socialista en Santander, y que se utiliza para arremeter contra el equipo de gobierno, con continuas y permanentes descalificaciones, que es exactamente lo que hacía antes, cuando trabajaba para el PSOE municipal, y lo que sigue haciendo de una manera obsesiva y recurrente […]».

Si en los partidos no fueran tan sectarios entenderían que pasar por uno de ellos, como profesional, y no quedarse allí, es un certificado de independecia

Parece, en todo caso, que la obsesión es mutua. Pero el argumento no puede ser más necio, porque hay muchas idas y vueltas de los medios a la política, en partidos o instituciones, y viceversa.

Esto no puede restar un ápice de profesionalidad a quien escribe informaciones de forma profesional, pero menos a quien opina en un periódico en el que lo hacen con asiduidad políticos de todos los partidos ¿Un concejal, un diputado, un consejero sí puede opinar en la prensa pero un exresponsable de prensa de un grupo municipal no?

Es, además, de una hipocresía gigante, porque en el panorama mediático de la región (no sólo en El Diario Montañés) hay periodistas que han pasado más o menos tiempo por un gabinete de prensa de perfil político. Sobre todo del PP, que es el que más periodistas ha podido contratar. Es más, a futuro, flaco favor le hace el Grupo Municipal Popular a todas las periodistas con las que cuenta en sus filas (algunas han dado el salto a la política). Entre buenas y excelentes profesionales, como Olga Agüero.

No es ningún secreto: yo también pasé por el gabinete de prensa del PSOE. En la campaña de las elecciones de 2011. Con Eugenia Gómez de Diego de candidata  y Raúl Gil de director de campaña. Ninguno de ellos tiene hoy responsabilidades de partido.

Y me siento muy orgulloso de aquella etapa. Fueron 11 meses en los que aprendí muchísimo. De la política y de comunicación. Ni entonces ni ahora tuve más que un carnet: el mismo que tiene Olga Agüero, el de la FAPE. Periodistas.

Cualquiera mínimamente informado sabe que alguien que sale de un partido no es precisamente un entusiasta. Si en los partidos no fueran tan sectarios entenderían que pasar por uno de ellos, como profesional, y no quedarse allí, es un certificado de independecia.

Es más, en tradiciones democráticas más avanzadas, podrían incluso plantearse contar con los servicios de Olga Agüero en comunicación política.

«[…] Es intolerable que desde esa tribuna se hagan acusaciones que atentan directamente contra nuestra honradez […]».

Señores y señoras del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Santander: ni siquiera he leído la última columna de Olga (que leeré ahora, como ustedes deberían leer sobre el efecto Streisand), pero lo que erosiona su honestidad nunca será una tribuna de opinión. Desde luego no más que el nombramiento de una concejala de Empleo que ha metido la mano en la caja y se ha llevado dinero público (sin entrar en las decenas de imputaciones de cargos del PP en toda España, ni en la de su propio partido en su conjunto).

Además, ahí están la Constitución y los tribunales de Justicia para dirimir hasta dónde llegan los límites de los periodistas y si estos los sobrepasan en alguna ocasión. Porque igual se creen que con una carta al director hacen menos el ridículo que con acciones judiciales contra los medios y los periodistas; no es así, de ambas acciones se desprende la misma presión asfixiante del poder político contra la libertad de expresión, opinión e información.

«[…] A nuestro juicio trascienden la libertad de expresión, que, por supuesto, nosotros respetamos al máximo […]» (risas enlatadas).

«[…] Porque una cosa es decir libremente lo que uno piensa y otra utilizar una columna de opinión para poner en duda la honradez con la que desempeñamos nuestra labor pública». Traducción: una cosa es opinar y otra opinar de forma desfavorable a nuestros intereses propagandísticos. Vaya traca. Aquí ponemos en copia a la Asociación de la Prensa de Cantabria (cc/ APC).

Me preocupa mucho que todo un poder municipal, el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santander, del Partido Popular, siga confrontando directamente con los ciudadanos. Lo hace en este caso con una periodista, pero lo ha hecho con otros movimientos críticos.

Olga, toda mi solidaridad. Y cuídate mucho, que hay vecinos a quienes las mismas actitudes del poder municipal de Santander les ha costado la vida.

#JeSuisOlgaAgüero

 

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