Construyendo una casa de acogida en Camerún

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Ayuda a Despegar Cantabria (ADEC) es una ONG que cabalga entre España y Camerún, cuyo objetivo es lograr la construcción de una casa de acogida para niños sin hogar en el pueblo de Melong II, en Camerún.

Su promotora en Cantabria es Rolande Tiewessie, una camerunesa que quiere dar a los niños de su país la oportunidad que tuvo ella cuando, con meses de vida, unas monjas se hicieron cargo de ella y de su educación ante la imposibilidad de su madre por mantenerla.

Rolande y su equipo de Cantabria en Melong II.

Rolande y su equipo de Cantabria en Melong II.

“La asociación es el camino de mi vida”, cuenta. “He crecido en un orfanato y me gustaría darles la misma oportunidad”. Y es que algo en lo que incide Rolande es en que la calidad de vida de los niños camerunenses no es la misma que la de aquí.

“Allí un niño ve que ir a la escuela o sentarse a estudiar es una pérdida de tiempo”, relata, en un testimonio que a nosotros nos recuerda más a la época de nuestros abuelos. “Queremos motivar a los padres a que manden a los niños a la escuela, porque la educación les da desarrollo”, insiste.

De hecho, la ONG cuenta con dos asociaciones unificadas en Melong II que desarrollan el proyecto ‘Educa y apoya’, mediante el cual costean la educación de 187 niños. “Ellos motivan a otros a ir a la escuela, porque saben leer y escribir y se nota que son apreciables en el pueblo”.

CENA BENÉFICA EN DELUZ PARA COSTEAR EL ORFANATO

El pasado 16 de noviembre, el restaurante Deluz de Santander ha ofrecido una cena solidaria a beneficio de ADEC, cuya recaudación ha sido destinada íntegramente al proyecto del orfanato en Melong II.

Al evento asistieron más de 150 personas, a las que informaron del proyecto y de los avances que se están dando. Actualmente, ADEC ha dado pasos en la asistencia a los habitantes del pueblo, a los que ha conseguido proveer de agua.

El próximo proyecto es construir un orfanato para los niños abandonados y desprotegidos, que en muchos casos son huérfanos tras sucumbir sus padres a enfermedades que en España se consideran erradicadas.

Ya cuentan con una nave que hace las veces de comedor, al que acuden 48 niños. “Son los 48, los que no tienen a nadie”, aclara Rolande, para quien el proyecto se queda pequeño porque allí los niños “solo van a comer, pero después quedan desprotegidos”.

Por eso están buscando un edificio en el que acoger este orfanato que es su proyecto de vida; una Casa de Oportunidad  en la que en la primera fase habrá plaza para 75 niños. Además, en él quieren montar talleres de planificación familiar para las mujeres, con el fin de controlar la natalidad de la zona.

Para lograrlo, necesitan 50.000 euros, de los cuales ya han recaudado 17.000. “Aunque no llegue a esa cifra, yo voy a ir y aunque tenga que hacer una chavola, lo haré”, asegura Rolande, que espera comenzar las obras como muy tarde en mayo de 2017.

La recaudación la están logrando a través del apoyo de diferentes socios, como los clubs de rotarios y otras sociedades como la de San Vicente de Paul, que aportan sus granitos de arena y se involucran en cada proyecto.

También las consiguen con acto o cenas benéficas como la de este jueves en Deluz, y con la ayuda de los socios, los cuales buscan aumentar. Los interesados pueden hacerlo a través de su página web, que están poniendo en marcha, www.adeccantabria.org, y a través del móvil que Rolande tiene constantemente activo con el número 610 029 151.

“No podemos acabar con el sufrimiento del mundo pero en ADEC hacemos cosas concretas, pequeñas y que van en la necesidad”, insiste la camerunesa.

“SAMUEL ES UN NIÑO AL QUE EL SUFRIMIENTO Y LA DIFICULTAD LE HAN HECHO MADURAR RÁPIDAMENTE”

Y sobre necesidad sabe demasiado Samuel, el menor camerunés de 17 años que está pendiente de un juicio el próximo 9 de enero, debido a que el Gobierno de Cantabria ha reactivado su caso.

Lo ha hecho pidiendo a la Fiscalía de Menores que revisara su conclusión sobre él, que le acredita como menor de edad basándose en el pasaporte y su partida de nacimiento que traía consigo a España.

El Servicio Cántabro de Servicios Sociales (ICASS) ha pedido más pruebas médicas que prueben la minoría de edad de Samuel, que llegó a España con 15 años sin estar acompañado.  Rolande pide más comprensión y apoyo para menores como Samuel.

“En África no podemos comparar a un niño de 6 años con otro de la misma edad de aquí. Yo en el orfanato con 15 años ya tenía a niños a mi cargo por completo”, cuenta para ponernos en contexto.

“Él sigue siendo un niño, aunque el sufrimiento y la dificultad han hecho que madure rápidamente”, relata. “Es la supervivencia la que le ha llevado a hacer cosas de adulto, como viajar de Camerún a España, y en el camino creo que ha sido tratado de todo para llegar”.

Por eso pide a las autoridades españoles que le eviten un mayor sufriendo. “Él perdió a sus padres, posiblemente por alguna enfermedad, y ya está traumatizado. Tenemos que darle una acogida que le permita borrar este traumatismo”.

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