Este lunes se ha celebrado una reunión de la Junta Directiva del Ateneo de Santander, en el que tácitamente se ha llegado al acuerdo de que no volverán a acoger más actos de la asociación criticada por su carácter xenófobo y fascista Alfonso I.

Ateneo de Santander

Fuentes de la Junta Directiva han explicado a EL FARADIO que el tema se ha tratado en el punto de ‘ruegos y preguntas’, y en la reunión ha habido unanimidad en contra de los fines de esta asociación, y en que vuelvan a unir su imagen con la del Ateneo.

Aunque no ha habido una declaración verbal, la unanimidad en el rechazo de esta polémica ha permitido que dichas fuentes afirmen con rotundidad que nunca volverán a acoger más actos suyos.

De hecho, han afeado que se haya utilizado la imagen de la institución cultural para promocionar los actos de esta asociación. “No se ha hecho sangre”, han matizado, sobre la posible responsabilidad en aprobar esos actos. “Se ha dicho que es difícil, que son muchos eventos al año y siempre se cuela alguno”.

Además, la asociación Alfonso I ya no es socia del Ateneo, según confirman estas mismas fuentes que se ha informado en la reunión. Era una de las razones por las que el presidente de la instituciones, Manuel Ángel Castañeda, defendiera la organización de varias actividades en la sede.

CASTAÑEDA HA DEFENDIDO LOS EVENTOS

De hecho, Castañeda ha defendido estos actos este mismo fin de semana, a través de una carta al director en El Diario Montañés, periódico del que fue director durante décadas, como respuesta a la nota de prensa del colectivo Libres (la Asamblea Cántabra en defensa de las libertades y contra la represión).

Libres tachó de “extremadamente preocupante” y un “escándalo” que una institución dedicada a la promoción de la cultura, de los valores cívicos y de la convivencia, tal y como rezan sus objetivos, cediese sus locales para actos de un grupo de estas características.

Tal y como denuncia Libres, desde la asociación defienden la exclusión de derechos de los inmigrantes, y sus objetivos “son explícitamente xenófobos y racistas”, y “llaman a distinguir calidades de seres humanos diferentes según el país de procedencia, cultura y religión”.

Un acto en el Ateneo

Los actos que ha denunciado la Asamblea tuvieron lugar el 10 de marzo y el 5 de mayo, cuando se desarrollaron dos conferencias; aunque matizaron que tienen constancia de más eventos celebrados en el Ateneo.

En su defensa, Castañeda ha reivindicado que el Ateneo tiene como objetivo fundamental fomentar y difundir la cultura, y por ello centra su programación en conferencias, debates, conciertos, mesas redondas… en relación con asuntos culturales.

Y al respecto ha explicado que esta asociación ha solicitado el uso de sus instalaciones para actividades culturales, equiparando a este grupo con otras entidades que cita, como la Universidad de Cantabria, Fundación Bruno Alonso, Universidad Europea del Atlántico, Instituto de Física de Cantabria o la Asociación de la Prensa, etc.

Precisamente Libres ha considerado “grave” que el presidente del Ateneo equipare a la asociación considerada xenófoba con otras de la categoría anteriormente mencionadas.

EL ATENEO RECIBE MÁS DE 400.000 EUROS DE DINERO PÚBLICO

Esta institución tiene la Medalla de Oro de la ciudad y en las dos últimas legislaturas ha recibido del Gobierno de Cantabria 420.000 euros en subvenciones, que además eran nominativas, es decir, sin concurso al que pudieran optar otros.

La Ley de Subvenciones de Cantabria cuenta como motivos para retirar las subvenciones públicas los supuestos de la legislación nacional de asociaciones que en su proceso de admisión o en su funcionamiento discriminen por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, o que promuevan el el odio o la violencia, o justifiquen el terrorismo y humillen a las víctimas.

Estos criterios estatales se refieren directamente a las asociaciones o sus integrantes, no a las actividades que se celebren allí por otros. La Ley cántabra de Subvenciones, que ha sido modificada en alguna ocasión a través de la Ley de Acompañamiento a los presupuestos, no recoge otros criterios políticos para la concesión o exclusión de este tipo de ayudas.