Se acerca el verano, y la ONG Cantabria por el Sáhara ya trabaja en la organización del programa ‘Vacaciones en paz’, mediante el cual familias de la comunidad acogen en sus casas a niños que vienen de los campamentos de refugiados.

El programa persigue un objetivo doble: por un lado, la propia atención y apoyo a los niños en una época en que las temperaturas en el desierto son muy elevadas, y, por otro, sensibilizar sobre la situación del pueblo saharaui, condenado a acampar en tierra de nadie sin que les reconozcan su soberanía.

“Vacaciones en Paz” es un programa de ayuda humanitaria y de sensibilización política y social, organizado por Asociaciones y ONGs solidarias con el Pueblo Saharaui, el Ministerio de Juventud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y las Delegaciones del Frente Polisario en las distintas comunidades autónomas de España.

El programa hace posible que, durante dos meses, miles de niños y niñas saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) sean acogidos por familias españolas cada verano, cuando las temperaturas llegan a sobrepasar los 50ºC a la sombra en la hamada argelina.

El objetivo prioritario es transmitir a la ciudadanía y a los poderes públicos la urgencia de resolver de forma justa y definitiva el conflicto del Sáhara Occidental, posibilitando al pueblo saharaui el ejercicio de su legítimo derecho a la autodeterminación y con ello el regreso a su país de la población refugiada.

Además, son objetivos fundamentales:

-Alejar a los menores de las durísimas condiciones climatológicas que se dan en la temporada estival en la hamada argelina donde se ubican los campamentos de refugiados.
-Realizar a los menores un completo reconocimiento médico y, en su caso, aplicar el tratamiento adecuado a las dolencias diagnosticadas.
-Complementar las carencias nutricionales que puedan presentar.
-Posibilitar a los menores unos conocimientos complementarios a los adquiridos en la escuela.
-Fomentar actuaciones de todo tipo encaminadas a mejorar el nivel de vida de los refugiados y el respeto de los Derechos Humanos en los Territorios del Sáhara Occidental ocupados por Marruecos, encaminadas todas ellas a lograr una solución definitiva y acorde con la Justicia y la Legalidad internacional.

Para ayudar a financiar este programa se organizan distintas actividades durante todo el año. Así, el sábado de la semana que viene, 10 de junio, hay una quedada en Los Tojos, que incluye una ruta y una comida solidaria en el restaurante Casa Lucas.

VIAJE EL PASADO MES DE ABRIL

El pasado mes de abril, las asociaciones Alouda y Cantabria por el Sáhara visitaban la zona para comprobar in situ las condiciones en una misión humanitaria y sanitaria que contó con el apoyo de la Dirección General de Juventud y Cooperación al Desarrollo del Gobierno de Cantabria (Consejería de Educación y Cultura).

Campamentos saharauis

También colaboró el Hospital Santa Clotilde, que viene apoyando desde hace años el trabajo de la Comisión Sanitaria de Cantabria que coordina el cirujano Fernando de la Torre. En esta ocasión, el hospital había donado una importante cantidad de material sanitario que será utilizado por la propia comisión en su próximo desplazamiento a los campamentos, previsto para el próximo otoño.

Otro de los donantes ha sido la Asociación Cultural Octubre, de Torrelavega, que organizó una representación teatral de la agrupación escénica Unos Cuantos y un concierto de la cantante de reggae Inés Pardo para recaudar fondos para la adquisición de medicamentos, destinados principalmente a personas diabéticas.

Y un tercer donante fue la Asociación Nuestra Jaima, colectivo de jóvenes universitarios que realizaron una recogida de material higiénico-sanitario, con la colaboración de Cafés Dromedario.

A ellos se sumó la aportación de Jueves de Boleros, con el concierto en el Palacio de Festivales con el que han conseguido 13.000 euros.

Sobre el terreno, como contaron los asistentes, ñas condiciones de vida son bastante deplorables, (de hecho a los lugares donde habitan estos refugiados los argelinos los llaman ‘’jamada’’, que significa infierno).

Durante este viaje, ha habido dos días de duro sol que no es el calor que hay en verano, un calor que roza los 50 grados. Una temperatura que tienen que pasar en casas de adobe o tiendas de campaña de tela y depósitos de agua que se rellena una vez al menos o cada 15 días. Además, la alimentación que les llega de ayuda humanitaria se ha reducido con la crisis en un 70-80% con la crisis.

Los problemas de salud están también a la orden del día, uno de los más graves son las patologías crónicas (diabetes, problemas de corazón…), ya que no hay médicos suficientes para curar a toda la población.