Los ‘millennials’, comprometidos con la igualdad y la diversidad

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⁠⁠⁠Esta podría ser la historia de dos fotos: la de las chicas que salieron de los institutos el pasado 8 de marzo a las manifestaciones del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y la del centenar de jóvenes que se concentraron para mostrar su rechazo al bus transfóbico de Hazteoir en Santander.

Detrás de esas fotos, en los pasillos de los institutos se están dando otros hitos, algunos más cotidianos, como el movimiento feminista, y otros más mediáticos, como Iza, la adolescente cántabra que acudió a su graduación con un vestido con los colores de la bandera LGTBI entre aplausos y miles de retuits.

Jóvenes participantes en la concentración a favor del respeto a la diversidad sexual con motivo de la llegada del bus de Hazteoir

En ambas citas, el 8 de marzo y el Día del Bus, a  los ‘sospechosos habituales’, ese ‘núcleo duro’ sensibilizado que acude con frecuencia a las citas reivindicativas desde hace años, les llamaba la atención sobre la alta presencia de caras nuevas, jóvenes, que empiezan a asomarse a las convocatorias.

¿Era por las causas, muy centradas en cuestiones de identidad, en una etapa de la vida, la adolescencia, en la que la búsqueda de la identidad era clave? ¿Está pasando algo en la movilización y compromiso entre jóvenes y adolescentes?

Para el sociólogo Paulu Lobete, esto se debe a que en los últimos tiempos se están dando discursos y “ejes de participación política que antes no estaban en la primera línea del debate político”, según explicaba a EL FARADIO.

Es un cambio “estructural” y “cultural” que tiene que ver por el “interés creciente” en la “defensa de la diversidad”.

Y que se enmarca también en un momento en el que “ganan fuerza los discursos donde los sujetos aparecen en el centro, desplegando identidades múltiples y dinámicas” en una generación, la de los adolescentes, que está creciendo en una sociedad en la que “las identidades más sólidas ya no se sostienen como antes”.

Jesús Choya, que acaba de terminar el instituto, director de un blog de cine, conductor de un programa de radio sobre cine en Arco FM y uno de los fundadores del movimiento de amantes del cine ‘La llave azul’, se refiere a como la suya es una generación que no ha tenido que enfrentarse a situaciones de guerra o problemas de ese nivel, por lo que sus principales preocupaciones tienden a ser “más existencialistas”, más de carácter de “deconstrucción personal”, que, admite, posiblemente pasarían a un segundo plano en otro contexto.

Sólo en los últimos días, vemos ‘millennials’ en la presentación del colectivo Cernégula, una plataforma que agrupa a feministas y LGTBI para crear espacios libres de agresiones y con un punto lúdico, y esta misma semana se presentara una Asamblea contra el Racismo y la Discriminación.

Y Daniel Pérez, presidente de la asociación Eureka y profesor, llama la atención sobre otro factor: el crecimiento en los dos últimos años de la organización en colectivos juveniles (como el Colectivo de Estudiantes o el Frente de Estudiantes), con “significativos” aumentos de asambleas en institutos y participación en protestas en decisiones que les afectan

TEMAS DE GÉNERO

En temas de género, Patricia Manrique, Filósofa, feminista e investigadora independiente, que ha impartido diversos cursos en el Instituto de Investigaciones feministas de la Universidad Complutense de Madrid, recalca el carácter del feminismo como “movimiento de liberación”.

Las manifestaciones del pasado 8 de marzo han sido las más multitudinarias de los últimos años

Ella destaca como las “gafas violetas” (término con el que en el mundo del feminismo se refieren a analizar la realidad desde una perspectiva feminista y actuar en consecuencia) convierten al feminismo en un “movimiento de liberación” que trae un “nuevo sentido común”, descubierto por cada vez más gente, pese a la “reacción neomachista”.

Y se produce, además, apunta Patricia Manrique, una confluencia entre chicas y chicos, que “han entendido que el un sistema de dominación que opera sobre el motivo de sexo pero nos afecta a todos, prescribiendo qué podemos ser, hacer o desear”.

En cualquier caso, Manrique conecta ambas causas, el feminismo y el movimiento LGTB, en  una juventud que “saborea ya la libertad” y que “goza de la libertad y la responsabilidad de decidir y ser quiénes quieren ser sin que presupuestos que naturalizan y biologizan las identidades tradicionales les limiten”.

LOS TEMAS DE ORIENTACIÓN SEXUAL

En cuanto a los temas de orientación sexual, el sociólogo Paulu Lobete incide en otro aspecto: son generaciones que han crecido ya conociendo la ley que permitió el matrimonio entre personas del mismo sexo, aprobada por el Gobierno socialista de Zapatero.

Iza, el día de su graduación

Una reforma legal que, subraya, “ha tenido mucha importancia” porque “visibilizó” la cuestión, y, como consecuencia, “ha logrado instalar en el sentido común de una inmensa mayoría de la gente una serie de valores e ideas que hoy son hegemónicas”, en especial en las generaciones que se han “socializado políticamente” a partir de entonces y entre las que este tipo de asuntos no se “cuestionan”.

Es, en suma, una generación que tiene “interiorizado” el “respeto a la diversidad de identidades de género” y que tienen una visión “donde caben más formas de comportarse y vivir”.

Al respecto, para Jesús Choya, se están dando muchos pasos, porque hay “más referentes” y “más aceptación”, “sobre todo en el entorno de las amistades”.

Para Daniel Pérez, de Eureka, la movilización contra el bus del Hazte oir contribuyó a visibilizar la protesta de unos jóvenes que “normalmente no se movilizan”, en lo que fue una especie de “toma de conciencia de grupo” de gente sí está implicada en eventos culturales (como el festival Cantabria Alternativa o las proyecciones de La Llave Azul).

LA FORMA DE COMUNICARSE

El sociólogo Paulu Lobete apunta a otro factor que caracteriza a esta generación, el impacto de la ‘tecnopolítica’, o como las redes sociales y las tecnologías de la comunicación se convierten en “un canalizador de los estados de opinión y de la agenda de la opinión pública”.

En ellas entran, además, “identidades e intereses muy diversos”, y con “consecuencias reales en la vida de la gente”, como la “capacidad para empoderarse” y para trasladarse a espacios más allá de Internet.

En la misma línea, Jesús Choya (autor de un blog de cine, conductor del programa de radio La Llave Azul en Arco FM y uno de los impulsores del movimiento de amantes de cine con el mismo nombre), que acaba precisamente de terminar el instituto, también abunda en el efecto de las redes, en como entre los milennials favorecen mucho el “encuentro” y la “deconstrucción de uno mismo”, además de ser una vía para la convocatoria de grandes manifestaciones y actos críticos y para acceder a información sobre los temas.

NUEVOS REFERENTES EN BUSCA DE SU VOZ

De hecho, en Eureka perciben más asistencia a los actos que organizan –en especial en aquellas espontáneas en las que se les da voz–, al igual que comentan asistentes a encuentros recientes en La Vorágine, como el de feminismos y mundo árabe.

“Hay una generación que no tiene en ir de litros su primera opción de ocio, que se conocen y que tienen inquietudes y sensibilidades parecidas” y que “tienen ganas de programar y llevar adelante sus propias propuestas en espacios propios o que sienten como propios”, con referentes como la asociación Pindio, La Musa Azul o la Lechuza.

Un compromiso que no se ve reconocido por las administraciones, apunta Daniel Pérez, quien además de la falta de ayudas llama la atención que en otras ciudades las casetas de las fiestas las gestionan peñas y asociaciones.

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