En tiempos de retroceso general de formaciones de izquierda y de mejores datos para las grandes estructuras de partidos, incluyendo ya en este caso al PRC de Miguel Ángel Revilla, los resultaods de las elecciones muestran la resistencia ante los sucesivos tsunamis de formaciones de carácter vecinal, que en algunos casos incluso han experimentado alguna subida o al menos mantenido su presencia respecto a la legislatura.

LA APUESTA VERDE POR LA TRANSPARENCIA CONVIERTE A EQUO EN LA ÚNICA FORMACIÓN QUE SUBE EN MIENGO

En Miengo sobre el papel todo ha quedado igual: el PP obtiene cuatro concejales, el PSOE dos, el PRC dos, y Equo más independientes, otros dos. Los mismos en 2019 que en 2015.

Limpieza de la playa de Miengo

Pero hay matices, porque si se mira a los votos, es decir, al número de personas que votó cada sigla, Equo ha pasado a rebasar al PSOE (un partido contra el que ha centrado buena parte de la fiscalización al permitir el gobierno al PP con un edil que no llegó a ser expulsado de las filas socialistas), convirtiéndose el partido verde en el tercero del municipio, además de el único que ha incrementado sus votos.

Los resultados no alteran el reparto de poder, pero suponen un acicate para la formación que en Miengo suma al carácter verde la apuesta por la transparencia, según explicaba en EL FARADIO DE LA MAÑANA de Arco FM (103.2) su candidata, la concejala Sara Gómez.

«La supercampaña es agotadora para los partidos pequeños», recalcaba Gómez. Una supercampaña que en Miengo se ha traducido, además de en los carteles –que ya están retirando–, los repartos y los actos, en medidas que ejemplificaban el verde de su mensaje , como por ejemplo limpiezas de playas .

Los resultados allí abren la posibilidad a pactos, y Equo no muestra problemas con «sentarse a hablar» con los demás, si bien recalca que tiene una «responsabilidad grande» por representar a más de 500 vecinos del municipio.

Esto hace que sea difícil hablar con un PSOE del que ha sido «supuestamente expulsado» y un edil del que «no oyes a nadie hablar bien» y que «ha ninguneado a vecinos o mujeres», del municipio, mientras teme que un PP «supuestamente regenerado» le ·»devuelva el favor» (en Miengo hubo acuerdo por el que PP hizo alcalde al PSOE, después de que socialistas y regionalistas fueran «incapaces de ponerse de acuerdo, y ellos hubieran apoyado a PRC-PSOE sin estar en equipo de Gobierno).

LA INICIATIVA CONTRA LA TALA Y OTRO URBANISMO HACE DOBLAR RESULTADOS EN RIBAMONTÁN AL MAR

Iniciativa Vecinal Ribamontán al Mar ha subido sus resultados en un 50% y doblado de uno a dos los concejales que mantenía en la Corporación (si bien no han alterado el reparto de poder en un municipio con mayoría absoluta regionalista).

Imágenes aéreas de la tala del bosque de Loredo.

Uno de sus miembros, Iñigo Porres abundaba también en lo «difícil» que resulta para una agrupación como la suya «mejorar» resultados, y ensalzaba el trabajo «muy duro» que han venido haciendo sus compañeros.

En detalle, en Ribamontán al Mar el PRC tenía seis concejales y los mantiene, pero el PP ha bajado de cuatro a tres y la Iniciativa Vecinal Ribamontán al Mar, muy activa en el debate sobre el urbanismo o sobre el modelo turístico del municipio, ha pasado de uno a dos concejales, en un municipio en el que el PSOE ni se presenta.

Además, los resultados les han permitido obtener vocales en las Juntas vecinales de Somo o Loredo, según recalcaba en EL FARADIO DE LA MAÑANA.

En la de Somo, por ejemplo, en los últimos cuatro años no se ha convocado concejo, por lo cual no se ha dado la participación de los vecinos en una entidad que se ha limitado a la programación de las fiestas y la gestión de bosques como el de Arna.

«Las Juntas vecinales tienen que ser más participativas», reivindicaba Porres, quien criticaba por ejemplo que no se dé participación a los vecinos en la «protección» del bosque, en un municipio en el que hubo muchas protestas por la tala del bosque de Loredo, un asunto en el que esta agrupación fue especialmente beligerante.

En este sentido, por cierto, ha recordado que se les ha vuelto a dar la razón en la tala que despertó la alarma vecinal y que contó con autorizaciones administrativas luego cuestionadas. Recientemente la empresa, que fue obligada a replantar lo talado, ha presentado «un proyecto que no se sostenía» y que «ha tenido que cambiar».

RESISTEN LAS APUESTAS MUNICIPALISTAS EN TORRELAVEGA, LAREDO Y REINOSA

En Torrelavega, ACPT no mejora su representación municipal, que sigue en dos concejales tras un tímido aumento de votos. Pero, en cualquier caso, la alteración de las demás fuerzas (fundamentalmente la reducción del peso de Torrelavega Sí, de la exsocialista Blanca Rosa Gómez Morante) hace que la Asamblea Ciudadana pase de ser la quinta fuerza a la cuarta en un Ayuntamiento bastante plural en su composición.

Acto de campaña de ACPT

En Laredo, Sí Se Puede Laredo conserva sus dos concejales, aunque con un leve retroceso de votos, aunque la irrupción del partido del exalcalde Juan Ramón López Revuelta (padre del que luego ha sido alcalde también por el PSOE) les ha desplazado de cuarta a quinta fuerza.

Su representante, Carmen García Quijada, explica a EL FARADIO que sabe que la situación era «más difícil» por la concurrencia de fuerzas que no se presentaron en la pasada legislatura, pero valoraba que pese a eso el proyecto se ha «consolidado» en lugar de retroceder y apuntaba que puede contribuir a conformar mayorías, en una legislatura en la que han llegado a acudir a los tribunales ante posibles casos de corrpución.

También en Reinosa se mantiene el concejal de Reinosa En Común (REC), aunque con un descenso de votos.

Datos que contrastan con la drástica reducción de resultados de CastroVerde, que venía de ser mayoritario con siete concejales a ser terceros con tres) o con la desaparición de Vecinos por Liébana en Potes –ha perdido el concejal que tenía  y su candidato, Carlos Moreno, ha mostrado su autocrítica al respeto–. Es una agrupación que ha sido muy activa en la denuncia del caciquismo en la comarca —se hicieron eco de una alteración del censo, en una legislatura en la que promovieron manifestaciones por las obras del Desfiladero y consiguieron que el Defensor del Pueblo afeara a Fomento la falta de inversiones–.